Innovar en pol¨ªtica monetaria
El aumento de los tipos de inter¨¦s intenta solucionar un problema generando otros como la p¨¦rdida de empleos o la reducci¨®n del poder adquisitivo
Un alto directivo del BCE, al inicio del aumento de los tipos de inter¨¦s, dijo acertadamente que ¡°la pol¨ªtica monetaria es m¨¢s un machete de pescader¨ªa que un bistur¨ª, pues impacta sobre toda la econom¨ªa¡±, y a?adi¨® que adem¨¢s act¨²a con retraso. A la limitada eficacia, la subida de tipos suma otros problemas. El primero y m¨¢s evidente es que intenta solucionar un problema ¡ªla alta inflaci¨®n¡ª generando otros: p¨¦rdida de empleos, reducci¨®n del poder adquisitivo, paralizaci¨®n de inversiones e incluso cierre de empresas. Estos nocivos efectos ya se comprueban para el conjunto de las econom¨ªas de la...
Un alto directivo del BCE, al inicio del aumento de los tipos de inter¨¦s, dijo acertadamente que ¡°la pol¨ªtica monetaria es m¨¢s un machete de pescader¨ªa que un bistur¨ª, pues impacta sobre toda la econom¨ªa¡±, y a?adi¨® que adem¨¢s act¨²a con retraso. A la limitada eficacia, la subida de tipos suma otros problemas. El primero y m¨¢s evidente es que intenta solucionar un problema ¡ªla alta inflaci¨®n¡ª generando otros: p¨¦rdida de empleos, reducci¨®n del poder adquisitivo, paralizaci¨®n de inversiones e incluso cierre de empresas. Estos nocivos efectos ya se comprueban para el conjunto de las econom¨ªas de la zona euro, que se sit¨²a al borde de la recesi¨®n. Sus defensores argumentan que el remedio es mejor que la enfermedad, pero cabe preguntarse si, en el siglo del big data y la digitalizaci¨®n, esta es la mejor soluci¨®n que los economistas podemos ofrecer. De ser as¨ª, el estado de la ciencia econ¨®mica no estar¨ªa muy alejado del de la Medicina en el siglo XIX, que ante una alta fiebre (inflacionista) recetaba una buena sangr¨ªa (econ¨®mica). El segundo problema radica en la distribuci¨®n desigual de los esfuerzos para contener los precios que implica la subida de tipos. Aunque todos se beneficien de la moderaci¨®n de la inflaci¨®n, los sacrificios necesarios no se reparten equitativamente. Los an¨¢lisis del propio BCE as¨ª lo han evidenciado. En particular las grandes empresas han conseguido mantener e incluso ampliar sus m¨¢rgenes de beneficio trasladando la inflaci¨®n de sus costes a hogares y Estados. Los datos del nuevo Observatorio de M¨¢rgenes Empresariales corroboran esto mismo para Espa?a.
El tercer problema radica en el car¨¢cter geogr¨¢ficamente asim¨¦trico de la crisis inflacionaria. La inflaci¨®n es m¨¢s aguda en el norte de Europa y menos pronunciada en el sur, pero el alza de tipos impacta con m¨¢s fuerza en los hogares de los pa¨ªses meridionales. Los hogares espa?oles est¨¢n m¨¢s endeudados que los alemanes y lo est¨¢n mayoritariamente a tipos variables. En cambio, la subida de tipos aumenta la renta de los hogares alemanes gracias a su posici¨®n por lo general acreedora, porque los pocos endeudados lo est¨¢n a tipo fijo y porque all¨ª los bancos s¨ª est¨¢n elevando la remuneraci¨®n de los dep¨®sitos. El menoscabo de la reputaci¨®n del BCE que generan todos estos problemas es otro problema. Los ciudadanos perciben su pol¨ªtica monetaria como ineficaz, contraproducente e injusta. Ante el creciente malestar, el banco central parece dispuesto a pausar la subida de tipos, pero no porque renuncie a su pol¨ªtica sino porque ahora la ejecutar¨¢ de manera m¨¢s sutil, acelerando el adelgazamiento de su balance. Esto, sumado a la implementaci¨®n de las nuevas normas de gobernanza fiscal, elevar¨¢ la presi¨®n sobre los presupuestos p¨²blicos. Al fin ocurrir¨¢ lo que ha venido pidiendo el BCE, la pol¨ªtica fiscal se tornar¨¢ tambi¨¦n restrictiva y el foco medi¨¢tico se desplazar¨¢ de la pol¨ªtica monetaria al ajuste fiscal de los Estados.
Los problemas apuntados se pueden enmendar, sin embargo, profundizando en la innovaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria. Dado que la inflaci¨®n tiene su origen en el aumento del precio de la energ¨ªa de origen f¨®sil, el BCE tiene la oportunidad de promover un reparto equitativo de sus costes. Al hacerlo, los ciudadanos ver¨ªan al banco con mejores ojos y se obtendr¨ªa una respuesta m¨¢s efectiva frente a la inflaci¨®n minimiz¨¢ndose el alza de tipos y su impacto negativo sobre la econom¨ªa. El BCE ya ha innovado prestando a largo plazo y tasas negativas a bancos que sostuvieran el nivel de cr¨¦dito de las pymes. En esta l¨ªnea, el banco central podr¨ªa fomentar acuerdos de rentas entre los agentes sociales y part¨ªcipes a nivel nacional que busquen moderar la inflaci¨®n y repartir sus costes y que hoy en d¨ªa se pueden implementar de una manera impensable en el pasado gracias a los datos masivos en manos de las Agencias Tributarias. Estos acuerdos se promover¨ªan habilitando pr¨¦stamos a largo plazo a inter¨¦s negativo para aquellos pa¨ªses que consiguieran moderar la inflaci¨®n. En el caso de Espa?a, por ejemplo, estos pr¨¦stamos podr¨ªan emplearse para transformar hipotecas de tipo variable a un tipo fijo inferior al de mercado, lo que aliviar¨ªa la situaci¨®n de los hogares. Aunque algunos argumenten que el BCE no puede poner en pr¨¢ctica una pol¨ªtica monetaria diferenciada por regiones, sus adquisiciones pasadas de bonos soberanos demuestran que no ha mantenido una neutralidad geogr¨¢fica estricta. La especializaci¨®n territorial de la pol¨ªtica monetaria para transformarla en un instrumento quir¨²rgico m¨¢s eficaz es viable al igual que en su d¨ªa lo fue la adquisici¨®n de bonos soberanos por el BCE, a pesar de estar en principio prohibida por los Tratados.
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