Los j¨®venes, en el trabajo: ?Quejicas, desentendidos e incr¨¦dulos?
Los Z forman la generaci¨®n m¨¢s preparada de la historia, pero sufre m¨¢s que sus mayores el paro, la precariedad y los bajos salarios
Hace algunos meses, me contact¨® un directivo de una gran consultora para compartir sus angustias con respecto a los j¨®venes de su plantilla y, de paso, para exponerme su profundo desconcierto con una generaci¨®n que dec¨ªa no comprender en absoluto. El discurso me era de sobra conocido, pero me llam¨® la atenci¨®n su perspicacia. Al final de la conversaci¨®n, a modo de conclusi¨®n, me espet¨®: ¡°En definitiva, lo que quiero saber es por qu¨¦ los j¨®venes no se sacan el carn¨¦ de conducir¡±.
En los entornos laborales de los boomers, esta perplejidad con respecto a los j¨®venes se convierte con frecuencia en cr¨ªticas ¨¢cidas. Se dice que, en el trabajo, las nuevas generaciones pecan de quejicas, poco comprometidas y descre¨ªdas. ?Qu¨¦ hay de cierto en todo ello?
Seg¨²n el bar¨®metro de 40dB. para EL PA?S y Cadena SER, la generaci¨®n Z es, en general, la menos satisfecha con el trabajo, lament¨¢ndose m¨¢s que otras del horario y la carga laboral. Igualmente, los/as j¨®venes son menos dados a pensar que trabajar en la misma empresa toda la vida sea algo positivo. En este mismo sentido, el fen¨®meno de la Gran Dimisi¨®n (renuncias voluntarias masivas) es mucho m¨¢s conocido por los Z, ya sea porque han o¨ªdo hablar de ello o porque alguien de su entorno ha abandonado su empleo o tiene intenci¨®n de hacerlo. Adem¨¢s, esta generaci¨®n es m¨¢s esc¨¦ptica con respecto a que el esfuerzo lleve a la prosperidad econ¨®mica o a que todo empleo sea ¨²til para la sociedad. A la luz de la encuesta, por tanto, parecer¨ªa que, en el medio laboral, las nuevas generaciones s¨ª son m¨¢s lloronas, desentendidas e incr¨¦dulas.
Visto desde otra ¨®ptica, sin embargo, los Z forman la generaci¨®n m¨¢s preparada de la historia, pero sufre m¨¢s que sus mayores el paro, la precariedad y los bajos salarios. Como es l¨®gico, se sienten econ¨®micamente agraviados. Frente a este menoscabo, optan por ahorrar (es la generaci¨®n m¨¢s ahorradora), por compartir en vez de renunciar (recurren a pr¨¢cticas colaborativas, como el consumo colectivo), y son, en algunos aspectos, m¨¢s pesimistas: es la primera generaci¨®n convencida de que vivir¨¢ peor que sus padres y, pese a su corta edad, gozan de una peor salud mental. Los j¨®venes, adem¨¢s, se caracterizan por ser militantes de la diversidad: representan la generaci¨®n menos cohesionada por la religi¨®n (seis de cada diez no son creyentes) o por el orgullo nacional, y son m¨¢s diversos sexualmente (un tercio de ellos/as no son heterosexuales), m¨¢s feministas y tolerantes con la inmigraci¨®n, adem¨¢s de combativos con la crisis clim¨¢tica.
El agravio econ¨®mico y la diversidad condicionan la relaci¨®n de la generaci¨®n Z con el trabajo, m¨¢s compleja, desde luego, que los boomers, con opiniones y actitudes que se sit¨²an con frecuencia en el extremo opuesto. As¨ª, si los j¨®venes revelan menos satisfacci¨®n con su empleo, no es porque sean m¨¢s quejicas, sino porque se sienten frustrados; si cambian con m¨¢s frecuencia de trabajo, no es porque no est¨¦n comprometidos, sino porque son militantes de una diversidad que les hace abiertos a explorar distintas opciones. Si no creen tanto en la recompensa por el esfuerzo no es porque sean descre¨ªdos, sino porque, como agraviados, ven el presente con m¨¢s pesimismo.
Y, s¨ª, el consultor boomer de la llamada ten¨ªa raz¨®n: los/as j¨®venes son menos propensos a sacarse el carn¨¦ de conducir. Tener coche es caro, ata, y las formas de movilidad, como ellos/as mismos, se han vuelto muy diversas.
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