Competencia cuestiona el tope m¨¢ximo de viviendas tur¨ªsticas en municipios de Catalu?a

La normativa para frenar los apartamentos tur¨ªsticos en Catalu?a no cuenta con el apoyo de los reguladores. Si en diciembre fue la Autoridad Catalana de Competencia (ACCO) la que cuestion¨® los fundamentos de la ley, este mi¨¦rcoles ha sido la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) la que le da un nuevo toque, al cuestionar la fijaci¨®n de un umbral m¨¢ximo de viviendas destinadas al turismo por habitante. El decreto aprobado en noviembre fijaba un m¨¢ximo de 10 pisos con licencia por cada 100 habitantes, con autorizaciones limitadas a los cinco a?os en los 140 municipios con mayor tensi¨®n en el mercado residencial. A la pr¨¢ctica, su entrada en vigor genera un excedente de 28.000 apartamentos tur¨ªsticos.

¡°Este tipo de medidas requieren un especial esfuerzo de motivaci¨®n en t¨¦rminos de proporcionalidad y de adecuaci¨®n¡±, se?ala la CNMC, bas¨¢ndose en un par de sentencias del Tribunal Supremo. El regulador presidido por Cani Fern¨¢ndez cuestiona tambi¨¦n que ese tope no tiene tampoco en cuenta ¡°las caracter¨ªsticas¡± singulares de los municipios afectados. Ya en 2018 Competencia hab¨ªa defendido que la mejor f¨®rmula de luchar contra el alojamiento tur¨ªstico extrahotelero se encontraba en la fijaci¨®n de una tasa que, por un lado, desincentivara su uso o, por lo contrario, aportara fondos que permitieran financiar el acceso a una vivienda permanente. Porque el principal objetivo del decreto catal¨¢n es luchar contra la ocupaci¨®n con fines tur¨ªsticos de viviendas ante la alarmante falta de oferta inmobiliaria para los residentes fijos que ha llevado a los precios a una escalada sin fin.

Los reguladores, tanto la ACCO como la CNMC, han denunciado la falta de ¡°necesidad y proporcionalidad¡± en la normativa catalana, y en otras impulsadas en otras comunidades. En noviembre, justo despu¨¦s de la aprobaci¨®n por parte del Gobierno catal¨¢n y antes de que el Parlament convalidara el texto, la ACCO la calificaba como ¡°altamente restrictiva¡± y prejuzgaba una posible incapacidad para conseguir los objetivos fijados para facilitar el acceso a la vivienda.

El decreto catal¨¢n es un antes y un despu¨¦s en la regulaci¨®n de los apartamentos tur¨ªsticos. Se ha acabado la consecuci¨®n de una licencia con una simple declaraci¨®n responsable ante los organismos de Turismo y el pago de 300 euros. Ahora las autorizaciones se tienen que renovar a los cinco a?os y, sobre todo, su adjudicaci¨®n es m¨¢s compleja, aparejada a planes urban¨ªsticos en 262 municipios donde se concentran el 92% de los apartamentos tur¨ªsticos de Catalu?a.

Dos divisiones

La normativa auton¨®mica agrupa a los 262 municipios sujetos a la regulaci¨®n en dos bloques. Por una parte, los 140 que tienen un mercado de vivienda tenso, donde se limita a 10 viviendas por cada 100 habitantes. Los otros 134 municipios, donde no se ha llegado a la situaci¨®n de tensi¨®n pero existe el riesgo, el l¨ªmite es de cinco pisos tur¨ªsticos por cada 100 vecinos.

Los reguladores no est¨¢n solos en las cr¨ªticas. Las patronales de operadores de apartamentos tur¨ªsticos mostr¨® su rechazo a la norma, igual que alcaldes, sobre todo del PSC y de Junts, que consideran que el mecanismo del govern es excesivamente invasivo y puede poner en peligro el negocio tur¨ªstico de sus municipios. Ante el inter¨¦s de diferentes comunidades de regular el mismo problema, el Gobierno estudia una f¨®rmula que permita unificar criterios.

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