?Trabajamos m¨¢s horas que otros pa¨ªses? ?Y de noche? Los horarios de Espa?a frente a Europa
Yolanda D¨ªaz defiende la necesidad de replantear los horarios de trabajo, con el foco en bares y restaurantes, lo que provoca la respuesta de D¨ªaz Ayuso y del sector
¡°No es razonable un pa¨ªs que tiene abiertos sus restaurantes a la una de la madrugada. Es una locura seguir ampliando los horarios hasta no sabemos qu¨¦ hora¡±. Estas palabras de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz, han causado revuelo en las ¨²ltimas horas. No solo han contestado las patronales hosteleras, sino que tambi¨¦n lo ha hecho la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso: ¡°Espa?a tiene la mejor vida nocturna del mundo, con las calles llenas de vida y libertad. Y eso tambi¨¦n da empleo. Nos quieren puritanos, materialistas, socialistas, sin alma, sin luz y sin restaurantes porque les da la gana¡±. Y la responsable de Trabajo ha respondido de vuelta: ¡°La presidenta de la Comunidad de Madrid parece olvidar que, a partir de las diez de la noche, las jornadas son nocturnas y, por tanto, tienen ciertos riesgos. Tienen riesgos de salud mental¡±. Este cruce de declaraciones se da entre dirigentes pol¨ªticas de un pa¨ªs que, seg¨²n Eurostat, trabaja tantas horas como la media europea pero m¨¢s que los pa¨ªses m¨¢s avanzados, que se emplea m¨¢s por la noche que el promedio y cuya jornada laboral est¨¢ mucho peor repartida a lo largo del d¨ªa.
Esta anomal¨ªa horaria de los espa?oles es un c¨ªrculo vicioso: afecta a las jornadas laborales; los horarios del comercio, bares y restaurantes; la hora a la que empiezan los colegios; los momentos para las comidas y las cenas; hasta el tiempo de sue?o (en Espa?a se duermen 20 minutos de media menos que en los pa¨ªses europeos). A este desfase horario contribuye tambi¨¦n el hecho de que Espa?a tenga desde 1940 un huso horario que no le corresponde, con una hora de adelanto respecto al sol en invierno y dos en verano. Por todo ello, el debate sobre si habr¨ªa que modificar estos horarios salta de vez en cuando a la palestra. Todas estas cuestiones est¨¢n tambi¨¦n en la agenda del Gobierno actual. Ya en la legislatura pasada, D¨ªaz comenz¨® a trabajar en una ley de usos del tiempo que no pudo llegar a aprobar por el adelanto electoral, pero que ha vuelvo a incorporar en el acuerdo de coalici¨®n entre el PSOE y Sumar.
Para elaborar esta norma, Trabajo encarg¨® un informe a m¨¢s de 60 expertos multidisciplinares que elaboraron un documento exhaustivo que inclu¨ªa hasta un centenar de propuestas, algunas tambi¨¦n aportadas por interlocutores sociales, acad¨¦micos o responsables p¨²blicos de distintos ¨¢mbitos. Entre otras cuestiones, recomienda terminar de trabajar a las 18.00; cerrar m¨¢s pronto los comercios, entre las 17.00 y las 19.00; adelantar el horario del prime time televisivo de forma que termine a las 23.00 (ahora empieza a las 22.30) o retrasar el comienzo del horario lectivo de secundaria y universidades.
La directora y coordinadora de este estudio, la polit¨®loga y consultora Marta Junqu¨¦, explica que, a ra¨ªz de este trabajo, la idea del Gobierno es legislar en dos fases: la primera con la reducci¨®n de la jornada tambi¨¦n incluida en este estudio, de 40 a 37,5 horas semanales; y despu¨¦s ¡°abordar una organizaci¨®n m¨¢s equilibrada del tiempo de trabajo, en l¨ªnea con lo que exige la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT), de forma que se mejore la salud, la productividad y la conciliaci¨®n¡±. Sin embargo, la negociaci¨®n de esta norma tendr¨¢ que abordarse necesariamente en el seno del di¨¢logo social, seg¨²n advirtieron este martes los sindicatos CC OO y UGT.
Jornada peor repartida
Las jornadas laborales espa?olas no est¨¢n compactadas, se expanden demasiado a lo largo del d¨ªa. As¨ª, entre las 8.00 y las 8.10 trabajan o estudian el 14,3% de los espa?oles, y entre las 20.00 y las 20.10, el 10,9%. Sin embargo, en Italia, aunque hay algunas personas m¨¢s trabajando o estudiando a primera hora (20,2%), el desfase es menor respecto a Espa?a del que se da a ¨²ltima hora de la tarde (4,3%). Es decir, madrugamos algo menos pero somos muchos m¨¢s trabajando hasta bastante m¨¢s tarde. Este panorama se repite respecto a otros pa¨ªses, como Francia (trabaja el 16,4% por la ma?ana y el 4,1% por la tarde). De los pa¨ªses que recoge Eurostat ¡ªcuyas cifras son de 2010, pero tienen valor comparativo¡ª, en ning¨²n otro hay tantas personas trabajando entre las 18.00 y las 20.00.
Esto se aprecia en la comparaci¨®n con otros pa¨ªses europeos: descansamos m¨¢s tiempo para comer y, sobre todo, m¨¢s tarde, lo que acaba estirando la jornada. Esta circunstancia ech¨® ra¨ªz durante el franquismo por lo habitual que era trabajar en una empresa por la ma?ana y en otra por la tarde. En los siguientes gr¨¢ficos se muestra la diferencia respecto a Italia, otro pa¨ªs mediterr¨¢neo pero con horarios laborales m¨¢s compactados. Cenan antes y tambi¨¦n apagan antes la televisi¨®n.
Como la jornada de trabajo de tantos empleados se alarga m¨¢s que en otros pa¨ªses europeos, muchos comercios cierran en d¨ªas laborables a las 21.00 y bares y restaurantes mucho m¨¢s tarde. Y cuando los empleados de estos negocios tienen la suerte de que sus jornadas se limiten a 40 horas, es habitual que se den en turnos partidos, de manera que se expanden a¨²n m¨¢s a lo largo de todo el d¨ªa. Es una cadena que afecta negativamente a toda la sociedad, la misma que hace que cenemos m¨¢s tarde que en el resto de los pa¨ªses europeos y que sit¨²a el prime time televisivo en las ¨²ltimas horas del d¨ªa. El origen, el factor que desencadena el resto, es la jornada de trabajo.
El pol¨¦mico caso del comercio
Lograr que la ley de usos del tiempo sea una realidad no ser¨¢ f¨¢cil, fundamentalmente porque otra de las razones centrales para entender los horarios espa?oles es el tejido productivo, en el que priman los servicios. Esto supondr¨¢, por tanto, importantes y duras negociaciones con las patronales y los sindicatos de los sectores que puedan resultar m¨¢s afectados por futuros cambios. Este ser¨¢, probablemente, el caso de los horarios de apertura del comercio, donde se acaba de destapar la caja de los truenos. Por lo general, la liberalizaci¨®n horaria se ha extendido los ¨²ltimos a?os en todo el continente europeo, pero los comercios espa?oles lideran los cierres m¨¢s tard¨ªos. En Espa?a, en 2004 se pas¨® de una apertura m¨ªnima de 72 horas semanales a un m¨ªnimo de 90, aument¨¢ndose en d¨ªas festivos en zonas de gran afluencia tur¨ªstica.
En Alemania, las tiendas est¨¢n abiertas de 10.00 a 20.00, con domingos y festivos cerrados; incluso las tiendas con horario ampliado cierran a las 22.00 o las 23.00 y solo abren los domingos por la tarde y ning¨²n festivo. El caso belga es similar, con la apertura de lunes a viernes de 9.00 a 18.00 o 19.00 y los s¨¢bados solo hasta el mediod¨ªa; mientras que en Francia, los horarios son entre las 8.00-9.00 hasta las 19.00-20.00; y en Italia el horario comercial es de 9.00 a 12.30 por la ma?ana y 15.30-16.00 hasta las 19.30-20.00 por la tarde (Afedeco, 2014).
En este sentido, los expertos a los que D¨ªaz encarg¨® los trabajos previos para la futura ley ¡ªcuya Iniciativa para el Uso del Tiempo acaba de recibir el 6? Premio Edge of Government, entre un total de 13 innovaciones de pol¨ªticas p¨²blicas propuestas en la Cumbre Mundial de Gobiernos 2024 celebrada en Dub¨¢i del 12 al 14 de febrero¡ª hacen una propuesta muy clara: sacar al comercio y a la hosteler¨ªa del decreto que regula las jornadas especiales de trabajo y que permite a los trabajadores de este sector acumular el d¨ªa y medio de descanso semanal previsto en el Estatuto de los Trabajadores para disfrutarlos m¨¢s adelante.
Influencia del turismo
El mayor volumen de actividades relacionadas con el turismo en Espa?a, en las que los horarios nocturnos son consustanciales, influye decisivamente en este debate. Los datos de Eurostat de 2019 indican que en Espa?a trabaja por la noche el 6,2% de los ocupados, un punto m¨¢s que la media europea. Est¨¢ muy por encima de nuestros vecinos, Portugal y Francia, ambas en torno al 3%. Hay pa¨ªses con registros mayores, pero por causas muy diferentes a las espa?olas. El 15% de Eslovaquia, el pa¨ªs con m¨¢s empleados nocturnos, se explica por las f¨¢bricas que nunca paran. Esos turnos industriales de noche, mejor retribuidos que el resto, siguen siendo objeto de deseo para muchos trabajadores. De cualquier modo, los expertos recuerdan que en 2019 la Agencia Internacional de Investigaci¨®n sobre el C¨¢ncer (IARC en sus siglas en ingl¨¦s) clasific¨® el trabajo en turno de noche en el grupo de ¡°probables carcin¨®genos para los humanos¡±.
La mayor especializaci¨®n espa?ola respecto a los servicios, en vez de en la industria, tambi¨¦n ayuda a explicar las diferencias en el tiempo total de trabajo. Los pa¨ªses con jornadas laborales m¨¢s cortas est¨¢n muy industrializados: es el caso de Pa¨ªses Bajos (33,2 horas semanales), Alemania (35,3) y Dinamarca (35,4).
En estos pa¨ªses, de retribuciones muy superiores a la media continental, estas cifras tambi¨¦n se explican porque las jornadas parciales voluntarias son muy habituales. Solo el 2,7% de los empleados a jornada parcial en Pa¨ªses Bajos preferir¨ªan trabajar a jornada completa, una situaci¨®n en la que se encuentran el 6,1% de los trabajadores a jornada parcial en Alemania y el 6,3% en Dinamarca.
Espa?a trabaja tantas horas en promedio (37,8) a la semana como la media europea (37,5). Es el tercer pa¨ªs con un mayor volumen de parcialidad no voluntaria, que sufren el 50,8% de los trabajadores que no est¨¢n empleados a jornada completa. Con todo, hay pa¨ªses que trabajan muchas m¨¢s horas que Espa?a: es el caso de Polonia (40,4), Grecia (41) o Serbia (43,3).
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