Una gran brecha en inteligencia artificial
A marchas forzadas y en una lucha constante por atraer y retener el talento, Europa busca acortar la distancia en inteligencia artificial que la separa de latitudes avanzadas
Parece una cosa que se ha generado hace nada. Pero la inteligencia artificial (IA) naci¨® en los a?os 50 del siglo pasado. Aquellas primeras herramientas se enfocaban en la l¨®gica simb¨®lica: programas capaces de razonar y resolver problemas de manera similar a los humanos. En ese entonces, se exploraban t¨¦cnicas como la b¨²squeda de ¨¢rboles, la demostraci¨®n de teoremas y el procesamiento del lenguaje natural, con el objetivo de crear m¨¢quinas que pudieran comprender y manipular s¨ªmbolos. Por ejemplo, en 1966, un profesor de inform¨¢tica del MIT (Massachusetts Institute of Technology), desarroll¨® Eliza, un sistema que simula una conversaci¨®n con un humano. Tras un peque?o invierno en los a?os 70, la IA no ha dejado de sorprendernos desde su creaci¨®n.
Actualmente, est¨¢ en muchas partes de la vida moderna. ¡°La inteligencia artificial se origin¨® en Estados Unidos, impulsada por el sector privado, hace unos 70 a?os. En Espa?a, apenas hace unos cinco a?os, que la tecnolog¨ªa ha llegado a las empresas¡±, explic¨® Alicia Troncoso, catedr¨¢tica de la Universidad Pablo de Olavide, durante una mesa de an¨¢lisis en el encuentro organizado por Retina y Transfiere (Foro Europeo para la Ciencia, Tecnolog¨ªa e Innovaci¨®n). Hay un desnivel significativo entre Europa y la primera econom¨ªa en este campo, asever¨® la experta. En el pa¨ªs, abund¨® la acad¨¦mica, la financiaci¨®n para dar impulso a esta tecnolog¨ªa hasta ahora ha sido principalmente estatal y ¡°escasa¡±. ¡°Si queremos competir, necesitamos m¨¢s financiaci¨®n, tanto p¨²blica como privada, y una mayor colaboraci¨®n entre universidades y empresas¡±, resumi¨®.
Un papel clave
Quiz¨¢s Europa estar¨¢ lejos de marcar el camino de esta tecnolog¨ªa a nivel global, pero s¨ª que puede influir en la aplicaci¨®n de esta herramienta en industrias en las que va a la cabeza. ¡°Creo que ser¨ªa sensato buscar nichos o ¨¢reas de especializaci¨®n en las que se pueda destacar¡±, argument¨® Ver¨®nica Bol¨®n Canedo. Investigadora de la Universidad de La Coru?a. ¡°Parece que nos estamos moviendo hacia una inteligencia artificial m¨¢s responsable, y all¨ª somos expertos¡±, dijo en su turno de intervenci¨®n. Espa?a, acentu¨® la experta, es pionera en el campo de la inteligencia artificial verde, que busca minimizar el impacto ambiental de esta tecnolog¨ªa. ¡°La IA es parte del problema de la contaminaci¨®n, debido a su alto consumo energ¨¦tico y emisiones de CO?. Sin embargo, tambi¨¦n puede ser parte de la soluci¨®n para problemas derivados del cambio clim¨¢tico, como la eficiencia energ¨¦tica y el control del agua, entre muchas otras aplicaciones¡±, afirm¨®.
Bol¨®n Canedo lidera un equipo cuyo objetivo es hacer que los algoritmos de inteligencia artificial sean m¨¢s eficientes y consuman menos energ¨ªa. ¡°Tenemos que buscar ¨¢reas donde podamos sobresalir y colaborar m¨¢s estrechamente con empresas para impulsar la investigaci¨®n y la aplicaci¨®n de la IA¡±, recalc¨®. Pero para lograrlo, tambi¨¦n es necesario retener el talento. La inteligencia artificial es de importancia geopol¨ªtica estrat¨¦gica y Europa debe asegurarse de construir su propia infraestructura, con talentos t¨¦cnicos de clase mundial y experiencia industrial. Pero dar ese asalto es complicado.
M¨¢s formaci¨®n
¡°En este momento, la universidad ofrece pocas oportunidades para que los estudiantes se formen en inteligencia artificial despu¨¦s de graduarse. Muchos se van a trabajar a empresas porque no ven una ruta atractiva en la universidad. Y el talento que formamos en el pa¨ªs a menudo se va a otros lugares donde tienen mejores condiciones. La retenci¨®n del talento es un gran desaf¨ªo en Espa?a¡±, coment¨® Troncoso, catedr¨¢tica de la Universidad Pablo de Olavide, cuyo ¨²ltimo proyecto se centra en la explicabilidad. ¡°Si los sistemas de IA van a tomar decisiones que afecten a las personas, como la concesi¨®n de cr¨¦ditos o seguros, es importante poder explicar por qu¨¦ se tom¨® esa decisi¨®n¡±, dijo. ¡°Esto requiere que los modelos den una explicaci¨®n clara de c¨®mo llegaron a ese resultado. Creo que en los pr¨®ximos a?os veremos la implementaci¨®n de modelos explicables en los productos que se lancen¡±.
¡°Es una l¨¢stima que invirtamos en formar talento y luego lo perdamos porque las condiciones aqu¨ª no son buenas¡±, retom¨® por su parte Bol¨®n Canedo. Europa alberga m¨²ltiples universidades reconocidas por su investigaci¨®n e innovaci¨®n en inteligencia artificial, con el Reino Unido y Suiza a la cabeza. ¡°Las empresas demandan cada vez m¨¢s este tipo de talento, pero si las condiciones no mejoran, seguiremos perdi¨¦ndolo¡±.
El futuro es cu¨¢ntico
La computación cuántica está a punto de revolucionar el mundo. En los próximos años, esta tecnología rompedora abrirá un sinfín de nuevas fronteras y posibilidades que hoy en día son simplemente inimaginables. Con ella, seremos capaces de explorar lugares hasta ahora inaccesibles, desde las profundidades del océano hasta los confines del espacio. Nos permitirá realizar modulaciones detalladas de reacciones biomoleculares y químicas, proporcionando información sin precedentes en campos como la investigación farmacéutica. También facilitará el envío seguro de información confidencial a cualquier parte del mundo, así como el diagnóstico rápido y preciso de enfermedades al permitirnos analizar células a nivel molecular.
El desarrollo de la computación cuántica es comparable al viaje a la Luna: quien la domine tendrá un control científico-técnico sin precedentes y creará un diferencial global. Europa, por desgracia, no abandera la carrera. “China y Estados Unidos son los líderes absolutos, e incluso Australia podría estar adelante debido a sus enfoques de trabajo diferentes”, reconoció Pepa Martínez Pérez, investigadora del Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (INMA).
Durante la participación en el encuentro organizado por Retina y Transfiere, la experta mencionó que una de las grandes diferencias entre EE UU y Europa es que del otro lado del Atlántico, la forma de trabajar es agresiva, mientras que aquí es más humana. “Si Europa adoptara un enfoque más competitivo, avanzaría más rápido”, destacó. Aunque hay inversión y talento en Europa, dijo, en ciertos países hay más tradición científica que en otros. “En España, desafortunadamente, hay poca tradición científica y no es la mejor. No tenemos esa tradición que lleva a ciertos países a tener premios Nobel”.
La computación cuántica, detalló Martínez Pérez, surgió en la mente de algunos físicos para descifrar el comportamiento de electrones y átomos y simular el mundo. Pero sus aplicaciones son varias y pueden resumirse en tres: simulaciones (de moléculas o materiales), computación (resuelve problemas complejos en finanzas, IA y aprendizaje automático) y comunicaciones (desarrollo de redes seguras e irrompibles). China es líder en este último campo. “Incluso ha logrado la comunicación cuántica a través de satélites… La teleportación de la información a largas distancias ya es una realidad y se realiza de manera rutinaria. Muchas de estas tecnologías nacieron en Europa, pero China ha liderado su implementación”.
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