As¨ª se imaginan las ciudades sostenibles
Con una mirada en el pasado y otra adelantando tendencias e innovaciones, el IAAC experimenta, desde Barcelona, con tecnolog¨ªa, t¨¦cnicas y materiales para repensar el urbanismo del futuro
Huella de carbono, gesti¨®n de residuos, densificaci¨®n, eficiencia energ¨¦tica, materiales renovables... No se puede hablar de desarrollo sostenible sin reflexionar acerca del modelo de ciudad que necesitamos para que los entornos urbanos crezcan con el menor impacto posible sobre el medioambiente y aprovechando los recursos naturales. Parte de la conversaci¨®n lleva ya a?os instalada en el discurso p¨²blico y la concienciaci¨®n social es cada vez mayor, pero se necesitan cambios de mayor calado y de manera transversal que transformen la forma en que vivimos y c¨®mo construimos. Una idea que se encuentra precisamente en el centro de la labor educativa y de investigaci¨®n que, desde sus sedes de Barcelona y del parque de Collserola, lleva a cabo el Instituto de Arquitectura Avanzada de Catalu?a (IAAC).
Desde entonces, e inspirados por la cultura maker, la tecnolog¨ªa y la experimentaci¨®n han ido de la mano en cada uno de los 11 m¨¢steres y posgrados que imparte la instituci¨®n, adelantando tendencias y conversaciones y experimentando con t¨¦cnicas antiguas e innovadoras: Arquitectura Avanzada; Edificios Ecol¨®gicos y Biociudades; Dise?os Emergentes; Rob¨®tica y Manufacturada Avanzada... Cuando el IAAC abri¨® sus puertas en el barrio de Poble Nou, hace ya m¨¢s de dos d¨¦cadas, hablaban de dise?o y fabricaci¨®n digital cuando todav¨ªa nadie lo hac¨ªa; su primer prototipo, de 2001, ya usaba el internet de las cosas; y hace m¨¢s de una d¨¦cada que el esfuerzo vir¨® hacia la ecolog¨ªa, la madera y la construcci¨®n sostenible. La instituci¨®n tiene acuerdos con la UPC y el Center for Bits and Atoms del MIT estadounidense, entre otros, y sus laboratorios de fabricaci¨®n (Fab Labs) forman parte de una red de m¨¢s de 2.000 espacios similares repartidos por el mundo.
¡°El IAAC ha sido bastante pionero a la hora de detectar cu¨¢les han sido esas tendencias que van a marcar el futuro de las ciudades, la manera de habitar y los materiales con los que vamos a construir¡±, se?ala Daniel Ib¨¢?ez, nuevo director de una instituci¨®n que pretende, en los pr¨®ximos a?os, aumentar la proyecci¨®n nacional de una escuela cuyos alumnos son mayoritariamente for¨¢neos (en un 96-97 %). De lo que no hay duda hoy en d¨ªa es que, para poder contrarrestar los desaf¨ªos clim¨¢ticos, econ¨®micos y sociales hay que cambiar la forma en que dise?amos y construimos; y eso implica necesariamente mucha m¨¢s informaci¨®n. ¡°Nosotros trabajamos mucho con datos: cuando empezamos a hacer un edificio autosuficiente, si no tenemos datos del contexto, del ambiente, de c¨®mo se mueve el sol, en d¨®nde tiene realmente sentido el que haya ventanas o paneles fotovoltaicos... Cuando empezamos a planear un distrito urbano, si no entendemos datos relacionados con la econom¨ªa del lugar, la movilidad, temas de ambiente o gesti¨®n de residuos, es imposible hacerlo¡±, argumenta Areti Markopoulou, directora acad¨¦mica de IAAC. La instituci¨®n catalana dedica entre el 25 y el 30 % de sus ingresos a alg¨²n tipo de beca.
Materiales renovables y sostenibilidad
Innovar en arquitectura no siempre implica saltar hacia adelante. Las respuestas a los retos sociales y medioambientales a los que nos enfrentamos pueden estar en el pasado, pero tambi¨¦n en el entorno que nos rodea. Innovar, por ejemplo, puede significar construir usando materiales como la madera o la tierra, que se han usado durante siglos, reinterpretando su uso gracias a los datos que aporta la tecnolog¨ªa y con t¨¦cnicas tradicionales de los lugares m¨¢s diversos del mundo. ¡°?Por qu¨¦ construir en madera?¡±, se pregunta Ib¨¢?ez: ¡°La cuesti¨®n clave es la ambiental. Hacer un edificio de hormig¨®n es un foco de emisiones, mientras que otro de madera es un sumidero de ellas. El primero requiere hornos a 1.200 grados, lo que implica un gran desgaste energ¨¦tico; mientras que el segundo es un dep¨®sito de todo el carbono que el ¨¢rbol absorbe cuando crece y que se fija en la madera, donde permanecer¨¢ 100 o 200 a?os¡±. La innovaci¨®n est¨¢ en el empleo de madera contralaminada (o CLT, por sus siglas en ingl¨¦s), algo que, a?ade, ¡°est¨¢ revolucionando el sector de la construcci¨®n porque permite hacer, en vez de muros y forjados estructurales, fachadas estructurales¡±. En 2022 han presentado tambi¨¦n Mass Madera, una red nacional de expertos, empresas y organizaciones para promover la construcci¨®n en mader maciza industrializada.
Valldaura Labs es la sede del IAAC en el parque natural de Collserola, a las afueras de Barcelona. All¨ª se imparte el m¨¢ster en Edificios Ecol¨®gicos Avanzados y Biociudades (MAEBB, por sus siglas en ingl¨¦s), un programa inmersivo en una antigua mas¨ªa restaurada donde residen los estudiantes que, durante el a?o, se forman para entender c¨®mo hacer edificios ecol¨®gicos; recoger datos solares y t¨¦rmicos; huellas de carbono relacionadas con la materialidad del edificio... y otros muchos aspectos relacionados con la problem¨¢tica del cambio clim¨¢tico. Cada a?o, los alumnos dedican tambi¨¦n los ¨²ltimos meses a la fabricaci¨®n de un prototipo a escala 1:1: no solo lo dise?an, sino que lo definen, lo ejecutan, lo montan y lo viven; utilizando para ello materiales locales y madera del bosque adyacente, que explotan siguiendo un Plan de Gesti¨®n Forestal Sostenible. Ahora bien: ?es factible pensar en seguir creciendo sin hormig¨®n? No del todo, explica Markopoulou: ¡°Se trata de un material que a¨²n es necesario, pero hay que ir disminuyendo su protecci¨®n e ir compagin¨¢ndolo con otras materias¡±.
Proyectos como la torre de observaci¨®n forestal que est¨¢n construyendo los alumnos de este a?o; la Tiny House (2019), una peque?a casa autosuficiente capaz de generar su propia energ¨ªa y en la que los estudiantes experimentaron, por ejemplo, con geometr¨ªa plana dentro y con formas m¨¢s complejas fuera; la Quarantine House (2020) y el invernadero solar (2021). ¡°Hay una idea bonita que es la de volver a la naturaleza para aprender cosas que hab¨ªamos olvidado: cu¨¢ndo se corta un ¨¢rbol, c¨®mo se gestiona un bosque para no matarlo; qu¨¦ puedes hacer con la resina de un ¨¢rbol, con sus fibras... Hablamos de bioeconom¨ªa circular¡±, explica Vicent Guallart, fundador del IAAC.
No conviene olvidar que la sostenibilidad tiene tambi¨¦n una faceta humana y social. Daniel Sorial, un estudiante de Egipto de 27 a?os, curs¨® el m¨¢ster en Arquitectura Avanzada porque le ofrec¨ªa una visi¨®n general de las distintas disciplinas y c¨®mo est¨¢n relacionadas con la arquitectura, lo que abr¨ªa la posibilidad de dise?ar y perseguir una amplia variedad de intereses. ¡°Pero tambi¨¦n porque me permiti¨® investigar la relaci¨®n entre la neurociencia y la arquitectura, y c¨®mo los espacios afectan a la conducta cognitivo-emocional de los usuarios¡±. Algunos de los proyectos elaborados aqu¨ª por los estudiantes se orientan a repensar la densificaci¨®n de las ciudades; o a abordar la naturaleza de los edificios autosuficientes, donde trabajan en escenarios de emergencia con condiciones clim¨¢ticas extremas: por ejemplo, un edificio que es capaz de cambiar su techo para recoger agua, o que tiene paneles fotovoltaicos para recolectar energ¨ªa solar.
Innovaci¨®n en el ADN
Fabricaci¨®n digital, impresi¨®n en 3D, drones, experimentaci¨®n de nuevos materiales... ¡°Hace 20 a?os, cuando nosotros habl¨¢bamos de fabricaci¨®n digital, casi nadie lo conoc¨ªa, pero hoy es algo relativamente extendido¡±, recuerda Ib¨¢?ez. Pero ?en qu¨¦ consiste? ¡°B¨¢sicamente, t¨² le das a la m¨¢quina una geometr¨ªa totalmente digital, algo que hayas dibujado en el ordenador; el programa lo traduce y luego mueve una broca siguiendo el dise?o que has hecho¡±. Aunque la impresi¨®n 3D es una tecnolog¨ªa com¨²n en otras ¨¢reas, su uso en la construcci¨®n es completamente nuevo, y apenas existen prototipos que exploren su viabilidad. Uno de ellos es la 3D House, una peque?a casa de un habit¨¢culo construida en Valldaura, con tierra y gracias a esta tecnolog¨ªa.
¡°Hasta hace 50 a?os, la mitad de la poblaci¨®n mundial viv¨ªa todav¨ªa en casas de tierra. Y no fue sino hasta hace 10 a?os cuando, por motivos de contaminaci¨®n y sostenibilidad, nos dimos cuenta de que es un material de construcci¨®n muy bueno¡±, sostiene Edouard Cabay, codirector del posgrado en 3D Printing Architecture. ¡°La tierra es un material interesante porque no se ha necesitado nada de energ¨ªa para convertirla en material de construcci¨®n; es 100 % natural y sin contaminaci¨®n, y tampoco requiere transporte. Claro que tambi¨¦n hay alg¨²n inconveniente, como una menor resistencia al agua. Pero si lo dise?as bien, estos aspectos no lo convierten necesariamente en un mal edificio¡±, esgrime. ¡°Al ser un material tan antiguo, comunidades de todo el mundo han desarrollado durante siglos maneras de hacer que un edificio de tierra se comporte bien en su entorno tanto f¨ªsico, como clim¨¢tico y social¡±.
Imprimir un edificio con tierra, no obstante, es un camino novedoso en el que los pioneros carecen de referencias. ¡°Con cada cosa que hacemos, nos encontramos muchos peque?os problemas, y las soluciones las tenemos que inventar. Por eso, en vez de inventar todo desde cero, hay una importante labor de investigaci¨®n y documentaci¨®n¡±, explica Cabay. La impresi¨®n en 3D sirve, adem¨¢s, para crear prototipos de una manera r¨¢pida y f¨¢cil, mientras que en otras disciplinas el prototipo representa un gasto importante. ¡°Y, si le quitas el componente de impresi¨®n 3D, se trata de un tipo de construcci¨®n que ya se hace de alguna manera en los pa¨ªses en desarrollo, sobre todo en climas des¨¦rticos donde el agua no suele ser un problema¡±, dice Ib¨¢?ez.
Automatizaci¨®n, rob¨®tica y personalizaci¨®n
¡°Lo que trabajamos en el IAAC es c¨®mo la automatizaci¨®n y la rob¨®tica pueden permitirnos construir con la experiencia de la gente, con los artesanos locales¡±, se?ala Markopoulou. ¡°Antes, para hacer una fachada donde cada l¨¢mina era diferente y ten¨ªa su propia orientaci¨®n, el coste era alt¨ªsimo. Pero nosotros hemos visto que, para hacer una fachada con l¨¢minas, es interesante que siga el movimiento del sol, para conseguir el m¨¢ximo confort interior. Y tambi¨¦n experimentamos tanto con robots a¨¦reos (drones) como de suelo (rovers), que tambi¨¦n pueden escanear ambientes y sacar datos.
Todos estos usos tienen aplicaciones pr¨¢cticas e inmediatas: por ejemplo, al remodelar un edificio, vuelas el dron y puedes tener un escaneado preciso, pero no solo de las formas, sino tambi¨¦n a nivel t¨¦rmico, para saber d¨®nde hace m¨¢s calor y m¨¢s fr¨ªo. Se trata de un tipo de tecnolog¨ªa que puede aplicarse en m¨²ltiples escalas, desde un simple edificio al propio valle de Collserola, donde tienen un proyecto de agricultura rob¨®tica con el que ver el estado de las plantas, monitorizar un gran espacio para detectar los mejores lugares para cada tipo de agricultura o medir la calidad de la tierra.
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