?Qui¨¦n se queda con la casa tras el divorcio? El c¨®nyuge discapacitado que la adapt¨® no tiene preferencia, aclara un tribunal
La Justicia recuerda que lo importante en estos conflictos es el bienestar del menor, no el de los padres
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Un a?o. Es el plazo que la justicia le ha dado a Hern¨¢n (nombre ficticio creado por la inteligencia artificial del Poder Judicial) para dejar su casa. La Audiencia Provincial de Madrid as¨ª lo ha ordenado en una sentencia, de 9 de mayo. El fallo, que no hab¨ªa trascendido a la prensa especializada en asuntos legales hasta el momento, resulta de inter¨¦s por tocar un foco com¨²n de disputas: qui¨¦n se queda con la casa familiar tras el divorcio. Y m¨¢s al detalle, resuelve un caso de laboratorio: c¨®mo actuar si la vivienda familiar ha sido reformada y adaptada a las necesidades de uno de los c¨®nyuges, quien padece una discapacidad.
En esta encrucijada, la Sala rescata una de las m¨¢ximas que sostienen el Derecho de Familia: es el bienestar de los menores implicados, y no el inter¨¦s de padres, el que debe inclinar la balanza. Bajo este paraguas, la audiencia concluye que haber reformado la casa no otorga un derecho preferente de uso para el marido discapacitado. M¨¢xime, agrega, cuando es la madre la que ostenta la custodia del menor. Es decir, conceder dicha ventaja al padre implicar¨ªa apartar al ni?o del hogar donde creci¨®.
La Justicia opta por una opci¨®n intermedia: un uso compartido y alterno por un plazo de un a?o de la vivienda, comenzando por el padre. En un primer momento, el juez de instancia le dio la raz¨®n al esposo. Esta sentencia primaria, que ahora revoca la Audiencia, vio justo otorgar a la madre la guarda y custodia del hijo de ocho a?os, mientras que al padre le concedi¨®, en exclusiva, el disfrute del domicilio familiar.
El juez valor¨® que, en vista de la delicada situaci¨®n del exmarido, quien padec¨ªa una discapacidad del 33% tras un accidente laboral, se le deb¨ªa aplicar este trato de favor. Por tanto, era justo que ¨¦l se quedase con el disfrute de la casa, al menos, hasta que se disolviese la sociedad de gananciales.
La misma sentencia condenaba al progenitor a pagar una pensi¨®n de 300 euros a la madre, quien no contaba con trabajo estable ni ingresos. El fallo remarca que ella est¨¢ inscrita en una empresa de trabajo temporal y busca un trabajo estable; mientras que ¨¦l recibe una pensi¨®n de 1.020,63 euros mensuales y percibe una prestaci¨®n por desempleo por haber trabajado en la ONCE de 772 euros. Su discapacidad, a?ade la Sala, lo es simplemente para su trabajo habitual.
Correcci¨®n
La Sala respeta la decisi¨®n del juez en cuanto a la pensi¨®n de alimentos (rechaza que haya que rebajarla, como ped¨ªa el padre), pero discrepa en lo que respecta a la casa familiar. Los magistrados razonan que el padre puede adaptar otra vivienda, o bien, buscar una ya adaptada. No hay que olvidar que la casa tiene naturaleza ganancial, es decir, pertenece a los dos c¨®nyuges. Por lo que, dada las necesidades del menor y del progenitor paterno, la Audiencia corrige la decisi¨®n del juez y concluye que debe darse un uso alternativo de la vivienda de un a?o, empezando por el marido, para posteriormente continuar la progenitora.
De esta manera, el esposo con discapacidad tendr¨¢ tiempo para encontrar una alternativa habitacional.
¡°No se trata de romper contacto entre padre e hijo sino de adaptar la situaci¨®n a la realidad por el bien supremo del menor¡±, recuerda el tribunal madrile?o.
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