La hora de la verdad para el nuevo capitalismo
La pandemia obliga a las corporaciones a demostrar su compromiso con la sociedad m¨¢s all¨¢ de los accionistas
Intente olvidarse del coronavirus y volver la vista atr¨¢s. Al 24 de junio de 2019. Ese d¨ªa, The New York Times public¨® una carta firmada por multimillonarios como George Soros, Chris Hughes (uno de los fundadores de Facebook) y otros muchos solicitando un impuesto (moderado) a la riqueza. Larry Fink, el director de Black?Rock y te¨®ricamente el hombre m¨¢s poderoso del mercado, lleva dos a?os hablando de que las corporaciones deben pensar no solo en los accionistas, sino en ¡°los empleados, los clientes y las comunidades donde operan¡±. Miles de compa?¨ªas, tambi¨¦n las espa?olas, han estado desde entonces repitiendo que conseguir valor para el accionista no es su ¨²nico objetivo. Pues bien, ha llegado la hora de la verdad. ?Ser¨¢ la respuesta a esta crisis distinta a la de 2008? ?Se acordar¨¢n las empresas, dentro de su margen de actuaci¨®n, de esos ¡°grupos de inter¨¦s¡±?
Desde luego, en los accionistas s¨ª han pensado. Este mes, con la alarma sanitaria encima, las compa?¨ªas cotizadas han seguido pagando dividendos y han acelerado la compra de acciones para autocartera aprovechando el desplome burs¨¢til con un doble objetivo: conseguir importantes descuentos sobre sus propios t¨ªtulos para, cuando se recupere el mercado, poder colocarlos a precios mayores y obtener plusval¨ªas, y, en segundo lugar, evitar que los accionistas se vean tan perjudicados por el desplome, aunque esto ¨²ltimo sea algo pr¨¢cticamente imposible dadas las circunstancias. La excepci¨®n la puso Inditex el mi¨¦rcoles, cuando decidi¨® por primera vez en su historia que congelar¨ªa ese pago hasta que la situaci¨®n se empiece a normalizar.
Del lado del empleo, la reacci¨®n tambi¨¦n ha sido inmediata. Aunque el dato exacto no se conocer¨¢ hasta que se publiquen las cifras de marzo, muchas empresas han empezado a rescindir contratos temporales. Una minor¨ªa, la que no puede facilitar el teletrabajo a sus empleados y tiene que parar la actividad, ha optado por mandar de vacaciones a su plantilla, pero esto no ha sido en absoluto la norma. S¨®lo las medidas anunciadas por el Gobierno el martes han ayudado a contener una segura sangr¨ªa de ERE incentivando mecanismos de flexibilidad, como los ERTE, que evitan los despidos. Cuando se publiquen estas l¨ªneas se habr¨¢n contabilizado decenas de miles de solicitudes de suspensi¨®n de empleo temporales en todo el territorio. La consigna ha sido recortar gasto fijo de forma inmediata, aun cuando las previsiones hablaban de que el par¨®n de actividad iba a ser de solo dos semanas.
En esta debacle sanitaria y social, los planes estrat¨¦gicos de las compa?¨ªas tambi¨¦n han ido cambiando sobre la marcha. Lo tercero que ha sucedido es una ola de profit warning (advertencia de recortes de las previsiones) que ha recorrido las Bolsas. Apple, Microsoft, Danone, Mastercad, Barclays, BMW¡ Las empresas de restauraci¨®n sufren como nunca. El grupo franc¨¦s Sodexo, uno de los m¨¢s grandes del mundo, advirti¨® el martes que el virus puede costarle 2.000 millones en ventas y dej¨® en el aire sus pron¨®sticos para este a?o. Tambi¨¦n las textiles. El propietario de Primark, Associated British Foods, augura una gigantesca ca¨ªda de ventas tras haber cerrado el 20% de su espacio comercial (todas las tiendas en Italia, Francia, Espa?a y otros pa¨ªses), seg¨²n The Guardian. Los anuncios se han sucedido en Espa?a. Caixabank, Inditex, Meli¨¢, Merlin Properties, Amper, Adolfo Dom¨ªnguez¡ La lista es tan larga como las colas en los supermercados, y los problemas descritos, parecidos. Lo que difiere de unas y otras compa?¨ªas es el optimismo.
Caixabank hablaba el mi¨¦rcoles de que ser¨¢ una recesi¨®n ¡°corta y severa¡±. La famosa V: una ca¨ªda en picado de la actividad y una recuperaci¨®n igualmente r¨¢pida. Un d¨ªa antes, analistas de BlackRock dec¨ªan que, si bien los movimientos del mercado pueden recordar a 2008, esto no ser¨¢ una repetici¨®n: ¡°Las estrictas pol¨ªticas de contenci¨®n y distanciamiento social llevar¨¢n a la actividad a caer casi a un punto muerto, pero si se toman medidas agresivas de pol¨ªtica fiscal y monetaria para salvar a las empresas y los hogares, la actividad deber¨ªa regresar r¨¢pidamente con escaso da?o econ¨®mico permanente¡±. Algunas compa?¨ªas solo hablan de que tienen retrasos, pero no significativos, que har¨¢n caer su facturaci¨®n y que mientras las fronteras no est¨¦n cerradas al tr¨¢nsito de mercanc¨ªas, todo est¨¢ relativamente controlado.
Cambio de actitud
En cualquier caso, los economistas y expertos consultados creen que sin un cambio de actitud de toda la sociedad (y r¨¢pido) la recesi¨®n ser¨¢ dram¨¢tica. ¡°S¨¦neca dec¨ªa que la adversidad es ocasi¨®n de virtud. Las crisis hacen que demuestres qui¨¦n eres, qu¨¦ priorizas. Esta va a demostrar qui¨¦n estaba comprometido¡±, reflexiona Pascual Berrone, profesor de direcci¨®n estrat¨¦gica en el IESE. CC OO y UGT reclaman que las medidas de flexibilidad interna que el Gobierno ha puesto a disposici¨®n de las empresas se vinculen a la prohibici¨®n de utilizar otros mecanismos de ajuste, como despidos o la no renovaci¨®n de contratos temporales. Ocurre en los ERTE, donde las bonificaciones en la cotizaci¨®n est¨¢n condicionadas a que se mantenga el empleo durante seis meses. Pero si esto se alarga, las centrales van m¨¢s all¨¢ y piden que quien use dinero p¨²blico limite el reparto de dividendos o la percepci¨®n de bonus entre el personal directivo.
Sin ir tan lejos, Alfred Vernis, del departamento de direcci¨®n general y estrategia de Esade, piensa que esto no debe terminar desembocando en el consabido business as usual. ¡°O reinventamos las empresas y los sistemas productivos, o¡ [silencio] este es un buen momento para innovar, pero tengo mis dudas de que las empresas lo entiendan¡±. Las mismas compa?¨ªas que durante los ¨²ltimos a?os reclamaban bajadas de impuestos (tambi¨¦n las peque?as) miran ahora al Estado necesitadas de soluciones urgentes. ¡°Cierto capitalismo dec¨ªa que el sector p¨²blico es improductivo. Pero un sector p¨²blico fuerte que apoye pol¨ªticas para evitar que los trabajadores terminen en el paro, algo que parece de izquierdas, no lo es, es de todo color pol¨ªtico. No puede ser que las grandes multinacionales no est¨¦n pagando los impuestos que deben¡±. Vernis habla de la econom¨ªa maravillada en el pasado por empresas emergentes, que van a quedar desnudas cuando baje la marea. ¡°Los Glovo, Uber, Airbnb¡ no tienen ning¨²n sentido. Van a ser flor de un d¨ªa¡±. Enrique Gonz¨¢lez, profesor de Econom¨ªa en Icade, insiste en que el modelo de ganar dinero sin tener en cuenta lo dem¨¢s puede tener los d¨ªas contados. ¡°Se pone en cuesti¨®n el propio sistema¡ No es de recibo que las empresas se aprovechen de las circunstancias. Deben tener cuidado porque en los tiempos actuales los errores tienen un gran coste. La visi¨®n a corto plazo que puede favorecer al accionista o al ejecutivo es pan para hoy y hambre para ma?ana. El accionista no debe quedar desprotegido, pero tampoco las dem¨¢s personas involucradas¡±.
Habr¨¢ empresas dispuestas a utilizar beneficios retenidos para pagar salarios y no echar a nadie, calcula Pascual Berrone, y otras que no. ¡°Haciendo una analog¨ªa con la enfermedad, eso ser¨ªa como el paracetamol. Luego, dependiendo de cu¨¢nto dure, habr¨¢ necesidad de respiradores y se dar¨¢n situaciones donde realmente muchas empresas desaparecer¨¢n. Por eso es tan necesario que las pol¨ªticas sean coordinadas¡±.
Desde For¨¦tica, su director de desarrollo corporativo, Jaime Silos, recuerda que en este desplome global del mercado las compa?¨ªas m¨¢s sostenibles de Europa ¡°han ca¨ªdo un 5% menos que sus ¨ªndices de referencia¡±. Quiz¨¢ tenga raz¨®n, pero ejemplos recientes de pr¨¢cticas anticompetitivas, desde el esc¨¢ndalo de las emisiones de Volkswagen hasta los m¨¢s cercanos casos de corrupci¨®n e irregularidades en empresas espa?olas, no han merecido grandes reproches por parte de los consumidores ni de los accionistas.
?Ser¨¢ ahora distinto? Ram¨®n Pueyo, socio responsable de sostenibilidad y buen gobierno de KPMG, s¨ª cree que ¡°la sociedad tiene memoria¡± y que recordar¨¢ a aquellas compa?¨ªas que hayan arrimado el hombro. ¡°Vivimos un momento que no tiene parang¨®n, es como si la actividad econ¨®mica se estrellara contra un muro. Se dar¨¢n casos de patriotismo empresarial, igual que ocurri¨® tras el crash de 1929 o tras la II Guerra Mundial¡±.
Sin ir tan atr¨¢s, Gayle Allard, profesora de Econom¨ªa de IE University, recuerda que 2008 fue una oportunidad buen¨ªsima para aprender. Cruza los dedos para que Espa?a no la desaproveche. ¡°Si de verdad nos importa la responsabilidad social corporativa (RSC), hay que defender al trabajador. Si no se despide a la gente, con medidas para trabajar menos horas y cobrar menos pero estando en plantilla, cuando esto termine, las empresas seguir¨¢n contando con trabajadores con experiencia y adem¨¢s estos tendr¨¢n cierta lealtad hacia las compa?¨ªas¡±. Lo mismo pide para los aut¨®nomos. ¡°Hay que hacer lo mismo que Alemania¡±.
L¨¢stima que ambas econom¨ªas, la espa?ola y la germana, se parezcan como un huevo a una casta?a. Desde Fedea, Marcel Jansen opina que al menos ahora las decisiones son r¨¢pidas y contundentes. Algo se ha aprendido. ¡°El mensaje de ayer [por el martes] de S¨¢nchez sobre hacer ¡®lo que haga falta¡¯ vino acompa?ado de un llamamiento a la responsabilidad social. Si vamos a regar la econom¨ªa con 200.000 millones, las empresas no tendr¨¢n argumentos para proceder a ajustes duros. Por lo menos hasta que no se haya aclarado la situaci¨®n econ¨®mica y la duraci¨®n de la crisis¡±.
Se trata de caminar juntos y compartir las p¨¦rdidas. ¡°Si el par¨®n es breve, las empresas deben liberar recursos no pagando dividendos, manteniendo la relaci¨®n con los trabajadores, que a su vez deber¨¢n comprometerse a compensar a las compa?¨ªas el resto del a?o. Todos tenemos que contribuir para evitar una crisis duradera¡±, insiste Jansen.
Pol¨ªtica irresponsable
Seis meses despu¨¦s de la ca¨ªda de Lehman Brothers, Espa?a perd¨ªa 1,3 millones de puestos de trabajo. Desde aquel entonces, dice el portavoz de Fedea, no se ha resuelto la dualidad laboral (contratos muy endebles frente a otros con una amplia protecci¨®n). El pa¨ªs tampoco se ha dotado de un colch¨®n fiscal para afrontar nuevas recesiones. ¡°Eso significa que Espa?a, unilateralmente, puede no ser capaz de desarrollar medidas sin cobertura europea. Hemos estado a?os con una pol¨ªtica fiscal irresponsable, manteniendo rebajas de impuestos con un 14% de desempleo y una relaci¨®n deuda/PIB que roza el 100%¡±. Francisco Rom¨¢n, presidente de la Fundaci¨®n Seres, recuerda por correo electr¨®nico que ¡°la fortaleza de las empresas se materializa en la solidez de las comunidades de las que forman parte¡±. Demostrar esa solidez como sociedad es lo que necesita el pa¨ªs para salir adelante con los menores da?os posibles.
"No queremos despedir, pero..."
Las patronales empresariales no creen que este sea un buen momento para abrir un debate sobre el futuro del capitalismo. ¡°El escenario no tiene nada que ver con el que se presenta ahora, que es la consecuencia de una crisis sanitaria catastr¨®fica nunca vista¡±, responden en la C¨¢mara de Espa?a. ¡°Ninguna empresa, ni grande ni peque?a, quiere despedir a uno solo de sus trabajadores, pero ante una ca¨ªda radical en los ingresos necesitan mecanismos para recortar los gastos, mientras dure esta situaci¨®n absolutamente excepcional. Los ERTE son una v¨ªa para preservar el empleo, no para destruirlo¡±, insisten. Cepyme calcula que si solo dura un mes, la paralizaci¨®n supondr¨¢ la p¨¦rdida de 300.000 puestos.
La prioridad para evitar cat¨¢strofes mayores, apoya desde la UOC Josep Llad¨®, es sostener las rentas, ¡°y eso quiere decir muchas cosas: hipotecas, alquileres, suministros, bonificaci¨®n de contratos, subsidios por salario perdido¡¡±. Tambi¨¦n con decisiones imaginativas, como la que propone Alfred Vernis desde Esade: empecemos a pensar en jornadas laborales cortas, en semanas de cuatro d¨ªas para repartir el trabajo. ¡°No es ninguna locura. Hemos de reinventarnos sin miedo, aprendiendo y mirando al largo plazo, con sistemas regionales fuertes¡±. La superaci¨®n de esta crisis ser¨¢ secuencial, insisten en las C¨¢maras. ¡°Lo primero es la salud, lo segundo es la supervivencia de las empresas, despu¨¦s la recuperaci¨®n ¡ªesperemos en forma de V, no de U ni de L¡ª y, por ¨²ltimo, la reconstrucci¨®n¡±. Crucemos los dedos.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
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