Los goles millonarios de los agentes de los futbolistas
Las comisiones por traspasos de jugadores se multiplican por cuatro desde 2015 y suman 579 millones de euros
El fútbol es un ajedrez de cristal. Hay reyes (propietarios), reinas (presidentes) y torres (representantes), pero la maravilla del juego es que los peones (aficionados) son capaces también de dar jaque mate. Esta metáfora muestra un deporte con relaciones complejas. Los intermediarios, ya sea bajo el sinónimo de agentes o representantes, han vivido durante a?os en ese lugar común que es la opacidad y la falta de transparencia. Hay algo en ello de realidad y algo de mito. Pero lo cierto es que les ha alcanzado el siglo XXI y el negocio se fractura en dos. Por un lado, el agente, escribamos, “tradicional”, centrado en conseguir el mejor contrato posible y extenderlo a través de los equipos, y de otro, una mirada más nueva en la que el nombre y el apellido es sustituido por la nomenclatura de una empresa y se ofrece al futbolista “todo”. El adverbio envuelve asesoramiento fiscal, patrimonial, cuidados médicos, adquisiciones inmobiliarias, seguridad privada. A su alrededor, claro, amigos, allegados, familiares y conocidos también proponen sus servicios. Eso que en el argot del fútbol llaman “entorno”. Eso que el dramaturgo Tennessee Williams describiría como “un zoo de cristal”. Especialmente por la fragilidad. Los contratos se suelen firmar por dos a?os y las lealtades van y vienen.
Pese a todo, resulta, hasta ahora, un negocio enorme. Las comisiones de los agentes por transferencias de jugadores alcanzaron en el mundo —acorde con la ?FIFA— el récord de 653,9 millones de dólares (579,2 millones de euros) el a?o pasado. Equivale a cuatro veces la cantidad ganada durante 2015. Y es un 19,3% más que en 2018. Este dinero atrae a cientos de personas. En Espa?a hay unos 600 intermediarios. Aunque solo un 15% —calcula el sector— está realmente activo. ?Muchos? En el Reino Unido existen 2.278 representantes individuales. Frente al exceso de agentes, hay escasez de talento. Por eso aumenta la presión por encontrarlo y se busca más joven y en más geografías. “Ahora se ficha a los chicos con 12 o 13 a?os, casi en edad infantil. No me parece honesto. Se ganan a sus padres con regalos, botas, ropa de marca. Son críos que están en edad de formación, no bienes inmuebles. Estudiar es la prioridad. Pero no es así. Se quiere atar a los jóvenes con cláusulas abusivas. ?Cómo se puede tener un contrato de 5.000 euros y una penalización por rescisión de 100.000 euros? ?De qué forma van a pagar eso sus padres?”, critica Manuel García Quilón, uno de los agentes más reconocidos de Espa?a.
Los familiares pagan por la esperanza. Pese a la soledad, incluso, de llegar. “No quiero ser la mejor. Es un lugar en el que te quedas sola y yo no quiero andar sola”, escribió la escritora argentina Hebe Uhart. “Pero la ratio de éxito resulta muy baja. Solo hay que pensar, por ejemplo, en los cadetes del ?Real Madrid de hace 20 a?os. ?Cuántos han llegado a vivir del fútbol?”, se cuestiona Ginés Carvajal, representante de Lucas Vázquez y Dani Carvajal (Real Madrid), Jesé (Sporting de Lisboa) o Marc Muniesa (Al-Arabi). La exigencia resulta enorme y aprieta el “entorno”. “Hay familias que ayudan más y otras menos. Algunas meten una gran presión al chico, cuando lo que tiene que hacer es divertirse y estudiar. Pero los clubes los tratan como profesionales. Porque no son una oenegé. No buscan médicos o ingenieros, demandan futbolistas, y si el chaval no quiere estudiar, tampoco es un drama para la entidad”, relata Carvajal.
Presión
?scar Ribot, experiodista del diario As y antiguo jefe de comunicación del Real Madrid, sostiene que “hay que quitar la presión del éxito a los chicos; el éxito”, dice, “no es que jueguen en Primera, sino que hagan las cosas bien en cada momento”. Lejos de la palabra impresa, Ribot es consejero delegado de la agencia de representación Best Of You. Una empresa creada en 2012 que tiene fuertes vínculos con el Real Madrid. Representa, entre otros, al centrocampista del primer equipo Casemiro. Pero además su ecosistema de relaciones incluye a los exjugadores blancos Roberto Carlos, Figo, Xabi Alonso o ?lvaro Arbeloa. Las agencias de futbolistas son un complejo LinkedIn de afinidades que toman partido. “Nuestro modelo resulta similar a una compa?ía estadounidense de representación de deportistas. Miramos en 360 grados. Un agente no solo firma contratos o cambia al jugador de club. Tenemos un equipo legal, fiscalistas, gestores de patrimonio, médicos propios e incluso, si es necesario, le hacemos la casa”, desgrana ?scar Ribot. También, en una época digital, aportan comunicación y marketing al jugador. Comparten puerta —las oficinas de ambas compa?ías ocupan la planta 24? del edificio Torre Europa, con vistas al Santiago Bernabéu, en la Castellana de Madrid— con la agencia HMG, presidida por Yago Arbeloa, hermano del exfutbolista y embajador del club blanco ?lvaro Arbeloa.
El juego se ha vuelto más competitivo y complejo que nunca. “Porque hay más dinero en circulación que talento”, observaba en EL PA?S Jorge Valdano, excampeón del mundo con Argentina. Por eso se busca jugadores cada vez más jóvenes. “El negocio ha cambiado bastante. Jamás pensé que iba a representar a un chico de 15 o 16 a?os. Ahora nuestro jugador más peque?o tiene 13 a?os. Porque el modelo que defendemos es similar a una academia profesional y resulta más difícil explicar a un chico de 18 o 19 a?os qué actitud debe tener. No es fácil. Tienen que ser maduros muy pronto”, indica Ribot. Además, los chicos son frágiles. Pasan por la vida y esta, a veces, trae compa?ías inciertas, afectos rotos, desencuentros con los entrenadores, lesiones. “A los chavales que han tenido un momento bajo les damos la posibilidad de hablar con futbolistas profesionales, como Casemiro, para que les orienten; porque todos nos hemos confundido alguna vez”, reflexiona el intermediario. Entre errores y aciertos, Best Of You se expande. Colombia, Brasil y China. En el gigante asiático crece de la mano de Pedro Granero —hermano de otro madridista, Esteban Granero—, quien ha vivido 15 a?os en el país.
Rueda la pelota, gira el balón y se golpean las ilusiones. Incesantemente. René Ramos (due?o de RR-Soccer Management Agency y hermano y representante de Sergio Ramos, defensa del Real Madrid) es una de las voces profundas de este oficio. Lleva 16 a?os. Defiende palabras que conoce muy bien. Representa a 32 jugadores, tiene una plantilla de 15 empleados (incluidos ojeadores) y oficinas en Madrid y Sevilla. Además, trabaja con personas de confianza en la intermediación de operaciones en las grandes ligas europeas. Francia, Alemania, Italia, Inglaterra, Portugal. Su fórmula es también de 360 grados. Va desde la nutrición hasta el asesoramiento legal. Reivindica esa geometría, pero a la vez el esfuerzo.
“Me molesta mucho ese lugar común de que esto es jauja. Este oficio es de una enorme responsabilidad: trabajas con el presente y el futuro de personas. Y hay que sacrificar tiempo personal, con la familia, viajar constantemente. Las operaciones no llaman solas a la puerta. Me encanta mi trabajo, pero está lejos de ser un patio de recreo”, narra Ramos. Es el resultado de una gramática franca. Ha dicho que no a varios fondos de inversión y también a los jugadores menores de 16 a?os. “Por debajo de esa edad son ni?os y lo que tienen que hacer es estudiar y divertirse con el fútbol”. Sin embargo, este deporte no escapa a la condición humana ni al dinero. “Hay padres que presionan a sus hijos porque les ven como una vía para que les saquen de sus propios problemas”, advierte el responsable de RR-Soccer Management Agency. “Y no puede ser”. Además, a diferencia de Jorge Valdano, no cree que haya escasez de talento. René Ramos lo busca, sobre todo, en Espa?a. Lo reconoce, entre otras, en las canteras del Celta, Espa?ol, Almería, Sporting de Gijón. Aunque admite que en los “últimos cinco a?os este negocio ha cambiado mucho”.?La FIFA advierte de que algunos de esos cambios han ido demasiado lejos. El a?o pasado, acorde con la organización que rige el fútbol internacional, se gastaron 5.600 millones de libras (unos 7.500 millones de euros al cambio actual) en traspasos. Y como hemos visto, los agentes ganaron 580 millones de euros en comisiones.
El 80% lo desembolsaron equipos de Italia, Inglaterra, Alemania, Portugal, Espa?a y Francia. La FIFA quiere limitar en septiembre de 2021 la comisión de los agentes a un máximo del 10% de la tarifa de cada transferencia (la NBA fija el 4% y la NFL, el 3%) y a un 3% del salario que recibe el jugador. La misma ratio que podrán facturar los representes de los clubes que participen en el traspaso. Los agentes se oponen. “No tiene lógica. ?Por qué no el 2% o el 6%? El porcentaje te lo da cada operación”, apunta René Ramos. En el fondo, el organismo persigue limitar el poder sobre el juego de superagentes como Jonathan Bar?nett —quien, según la revista Forbes, ganó en 2019 al menos 114,8 millones de euros en comisiones—, Jorge Mendes (105,8), Mino Raiola (63) o Volker Struth (39,2). Ahora bien, ?de qué manera afectará a los peque?os? “El escenario más habitual”, sostiene la FIFA, “son cifras entre 10.000 y 100.000 dólares”. “Poner el tope del 3% deja fuera del negocio a los intermediarios que trabajan con jugadores con salarios bajos”, alerta Jorge Mendes en el periódico británico City A.M.
Gran competencia
Esas palabras las escucha desde Argentina Joan Salvans, antiguo miembro del departamento técnico del Valencia y uno de los impulsores de First Players Agency. Trabajan sobre todo en la tierra de Maradona y Japón. Son muy jóvenes. La empresa lleva tres a?os en marcha. “Todavía estamos en los primeros, segundos y terceros contratos, nuestro propósito es captar talento para las ligas europeas”, comenta Salvans. Su operación más conocida es el fichaje del central argentino Nehuén Pérez (19 a?os) por el Atlético de Madrid. Saben la cancha que pisan. “La competencia resulta enorme y cada vez hay más representantes”, admite. Pero así es su mundo, no existe otro. Javier Coso Ruiz, arquitecto de formación, responsable de JCRsport Goalkeeper, es consciente de que “lo difícil es tener un jugador. Porque hay muchos que quieren intermediar para ganar la comisión”. Suma cuatro a?os en el oficio y representa a Vicente Guaita, portero del Crystal Palace inglés. “Lo más importante es decirle la verdad a los chicos [sobre sus posibilidades], duela más o menos”, puntualiza el agente. Este juego solo resulta redondo cuando es sincero.
El 'mago' Mendes
Mino Raiola, Jonathan Barnett, Tom Condon, Todd France, Volker Struth. El fútbol está más en las manos de ciertos representantes que en los pies de los futbolistas. Algunos intermediarios son casi más poderosos que sus clientes. Ninguno, desde luego, tiene la presencia mediática del portugués Jorge Mendes, quien, además de representar a través de su famosa Gestifute a Cristiano Ronaldo, ha establecido un modelo de negocio que es un círculo “virtuoso” basado en recolocar de manera sistemática a sus representados en las ligas europeas. La bitácora futbolera TugaScout cuenta este eterno retorno de sus protegidos. Diogo Jota ha pasado por el Atlético de Madrid, Oporto y Wolves; Radamel Falcao ha jugado en el Oporto, Atlético de Madrid y Mónaco, y Felipe Augusto despertó el interés de cinco equipos relacionados con Mendes antes de cumplir los 25 a?os. El intermediario luso ha armado un lucrativo sistema maltusiano donde cada firma es un gol económico y los despachos son el campo de juego. Y rueda mucho dinero. Los clubes portugueses —explica la ?FIFA— manejaron 78,1 millones de dólares (69,1 millones de euros) en comisiones el a?o pasado.
Este mecanismo-negocio es el que ha situado a Jorge Mendes bajo la vigilancia de la Fiscalía portuguesa, que, entre otros, investiga, según la prensa del país, los contratos de Danilo, James Rodríguez, Falcao y Casillas. El presunto delito suena familiar: ocultación fiscal. En Espa?a, Ronaldo, Messi, Xabi Alonso, ?ngel Di María, Falcao, Marcelo y James Rodríguez han tenido problemas parecidos con Hacienda. Los representantes se protegen de esta otra pandemia. Frente a su reputación y frente a su posible responsabilidad penal. En la web de la todopoderosa Stellar Group, que representa al madridista Gareth Bale, se lee: “El Grupo Stellar se rige por una incuestionable política en lo que a impuestos se refiere; no se facilitará, tolerará ni consentirá la evasión de impuestos por nuestros clientes, agentes o proveedores ni en las jurisdicciones en las que operamos ni en ninguna otra”.
Esa advertencia es un cambio profundo. Los tiempos de la justicia vienen siempre con retraso y esos grandes casos espa?oles responden, sobre todo, a los ejercicios entre 2009 y 2014. También a una Hacienda en guardia. “A partir de 2012, el fisco hace una revisión exhaustiva a los futbolistas de élite. Además, surge un cambio de interpretación, frente a unas normas que estaban generalmente aceptadas, sobre los derechos de imagen”, comenta Roberto ?lvarez, experto en fiscalidad deportiva y socio del bufete Cuatrecasas, para justificar el gran número de investigados. Pero hay una razón más profunda que la mera interpretación tributaria. “Los agentes empiezan a entender que el asesoramiento legal y fiscal resulta básico en la imagen de un futbolista. Antes no querían a los fiscalistas, ahora nos ven como una solución”, reflexiona ?lvarez. Un cambio de campo.
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