Las aerol¨ªneas se enfrentan a su vuelo m¨¢s incierto
El sector a¨¦reo, el m¨¢s castigado por la crisis del coronavirus, necesitar¨¢ ayudas por m¨¢s de 150.000 millones.
Corre estos d¨ªas por las redes sociales un v¨ªdeo de algo m¨¢s de ocho minutos y medio (que merece la pena escuchar en su totalidad) sobre una conferencia de Bill Gates en 2015 donde aseguraba que no estamos listos para el pr¨®ximo estallido mundial, el cual no iba a pasar por una guerra mundial, sino por un virus. Fue hace cinco a?os y la pandemia ha llegado seguramente antes incluso de lo que podr¨ªa imaginar el visionario multimillonario estadounidense.
Y ocurre que los efectos se han extendido de forma tan r¨¢pida que lejos de guerras mundiales (en este caso, principalmente comerciales) que se estaban librando en estas fechas entre algunas grandes potencias hayan dado paso a lo contrario, a acuerdos internacionales y a medidas m¨¢s o menos coordenadas para hacer frente al virus y, sobre todo, al fuerte impacto que est¨¢ teniendo en las econom¨ªas y en las empresas de todo el mundo. Por ejemplo, las bajas de tipos en EE UU o la inyecci¨®n de 750.000 millones de euros aprobada por el BCE tras un nocturno consejo de urgencia.
Ese es el panorama que circunda el mundo. La mayor parte de las industrias y de las organizaciones empresariales han aplaudido en l¨ªneas generales las decisiones de los Gobiernos de los pa¨ªses, como ha ocurrido en Espa?a. Sin embargo, hay sectores que piden medidas espec¨ªficas. Es el caso, sobre todo, de las aerol¨ªneas, sin duda el colectivo m¨¢s castigado por la crisis. Como muestran los datos que ofrecieron el jueves la vicepresidenta y ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, y el ministro de Transportes, Jos¨¦ Luis ?balos, en rueda de prensa: ca¨ªda entre el 70% y 80% del consumo de queroseno (combustible que se utiliza en la aviaci¨®n) y del 50% de los vuelos.
Una situaci¨®n dram¨¢tica que tambi¨¦n es palpable en Bolsa, donde las compa?¨ªas a¨¦reas han perdido cantidades enormes de su valor (el grupo IAG, al que pertenece Iberia, se ha dejado 67% en lo que va de a?o). Ante tanta adversidad, los grupos a¨¦reos se encuentran con la soga al cuello y pidiendo ayudas, justamente cuando hace pocas fechas se estaba hablando de que se les iban a subir los impuestos y las tasas. El c¨¢lculo sit¨²a entre 150.000 y 200.000 millones de d¨®lares (entre 130.000 y 175.000 millones de euros) de aportaci¨®n de dinero p¨²blico para sobrevivir, seg¨²n la asociaci¨®n internacional de l¨ªneas a¨¦reas IATA.
De momento, tienen que recurrir a expedientes de regulaci¨®n, como el caso de Iberia, que ha mandado a casa temporalmente a 13.900 empleados, el 80% de la plantilla. En Italia, el Gobierno tuvo que salir al rescate de Alitalia, algo que no se descarta en otros pa¨ªses. Y en Estados Unidos, las aerol¨ªneas pidieron m¨¢s de 50.000 millones de d¨®lares en asistencia gubernamental.
En dicho pa¨ªs, el Congreso empieza considerar un paquete de ayudas, con estrategias y objetivos a largo plazo ligadas a medidas para reducir la huella de carbono e informaci¨®n transpatente porque se cuestiona que se conceda dinero p¨²blico, porque a su juicio no ayudar¨ªa a la industria de la aviaci¨®n a prepararse para otras crisis de precios o de salud p¨²blica.
Es decir, las compa?¨ªas saben que, a cambio de esas sumas, se les va a exigir que acepten regulaciones m¨¢s estrictas sobre descarbonizacion. Tambi¨¦n que devuelvan las ayudas v¨ªa impuestos cuando vengan mejor dadas y utilizando combustible bajo en emisiones. Ya ocurri¨® cuando el presidente Obama en 2009 exigi¨® a los fabricantes de autom¨®viles el cumplimiento de nuevas normas de eficiencia en los combustibles despu¨¦s de haber otorgado un rescate de la industria. La decisi¨®n tuvo ¨¦xito: las empresas automovil¨ªsticas devolvieron el dinero y redujeron las emisiones.
?En el caso de la aviaci¨®n la presunci¨®n es la misma. La industria ha pasado crisis de diversa ¨ªndole de las que se ha recuperado y en estos momentos viv¨ªa en una de sus mejores etapas, con una d¨¦cada prodigiosa que ha frenado en seco un virus como el que predijo Gates. Pero, como consecuencia del aumento de vuelos y aerol¨ªneas, las emisiones crec¨ªan muy por encima de lo previsto. Este a?o es muy probable que las emisiones disminuyan precisamente por la reducci¨®n de la demanda. Se dice que el sector es responsable de alrededor del 5% del calentamiento global cuando se incluyen sus gases de efecto invernadero distintos del di¨®xido de carbono.
LOS CORROS
Defensa de sectores estrat¨¦gicos.
El aumento de la presencia de JP Morgan hasta el 6,8% de Repsol es una muestra de la debilidad en que pueden quedar algunas empresas por la ca¨ªda en Bolsa. Por eso, el Gobierno ¡°facilitar¨¢ un sistema de protecci¨®n en sectores estrat¨¦gicos¡± ante la posibilidad de haya entradas en su capital no deseadas, seg¨²n aclar¨® la vicepresidenta Teresa Ribera. Esas empresas ¡°son propietarias de infraestructuras cr¨ªticas para el buen funcionamiento de la econom¨ªa¡±, a?adi¨® la ministra, que asegur¨® que se tratar¨¢ de impedir que ¡°nos encontremos con situaciones indeseables¡± y que har¨¢ un seguimiento diario para prevenir cualquier situaci¨®n de riesgo.
Garamendi: ¡°Servimos para algo¡±.
Dentro de lo dram¨¢tica que resulta la crisis pand¨¦mica, los agentes sociales han mostrado su satisfacci¨®n porque se les ha tenido en cuenta a la hora de redactar las medidas econ¨®micas de lucha. Sus responsables lo destacaron y rese?aron que ¡°el Gobierno se ha puesto las pilas¡±. El dirigente patronal Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, lo resumi¨® en una frase rotunda: ¡°Esto demuestra que servimos para algo¡±. Los que no se mostraron tan de acuerdo fueron algunas asociaciones de aut¨®nomos, que ven las medidas incompletas.
Perturbaciones en el sistema financiero.
Tras la decision sorpresiva y urgente del BCE el pasado mi¨¦rcoles de comprar deuda por valor de 750.000 millones de euros para hacer frente a la crisis, los responsables de los bancos centrales de los pa¨ªses de la zona euro han salido a respaldar la medida. En el caso espa?ol, el gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos, miembro del consejo de la instituci¨®n que preside Christine Lagarde, incidi¨® en que luchar es una necesidad, no una opci¨®n, despu¨¦s de destacar que las perturbaciones no tienen precedentes.
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