A vueltas con el fantasma de la inflaci¨®n
Creo que la situaci¨®n de los precios se parece m¨¢s a la de 1951, cuando el IPC alcanz¨® brevemente el 9,3%, que a 1979
Los precios al consumo han aumentado un 4,4% en los ¨²ltimos seis meses; es una tasa de inflaci¨®n anualizada cercana al 9%, lo que casi nos devuelve al territorio de la d¨¦cada de 1970. Y hay muchos que proclaman el regreso de la estanflaci¨®n. Pero los que pueden hacer algo al respecto ¡ªsobre todo Jerome Powell, presidente de la ...
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Los precios al consumo han aumentado un 4,4% en los ¨²ltimos seis meses; es una tasa de inflaci¨®n anualizada cercana al 9%, lo que casi nos devuelve al territorio de la d¨¦cada de 1970. Y hay muchos que proclaman el regreso de la estanflaci¨®n. Pero los que pueden hacer algo al respecto ¡ªsobre todo Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal¡ª est¨¢n bastante tranquilos. Insisten en que estamos observando una mera irregularidad transitoria provocada por las alteraciones asociadas con la salida de Estados Unidos de la pandemia. ?Tienen raz¨®n? ?C¨®mo podemos saberlo?
Para responder esas preguntas, debemos retroceder y preguntarnos qu¨¦ quiere decir en cualquier caso que la inflaci¨®n es transitoria. Y para ello resulta ¨²til pensar en el largo plazo. Tengo la sensaci¨®n de que muchos creen que la inflaci¨®n no se hab¨ªa dado en Estados Unidos hasta la d¨¦cada de 1970. Pero no es verdad. Disponemos de datos sobre los precios al consumo desde hace m¨¢s de un siglo, y a lo largo de ese periodo ha habido varios episodios de inflaci¨®n elevada. La d¨¦cada de 1970 ni siquiera fue el punto m¨¢ximo.
?Cu¨¢l es la diferencia entre la inflaci¨®n de los setenta del siglo pasado y los picos inflacionarios asociados con la Primera Guerra Mundial, el final de la Segunda Guerra Mundial o la Guerra de Corea? La respuesta es que los brotes de inflaci¨®n anteriores vinieron y se fueron: la econom¨ªa no recuper¨® precisamente de manera indolora la estabilidad de precios, pero las recesiones asociadas con la desinflaci¨®n fueron bastante breves. En cambio, poner fin a la inflaci¨®n de la d¨¦cada de 1970 supuso un periodo prolongado de desempleo realmente elevado.
?Pero c¨®mo se explica esa diferencia? En la d¨¦cada de 1970 la inflaci¨®n se ¡°integr¨®¡± en la econom¨ªa. Quienes establec¨ªan los salarios y los precios lo hac¨ªan con la expectativa de que iba a haber mucha inflaci¨®n en el futuro. Por ejemplo, las empresas estaban relativamente dispuestas a subir el sueldo a sus trabajadores porque pensaban que sus rivales acabar¨ªan haciendo lo mismo, por lo que eso no las pondr¨ªa en desventaja competitiva.
La cuesti¨®n es si ahora la inflaci¨®n se est¨¢ integrando tambi¨¦n. Sol¨ªamos tener una forma bastante f¨¢cil e improvisada de responder esa pregunta: el concepto de la inflaci¨®n subyacente. En la d¨¦cada de 1970, el economista Robert Gordon sugiri¨® que hici¨¦ramos una distinci¨®n entre el precio de mercanc¨ªas como el petr¨®leo y la soja, que fluct¨²an constantemente, y otros precios que se ajustan con menos frecuencia. Gordon sosten¨ªa que una medida de la inflaci¨®n que excluyese la alimentaci¨®n y la energ¨ªa nos dar¨ªa un indicador mucho mejor de la inflaci¨®n subyacente ¡ªes decir, integrada¡ª que la inflaci¨®n total.
El concepto de inflaci¨®n subyacente ha sido una de las historias de gran ¨¦xito en la pol¨ªtica econ¨®mica basada en los datos. En los ¨²ltimos 15 a?os hemos visto varias subidas de los precios al consumo impulsadas principalmente por los precios de las materias primas, y mucha hiperventilaci¨®n, principalmente en la derecha pol¨ªtica, por la vuelta de la estanflaci¨®n o incluso por una hiperinflaci¨®n inminente. ?Recuerdan cuando Paul Ryan, en aquel entonces representante republicano de Wisconsin, acus¨® a Ben Bernanke, expresidente de la Reserva Federal, de ¡°degradar el d¨®lar¡±?
Sin embargo, la Reserva Federal se neg¨® a abandonar su pol¨ªtica de dinero f¨¢cil, se?alando como raz¨®n para no preocuparse que la inflaci¨®n subyacente se manten¨ªa inactiva. Y ten¨ªa raz¨®n. Por desgracia, en este momento, la medida tradicional de la inflaci¨®n subyacente no resulta de mucha utilidad, porque la pandemia ha provocado picos de precios en sectores ins¨®litos como los coches usados y las habitaciones de hotel. Entonces, ?c¨®mo podemos guiarnos?
El Consejo de Asesores Econ¨®micos de la Casa Blanca ha estado utilizando una especie de medida ¡°supersubyacente¡± que no solo excluye la alimentaci¨®n y la energ¨ªa, sino tambi¨¦n los sectores afectados por la pandemia. Tiene sentido; de hecho, yo defend¨ª esa medida hace meses. Pero soy consciente de que al excluir m¨¢s datos del ?ndice de Precios al Consumo, uno se expone a que lo acusen de decir que no hay inflaci¨®n si se pasan por alto los precios que est¨¢n subiendo.
Powell ha propuesto una medida distinta: las subidas de salarios, que han sido sustanciales en algunos de los sectores golpeados por la pandemia, pero en general siguen pareciendo moderadas seg¨²n baremos como el rastreador de aumentos salariales del Banco de la Reserva Federal de Atlanta. Sin embargo, ¨²ltimamente, me he estado preguntando si la mejor forma de averiguar si la inflaci¨®n se est¨¢ integrando es preguntarles a quienes efectuar¨ªan esa integraci¨®n. Es decir, ?est¨¢n las empresas actuando como si previesen una inflaci¨®n sostenida en el futuro?
La respuesta, por ahora, parece ser que no. Muchas empresas afrontan escasez de mano de obra e intentan atraer trabajadores con medidas como las primas por contrataci¨®n. Pero, al menos seg¨²n el Libro Beis de la Reserva Federal ¡ªuna encuesta informal que a menudo resulta ¨²til para hacerse una idea de la psicolog¨ªa empresarial¡ª, se muestran reacias a subir los salarios.
Conste que no estoy celebrando la poca disposici¨®n empresarial a subir los sueldos. La cuesti¨®n es, m¨¢s bien, que las empresas no act¨²an como si previeran mucha inflaci¨®n futura, en la que podr¨ªan subir salarios sin perder ventaja competitiva. Act¨²an, por el contrario, como si vieran la inflaci¨®n actual como una incidencia pasajera.
De momento, por lo tanto, sigo en el Equipo Transitorio: creo que la situaci¨®n se parece m¨¢s a la de 1951, cuando la inflaci¨®n alcanz¨® brevemente el 9,3%, que a 1979. Y si por fin conseguimos controlar esta pandemia, el recuerdo de la inflaci¨®n de 2021 pronto se borrar¨¢ de la memoria.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa. ? The New York Times, 2021. Traducci¨®n News Clips