El gas ruso y la econom¨ªa espa?ola
La evoluci¨®n del precio de la materia prima es impredecible y su impacto desproporcionado
Las perspectivas de recuperaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola dependen en buena medida de un factor inesperado: el precio del gas. El frenazo provocado por la escalada del coste de la materia prima ya es patente, por su ristra de efectos en los precios de la electricidad y del transporte, el consumo y la actividad de los sectores electrointensivos.
Y la intensidad del crecimiento econ¨®mico que cabe esperar para el pr¨®ximo a?o estar¨¢ tambi¨¦n determinada por la cotizaci¨®n del combustible f¨®sil: de mantenerse esa cotizaci¨®n en los niveles actuales hasta la primavera, antes de emprender una senda descendente en l¨ªnea con lo que se anticipa, la inflaci¨®n se situar¨¢ netamente por encima del 2%, pero en cotas todav¨ªa moderadas, y el crecimiento podr¨ªa rozar el 6%.
Sin embargo, si ese descenso no se produjera, las empresas no tendr¨ªan m¨¢s remedio que repercutir en sus precios de venta el alza de costes, lo que empujar¨ªa la inflaci¨®n hasta el 3% ¡ªuna estimaci¨®n todav¨ªa prudente, basada en los valores m¨ªnimos de la pauta hist¨®rica¡ª. Habida cuenta de la inercia de los salarios (solo el 16% de trabajadores amparados por un convenio colectivo tienen cl¨¢usula de garant¨ªa, frente al 65% antes de la crisis financiera), cabr¨ªa esperar un recorte del crecimiento esperado para 2022, de al menos medio punto en relaci¨®n al escenario central.
Adem¨¢s, las tensiones se mantendr¨¢n durante un tiempo prolongado. Uno, porque la oferta de gas est¨¢ constre?ida por el compromiso de las principales econom¨ªas de lucha contra el cambio clim¨¢tico, y de reducci¨®n de sus inversiones en energ¨ªas f¨®siles. Un solo productor, Rusia, abastece el 20% del total del gas consumido en el mundo, mayormente mediante su todopoderosa Gazprom, que opera bajo el f¨¦rreo control del ejecutivo. El pa¨ªs ostenta las reservas m¨¢s importantes del planeta, y es pr¨¢cticamente el ¨²nico que puede modular la extracci¨®n en funci¨®n de la situaci¨®n del mercado ¡ªy naturalmente de sus intereses¡ª. Por tanto, a diferencia de otros suministros como los chips que tambi¨¦n provocan cuellos de botella, el d¨¦ficit de gas tender¨¢ a ser cr¨®nico y sujeto a la geopol¨ªtica. No ayuda el bajo nivel de reservas estrat¨¦gicas de gas, fruto de la imprevisi¨®n en la mayor¨ªa de pa¨ªses europeos, como el nuestro.
Otro factor de presi¨®n prolongada en los precios proviene de la insuficiencia de la inversi¨®n acumulada en energ¨ªas renovables, algo que trunca las posibilidades de sustituci¨®n de las energ¨ªas f¨®siles. La Agencia Internacional de la Energ¨ªa estima que ser¨¢ necesario invertir el equivalente del 2% del PIB mundial de aqu¨ª a 2030 para producir ese efecto sustituci¨®n. Para Espa?a, esto equivale a 24.000 millones de euros anuales, sin contar la inversi¨®n adicional en recalificaci¨®n. Si el esfuerzo descansara exclusivamente en el Estado, habr¨ªa que dedicar el total de los fondos del Next Generation a la transici¨®n energ¨¦tica, y una vez estos fondos agotados, renunciar a todas las otras inversiones. Como esto no es posible, el papel del sector privado es vital: sin un esfuerzo conjunto p¨²blico-privado, los costes de la transici¨®n seguir¨¢n pesando sobre la econom¨ªa espa?ola y los ingresos de los hogares, especialmente los m¨¢s desfavorecidos.
Por tanto, junto con el esfuerzo p¨²blico, es oportuno crear un entorno propicio a la inversi¨®n privada en renovables, en eficiencia energ¨¦tica y en adaptaci¨®n del capital productivo. La estrategia solo puede descansar en incentivos bien dise?ados y previsibles, en paralelo a una regulaci¨®n reformada de los mercados y mejoras en las infraestructuras energ¨¦ticas. Europa empieza a tomar conciencia de la envergadura del desaf¨ªo. Y de su complejidad (?conviene dar luz verde al gasoducto ruso, o es esto incoherente con los objetivos medioambientales?) que tambi¨¦n se extiende a nuestro pa¨ªs.
El caso del veh¨ªculo el¨¦ctrico es paradigm¨¢tico: esta puede ser una gran baza, pero para su desarrollo precisa de un horizonte claro de incentivos fiscales, regulaciones y costes del suministro el¨¦ctrico. Coherencia en las pol¨ªticas, para facilitar la transici¨®n energ¨¦tica.
Precios
La tasa de inflaci¨®n ascendi¨® de forma pronunciada a lo largo del trimestre hasta registrar un 4% en septiembre, impulsada por los productos energ¨¦ticos, especialmente la electricidad, as¨ª como los alimentos. La tasa subyacente tambi¨¦n se ha movido al alza, aunque a¨²n se encuentra en niveles bajos, un 1% en septiembre. No obstante, el encarecimiento de las materias primas y de los fletes mar¨ªtimos, y la escasez de suministros, han disparado el ¨ªndice de precios industriales hasta una tasa de crecimiento en agosto del 18%, solo superada en los a?os 70.
Raymond Torres es director de coyuntura de Funcas. En Twitter: @RaymondTorres_
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