Cinco crisis encadenadas y una invasi¨®n
En menos de 15 a?os se han sucedido episodios de impacto en las econom¨ªas y ante los que la UE ha respondido de forma desigual
Resulta dif¨ªcil abstraerse de la crisis generada por el conflicto de Ucrania y del impacto que tiene en la recuperaci¨®n de las econom¨ªas que, como la espa?ola, estaban asentadas y con un tono y perspectivas positivas antes de la invasi¨®n rusa. Por esos derroteros deriv¨® irremediablemente el debate entre los economistas Emilio Ontiveros y Enric Fern¨¢ndez titulado Recuperaci¨®n, ?qu¨¦ recuperaci¨®n? Oportunidades y cautelas, con el que la C¨¢tedra Fundaci¨®n La Caixa reiniciaba esta semana sus encuentros presenciales tras la pandemia y que su director, el tambi¨¦n economista Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Delgado, hab¨ªa programado desde bastante antes de que los tanques rusos entraran en territorio ucranio. Y que, como se?al¨® el profesor, ha provocado que una nueva crisis se suceda en una ya larga cadena que empez¨® en 2008 con la Gran Recesi¨®n y continu¨® con los refugiados, el Brexit y la pandemia. Cinco crisis, o una crisis continuada, en menos de 15 a?os a las que la UE ha respondido de forma desigual: desde una llamativa falta de coordinaci¨®n que estuvo a punto de hacer saltar por los aires el euro hasta la cohesi¨®n actual que ya se vio en la lucha contra la pandemia con los fondos Next Generation.
La situaci¨®n ha provocado una nueva incertidumbre en las econom¨ªas de la OCDE, que crec¨ªan de forma significativa, al igual que el empleo. Las condiciones monetarias favorables hab¨ªan propiciado aumentos de la inversi¨®n empresarial, en el caso de la Uni¨®n Europea impulsadas por los citados fondos y la colaboraci¨®n p¨²blico-privada. Las inversiones y reformas asociadas a dichos fondos deben ofrecer un apoyo clave a la transici¨®n energ¨¦tica y la transici¨®n digital y servir no solo para crecer m¨¢s a corto plazo, sino para crecer m¨¢s y mejor a largo plazo.
En Espa?a, la preocupaci¨®n discurre en el impacto que pueda tener el despliegue de esos fondos, la mejora de la industria y la construcci¨®n y la recuperaci¨®n del turismo internacional, as¨ª como en el dinamismo del sector exterior. Es verdad, en todo caso, que las exportaciones de bienes de Espa?a a Rusia representaron en 2021 menos del 0,2% del PIB mientras que el turismo ruso hab¨ªa ca¨ªdo antes de la pandemia. Por su parte, la relevancia del comercio con Ucrania solo destaca como proveedor de ma¨ªz, girasol y trigo. El problema radica en si el conflicto traspasa fronteras y se alarga en el tiempo, as¨ª como de la respuesta de Rusia a las sanciones.
Ahora, lo primordial es que la UE siga dando muestras de esa cohesi¨®n para responder a los efectos que tiene en cuestiones vitales, como los precios de la energ¨ªa y las fuertes tensiones inflacionistas, en ambos casos desbocados desde hace meses por la situaci¨®n preb¨¦lica que se hab¨ªa originado en la zona, sobre todo por el control del gas natural. Hay unanimidad en el convencimiento de que el principal impacto ser¨¢ en los precios de la energ¨ªa por la dependencia europea del gas ruso, y parece que el plan de choque acordado por los ministros de Energ¨ªa de la Uni¨®n va por el camino de desligarse lo m¨¢ximo posible de ella. Es una l¨¢stima, en ese sentido, que las conexiones entre la pen¨ªnsula Ib¨¦rica y Francia, que siempre ha puesto inconvenientes a su desarrollo, no permitan en la actualidad contar con un mayor suministro de gas argelino o regasificado en las ocho plantas de regasificaci¨®n que existen en Espa?a y Portugal.
La incertidumbre, en definitiva, vuelve a apoderarse de las decisiones econ¨®micas y, como dice Ontiveros, no es dif¨ªcil intuir algunas consecuencias: protagonismo de las pol¨ªticas fiscales; cambios en la composici¨®n y cuant¨ªa del gasto p¨²blico y gasto militar; posible pr¨®rroga un a?o m¨¢s de la suspensi¨®n del Pacto de Estabilidad acordado en 2020; reducci¨®n de la dependencia externa en abastecimientos; erosi¨®n del predicamento de EE UU y protagonismo del papel de China en la escena global.
Tambi¨¦n condiciona, como se?alaron los ponentes en el debate, la reacci¨®n de los bancos centrales. Se daba por descontada la elevaci¨®n de los tipos de inter¨¦s en unos mercados financieros que ofrec¨ªan gran volatilidad antes de la invasi¨®n. Ahora, mientras la incertidumbre se mantenga, cabe esperar que el BCE no endurezca la pol¨ªtica monetaria pese a que la inflaci¨®n pueda repuntar a¨²n m¨¢s a corto plazo. En ese sentido, es previsible que posponga cualquier decisi¨®n de subir tipos y que implemente de forma flexible su programa de compras de activos con el objetivo de evitar un tensionamiento de las primas de riesgo pa¨ªs. . ¡°Cuando se reduzca la incertidumbre, sin embargo, el BCE deber¨ªa retomar sus planes de comenzar a normalizar la pol¨ªtica monetaria, m¨¢s a¨²n en una situaci¨®n en la que la inflaci¨®n se habr¨¢ disparado por encima de lo que se preve¨ªa hace pocas semanas¡±, apunt¨® el economista jefe de La Caixa, Enric Fern¨¢ndez.
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