Otro dictador que est¨¢ teniendo un mal a?o
El fracaso de China con la covid se debe, al igual que el de Putin en Ucrania, a la debilidad de los gobiernos autocr¨¢ticos
El t¨¦rmino ¡°dictador¡± viene de la antigua Roma, donde se utilizaba para referirse a un hombre al cual la rep¨²blica otorgaba temporalmente la autoridad absoluta durante las crisis. Las ventajas del poder sin trabas en tiempos de crisis son evidentes. Un dictador puede actuar r¨¢pidamente, sin necesidad de pasar meses negociando leyes o luchando contra los obst¨¢culos legales. Y puede imponer medidas necesarias pero impopulares. De modo que hay momentos en los que el gobierno autocr¨¢tico puede parecer m¨¢s eficaz que el l¨ªo de las democracias sujetas al Estado de derecho.
Sin embargo, la dictadura empieza a parecer mucho menos atractiva si se prolonga durante alg¨²n tiempo. Por supuesto, el argumento m¨¢s importante contra la autocracia es moral: muy pocas personas pueden ejercer el poder absoluto durante a?os sin convertirse en tiranos brutales. Pero, aparte de eso, un r¨¦gimen autocr¨¢tico es, a la larga, menos eficaz que una sociedad abierta que permite la disensi¨®n y el debate. Como escrib¨ª hace un par de semanas, las ventajas de tener un hombre fuerte que pueda decirle a todo el mundo lo que tiene que hacer se ven m¨¢s que contrarrestadas por la ausencia de la libre discusi¨®n y el pensamiento independiente.
Entonces hablaba de Vlad¨ªmir Putin, cuya decisi¨®n de invadir un pa¨ªs vecino parece m¨¢s desastrosa cada d¨ªa que pasa. Evidentemente, nadie se atrevi¨® a decirle que el poder¨ªo militar de Rusia estaba sobrevalorado, que los ucranios eran m¨¢s patri¨®ticos y Occidente menos decadente de lo que ¨¦l supon¨ªa, y que Rusia segu¨ªa siendo extremadamente vulnerable a las sanciones econ¨®micas. Pero si bien la guerra de Ucrania nos obsesiona a todos con raz¨®n ¡ªestoy intentado limitar mis lecturas sobre Ucrania a 13 horas al d¨ªa¡ª, es importante se?alar que una debacle aparentemente muy distinta, pero relacionada en un sentido profundo, est¨¢ teniendo lugar en la otra gran autocracia del mundo: China, que actualmente experimenta un fracaso estrepitoso de su pol¨ªtica anticovid.
Ya s¨¦ que en Occidente se supone que todos hemos superado la covid, aunque siga matando a 1.200 estadounidenses al d¨ªa y los contagios est¨¦n volviendo a subir en Europa, lo cual probablemente presagie otro aumento en Estados Unidos. Pero China, claramente, no la ha superado. Hong Kong, que durante mucho tiempo pareci¨® pr¨¢cticamente indemne, registra centenares de muertes diarias, una cat¨¢strofe que recuerda a la de principios de 2020 en Nueva York, cuando no hab¨ªa vacunas y no sab¨ªamos muy bien c¨®mo limitar la transmisi¨®n. Importantes ciudades chinas como Shenzhen, uno de los principales centros de fabricaci¨®n mundiales, han vuelto al confinamiento. Y no est¨¢ nada claro cu¨¢ndo o c¨®mo va a terminar la nueva crisis sanitaria del pa¨ªs.
Todo ello supone un enorme rev¨¦s de la fortuna. Durante gran parte de 2020, la pol¨ªtica de ¡°cero covid¡± de China ¡ªcierres draconianos en el momento y lugar en que aparecen nuevos casos¡ª fue aplaudida por muchos como un triunfo pol¨ªtico. Algunos analistas, no todos chinos, llegaron a citar el ¨¦xito de China contra la covid como la prueba de que el liderazgo mundial se estaba desplazando de Estados Unidos y sus aliados a la superpotencia asi¨¢tica en auge.
Luego, tres cosas salieron muy, muy mal. En primer lugar, mientras gran parte del mundo optaba por las vacunas de ARN mensajero ¡ªuna nueva t¨¦cnica adaptada con velocidad milagrosa a la covid¡ª, China insist¨ªa en utilizar las suyas propias, basadas en una tecnolog¨ªa m¨¢s antigua y que han resultado ser mucho menos eficaces, especialmente contra la variante ¨®micron del coronavirus. Y no solo insisti¨® en utilizar sueros inferiores pero desarrollados en el pa¨ªs, sino que intent¨® disuadir de que se adoptaran las vacunas occidentales difundiendo desinformaci¨®n y teor¨ªas de la conspiraci¨®n.
En segundo lugar, el ritmo de vacunaci¨®n entre los ancianos de China ¡ªel grupo m¨¢s vulnerable¡ª ha flojeado. Esto puede deberse en parte a que la desinformaci¨®n sobre la tecnolog¨ªa de ARN mensajero no solo ha disuadido a la gente de ponerse las vacunas m¨¢s eficaces, sino que ha provocado la desconfianza hacia las vacunaciones en general. Tambi¨¦n puede reflejar una desconfianza m¨¢s amplia en el Gobierno; los l¨ªderes de China mienten continuamente a su pueblo, as¨ª que, ?por qu¨¦ creerlos cuando dicen que hay que vacunarse?
Por ¨²ltimo, la estrategia de cero covid es extremadamente problem¨¢tica cuando se trata de variantes tan contagiosas como ¨®micron, sobre todo teniendo en cuenta la d¨¦bil protecci¨®n que proporcionan las vacunas chinas. La cuesti¨®n es que todos estos fracasos, al igual que los de Putin en Ucrania, tienen su origen ¨²ltimo en la debilidad inherente del gobierno autocr¨¢tico.
En lo que respecta a las vacunas, China ha sucumbido al nacionalismo miope tan frecuente en los reg¨ªmenes autoritarios. ?Qui¨¦n iba a querer ser el funcionario de sanidad que le dijera a Xi Jinping que sus tan cacareados sueros eran muy inferiores a las alternativas occidentales, especialmente despu¨¦s de que los secuaces del presidente hubieran hecho lo imposible por afirmar lo contrario?
En el caso de la pol¨ªtica de cero covid, ?qui¨¦n iba a querer ser el funcionario econ¨®mico que le dijera a Xi que el coste de los cierres draconianos, una pol¨ªtica de la que China est¨¢ tan orgullosa, se estaba volviendo insostenible? Y, como ya he dicho, a un Gobierno que miente todo el tiempo le resulta dif¨ªcil que la gente le escuche incluso cuando dice la verdad. Con esto no quiero caer en el triunfalismo occidental. El rechazo a las vacunas tambi¨¦n es un gran problema en Estados Unidos. Y me preocupa que nos estemos precipitando a la hora de eliminar las restricciones anticovid. Pero China, al igual que Rusia, nos est¨¢ dando ahora una lecci¨®n sobre la utilidad de tener una sociedad abierta, en la que los hombres fuertes no pueden inventar su propia realidad.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa. ? The New York Times, 2022. Traducci¨®n de News Clips
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