Semana clave para despejar inc¨®gnitas energ¨¦ticas
La dependencia del mercado ruso centra las reuniones del Consejo de Europa y la Agencia Internacional de la Energ¨ªa
Esta semana se espera un Consejo Europeo de gran trascendencia los d¨ªas 24 y 25 y, como antesala, la Agencia Internacional de la Energ¨ªa (AIE) celebra una reuni¨®n en Par¨ªs de similar o, si cabe, mayor importancia dado que implica ya a todo el planeta y no solo a Europa. Con la presencia adem¨¢s del l¨ªder estadounidense, Joe Biden, por el Viejo Continente, en los dos casos aparece como tel¨®n de fondo la repercusi¨®n de la crisis generada por la invasi¨®n de Ucrania por parte de Rusia en los precios de la energ¨ªa y en la inflaci¨®n. Los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea (UE) tratar¨¢n de ponerse de acuerdo en cuestiones que consideran vitales y habilitar las propuestas para frenar a Vlad¨ªmir Putin.
Todo est¨¢ por ver y no todos los pa¨ªses parten de posiciones uniformes, aunque la prolongaci¨®n de la guerra conduce al acuerdo. Ya el viernes los representantes permanentes de los pa¨ªses miembros se reunieron para acercar posturas. Mientras los pa¨ªses del norte han sido reacios a castigos en las compras de energ¨ªa, ya que dependen mucho del suministro ruso; los del sur, menos dependientes, se inclinan m¨¢s por la labor. Esta dicotom¨ªa plantea un intenso debate en el que, probablemente, se llegue a adoptar algunas medidas extraordinarias a corto plazo, de car¨¢cter temporal, para dejar luego abierta la preparaci¨®n de una reforma m¨¢s en profundidad a medio y largo plazo en la que s¨ª se puede canalizar un nuevo sistema de fijaci¨®n de precios como piden las empresas para mantener la actividad industrial y el empleo. Est¨¢n en discusi¨®n, adem¨¢s de suspender la compra de gas y petr¨®leo ruso, medidas como modificar para siempre el discutido mercado marginalista (como propone Espa?a), desacoplar el precio de los combustibles f¨®siles de la fijaci¨®n de precios el¨¦ctricos, la posibilidad de instaurar un precio ¨²nico, limitar el mercado y/o sacar los ciclos combinados del pool.
Espa?a ha tratado de convencer a sus socios de que no tiene mucho sentido que una energ¨ªa minoritaria marque el precio de todas las dem¨¢s. La eficiencia econ¨®mica del sistema marginalista ha quedado en entredicho en esta crisis tras haber cambiado de forma bastante radical el mix energ¨¦tico que se instaur¨® en un momento en que era muy distinto al actual, en el que han entrado de forma masiva las tecnolog¨ªas renovables y han desaparecido o se han reducido otras como el carb¨®n y los ciclos renovables, que se alimentan de gas, la energ¨ªa que ha dirigido el precio de la electricidad en los ¨²ltimos meses. Mientras tanto, el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, ha subrayado por activa y por pasiva que, si no hay un entendimiento en Europa, tomar¨¢ medidas de forma unilateral para reducir el precio de la electricidad, as¨ª como el gas y los combustibles. El Ejecutivo persigue para ello el m¨¢ximo consenso con las comunidades aut¨®nomas, los agentes sociales y el resto de grupos pol¨ªticos. En ese sentido, ya ha negociado con el principal partido de la oposici¨®n, el PP, que pese a estar de acuerdo ha aprovechado para criticar que llega con tardanza en unas declaraciones poco constructivas.
De momento, el Gobierno ha anunciado que el paquete de medidas incluir¨¢ rebajas fiscales y ayudas directas a la poblaci¨®n, sobre todo a la m¨¢s vulnerable. En ese sentido, se espera que se reduzca el IVA de los carburantes del 21% al 10% y el impuesto de Hidrocarburos, como ya se hizo con los impuestos de la electricidad, que se han prolongado y que incluso podr¨ªan reducirse todav¨ªa m¨¢s. En todo caso, los recortes tendr¨ªa que aprobarlos Bruselas. La ministra de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, ha destacado que en todo caso deben ir acompa?adas con la instauraci¨®n de un tope en los precios. Ha trascendido, al respecto, que en electricidad se pondr¨¢ un precio m¨¢ximo de 180 euros por megavatio/hora (MWh) y un fondo para compensar a las firmas gasistas. Lo dijo el ministro portugu¨¦s del ramo, Joao Matos Fernandes (ya se sabe que en materia energ¨¦tica la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica funciona como un solo pa¨ªs); pero no dejan de ser unas declaraciones que suenan a globo sonda y que han sido criticadas porque se presume que todas las tecnolog¨ªas colocar¨ªan sus precios en ese umbral y no por debajo.
Asimismo, en palabras de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda D¨ªaz, tambi¨¦n se ha especulado con la posibilidad de que recortar los beneficios de las el¨¦ctricas para paliar la p¨¦rdida de poder adquisitivo por el alza de la inflaci¨®n. La intervenci¨®n de la l¨ªder de Izquierda Unida gener¨® gran desconcierto en el sector, que tiene pendiente la auditor¨ªa que tiene en marcha la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para comprobar si los contratos de suministros de las empresas se ajustan al recorte aprobado en septiembre pasado. El Gobierno incluy¨® en el plan de choque para afrontar el aumento de precio de la electricidad el recorte de los llamados beneficios ca¨ªdos del cielo (los obtenidos como consecuencia de vender la energ¨ªa barata a los precios del mercado marginal marcados por el gas).
Sobre la necesidad de cambiar el sistema marginalista se han pronunciado los sectores empresariales, sobre todo, los electrointensivos. Las patronales de gran consumo (Aege), la sider¨²rgica Unesid y la qu¨ªmica Feique han insistido en una carta enviada a los comisarios de Interior (Thierry Breton) y de Energ¨ªa (Kadri Simson), a la que se han adherido Confemental y Oficemen, de la necesidad de tomar medidas urgentes reformando el mercado marginalista el¨¦ctrico, al menos mientras dure la crisis energ¨¦tica. Tambi¨¦n se ha mojado el presidente de Mercadona, Juan Roig, quien aprovechando la presentaci¨®n de resultados del grupo, envi¨® un recado al Gobierno pidiendo que la f¨®rmula se cambie ya, que se baje el IVA y se elimine la burocracia.
Para remate tambi¨¦n se ha unido el mensaje del gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos, quien ha pedido un pacto de rentas. A su juicio, una escalada de los precios y salarios ser¨ªa demoledora para la econom¨ªa espa?ola. El pacto supondr¨ªa ¡°un reparto entre empresas y trabajadores de la merma de rentas de la econom¨ªa nacional que implican los aumentos de los costes actuales¡±. Para el banquero central, queda claro que ni los trabajadores van a mantener su poder adquisitivo ni las empresas sus m¨¢rgenes. La soluci¨®n pasa por utilizar la inflaci¨®n subyacente, es decir, sin energ¨ªa ni alimentos frescos.
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