Estados Unidos, de nuevo el arsenal de la democracia
Biden ha hecho m¨¢s por defender la libertad que cualquier presidente desde Harry Truman
Cuando Rusia invadi¨® Ucrania, la idea de que pudiera ser derrotada parec¨ªa descabellada. En apariencia, Putin dispon¨ªa de un Ej¨¦rcito poderoso y modernizado respaldado por un presupuesto de defensa una docena de veces superior al de sus agredidos. No hac¨ªa falta tragarse las fantas¨ªas al estilo Ted Cruz sobre la bravura de unos militares que no est¨¢n ¡°castrados¡± ni tienen demasiada ¡°sensibilidad social¡± para prever una r¨¢pida victoria del agresor en el campo de batalla.
E incluso despu¨¦s de que Ucrania lograra rechazar milagrosamente el primer ataque ruso, hab¨ªa que preguntarse por las perspectivas a largo plazo. Antes de la guerra, la econom¨ªa rusa era unas ocho veces mayor que la ucrania, y a pesar de la factura que las sanciones le est¨¢n pasando a la producci¨®n rusa, la destrucci¨®n causada en Ucrania probablemente signifique que ahora la distancia se ha agrandado a¨²n m¨¢s. En consecuencia, cab¨ªa esperar que Rusia acabara ganando una guerra de desgaste por el mero volumen de sus recursos.
Pero no parece que esto sea lo que est¨¢ ocurriendo. Nadie puede estar seguro de hasta qu¨¦ punto Putin es consciente de c¨®mo va la guerra. ?Est¨¢n sus aterrorizados funcionarios dispuestos a decirle la verdad? Sin embargo, la manera en que Rusia lanza aqu¨ª y all¨¢ terribles pero vagas amenazas a Occidente y agarra pataletas autodestructivas, como el corte del suministro de gas natural a Polonia y Bulgaria del mi¨¦rcoles, indican que, por lo menos, alguien en Mosc¨² est¨¢ preocupado porque el tiempo no juega a favor de su pa¨ªs. Y las autoridades estadounidenses est¨¢n empezando a hablar con optimismo no solo de contener a Rusia, sino de una victoria total de Ucrania.
?C¨®mo puede ser posible esto? La respuesta es que EE UU, aunque no participe directamente en el combate, vuelve a hacer lo que hizo el a?o que precedi¨® a Pearl Harbor: con la ayuda de nuestros aliados, estamos actuando como el ¡°arsenal de la democracia¡± al entregar a los defensores de la libertad los medios materiales para que sigan luchando.
Para quienes no conozcan la historia: el Reino Unido en 1940, al igual que Ucrania en 2022, logr¨® un ¨¦xito inesperado contra un enemigo aparentemente imparable cuando la Real Fuerza A¨¦rea Brit¨¢nica frustr¨® el intento de la Luftwaffe de lograr la superioridad a¨¦rea, que constitu¨ªa una condici¨®n previa para la invasi¨®n. No obstante, a finales de 1940 los brit¨¢nicos se encontraban en una situaci¨®n desesperada: su esfuerzo b¨¦lico exig¨ªa enormes importaciones, entre ellas material militar y productos esenciales como alimentos y petr¨®leo, y se estaban quedando sin dinero.
Franklin D. Roosevelt respondi¨® con la Ley de Pr¨¦stamos y Arriendos, que permiti¨® transferir grandes cantidades de armas y alimentos al agobiado Reino Unido. Esta ayuda no era suficiente para cambiar las tornas, pero dio a Winston Churchill los recursos que necesitaba para resistir, lo cual acab¨® sentando las bases de la victoria aliada.
Ahora la ley ha cobrado nueva vida, y la ayuda militar a gran escala est¨¢ llegando a Ucrania no solo desde EE UU, sino tambi¨¦n desde muchos de nuestros pa¨ªses aliados. Gracias a ella, la aritm¨¦tica del desgaste act¨²a decididamente en contra de Putin. Puede que la econom¨ªa de Rusia sea mucho mayor que la de Ucrania, pero es peque?a comparada con la de EE UU, y no digamos con la del conjunto de las econom¨ªas de los aliados occidentales. Y con su limitada base econ¨®mica, no parece que Rusia tenga la capacidad de reponer sus p¨¦rdidas en el campo de batalla. Los expertos occidentales creen, por ejemplo, que los combates en Ucrania han costado al agresor dos a?os de producci¨®n de tanques.
En cambio, el Ej¨¦rcito ucranio est¨¢ cada d¨ªa mejor equipado y dispone de m¨¢s armas pesadas. Suponiendo que el Congreso apruebe la petici¨®n del presidente Biden de aumentar la ayuda en 33.000 millones de d¨®lares ¡ªuna suma que podemos permitirnos f¨¢cilmente¡ª, el apoyo acumulativo occidental a Ucrania pronto se acercar¨¢ al gasto militar anual de Rusia.
En otras palabras, como ya he dicho, parece que el tiempo juega a favor de Ucrania. A menos que Rusia logre el ¨¦xito b¨¦lico espectacular que, por el momento, se le ha escapado ¡ªcomo un ataque tipo guerra rel¨¢mpago que sitie a gran parte de las fuerzas ucranias¡ª, y lo haga muy pronto, el equilibrio de poder probablemente siga inclin¨¢ndose a favor de Ucrania.
Y dejemos claras dos cosas. La primera, que si Ucrania realmente gana, ser¨¢ un triunfo para las fuerzas de la libertad en todo el mundo. Los agresores y los criminales de guerra en potencia tendr¨¢n que pens¨¢rselo dos veces, y los enemigos occidentales de la democracia, muchos de los cuales eran hinchas de Putin hace dos d¨ªas, habr¨¢n recibido una lecci¨®n pr¨¢ctica sobre la diferencia entre hacerse el macho y ser verdaderamente fuerte.
La segunda es que, si bien el m¨¦rito de la victoria, en caso de que se produzca, por supuesto corresponder¨¢ sobre todo a los propios ucranios, no habr¨ªa sido posible sin un liderazgo valiente y eficaz en algunos pa¨ªses occidentales (aunque, por desgracia, no en todos).
Al margen de la opini¨®n que se pueda tener de Boris Johnson en otros aspectos, en esta crisis el Reino Unido ha sido una roca. Polonia y otros pa¨ªses del este de Europa han estado a la altura de las circunstancias y han plantado cara a las amenazas rusas. Y Biden ha hecho un trabajo incre¨ªble al mantener unida a la alianza occidental al tiempo que suministra a Ucrania las armas que necesita.
Los anteriores presidentes de EE UU pronunciaron emotivos discursos sobre la libertad: ¡°Derribe este muro¡±, ¡°Ich bin ein Berliner¡± (¡°Soy berlin¨¦s¡±). Y est¨¢ bien que lo hicieran. Pero puede decirse que Biden ha hecho m¨¢s por defenderla, con actos concretos que van m¨¢s all¨¢ de las meras palabras, que cualquier presidente desde Harry Truman. Me pregunto si recibir¨¢ el reconocimiento que merece, y cu¨¢ndo.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa. ? The New York Times, 2022. Traducci¨®n de News Clips.
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