Guggenheim: c¨®mo un buque de titanio revolucion¨® la econom¨ªa de Bilbao
El museo, que cumple 25 a?os en octubre, ha transformado la ciudad. Desde su inauguraci¨®n suma 23,7 millones de visitantes. El a?o pasado gener¨® una actividad econ¨®mica de 197 millones de euros
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El Museo Guggenheim Bilbao se ha consolidado como uno de los activos econ¨®micos m¨¢s potentes del Pa¨ªs Vasco. Adem¨¢s de su imagen ic¨®nica, su capacidad para traspasar fronteras, el magnetismo que transmite¡, es un im¨¢n. Donde antes hab¨ªa abandono e incertidumbre, ahora hay prosperidad y confianza; el polvo de las acer¨ªas y las forjas ha dado paso al brillo del titanio; de aquellos astilleros sumergidos en la depresi¨®n ha renacido un trasatl¨¢ntico cultural. En octubre de este a?o cumplir¨¢ 25 a?os desde su apertura. ¡°El arte inspira futuro¡± es el lema elegido para conmemorar las bodas de plata. ¡°El museo del ma?ana¡±, asegura su director general, Juan Ignacio Vidarte, ¡°tiene que seguir manteniendo la esencia que le ha llevado hasta aqu¨ª. Debe conservar el esp¨ªritu de reinvenci¨®n permanente, porque el buen hacer del pasado no garantiza el ¨¦xito del futuro¡±.
Es el mayor proyecto p¨²blico que se ha abordado en Euskadi. No hay otro con esta dimensi¨®n, ni con la misma proyecci¨®n internacional. En 2021, un a?o con restricciones de aforo y movilidad por la pandemia de la covid-19, recibi¨® 531.000 visitas (en 2019 fueron 1,1 millones de visitantes) y su actividad econ¨®mica tuvo un impacto de 197 millones de euros en el PIB vasco. Jon Azua, presidente y fundador de EnovatingLab y vicelehendakari del Gobierno vasco cuando se gest¨® el museo bilba¨ªno, opina que ¡°m¨¢s all¨¢ de los indicadores econ¨®micos, de la riqueza que ha aportado, la cantidad de actividades que van asociadas, su apuesta por otras ¨¢reas de conocimiento¡, el Guggenheim Bilbao ha conseguido que hoy nadie cuestione la cultura como elemento de tracci¨®n econ¨®mica, algo que antes en Europa estaba en duda. Es un proyecto de ¨¦xito¡±.
El gran sue?o se hizo realidad en octubre de 1997 y al mismo tiempo comenz¨® a dar sus frutos. El primer a?o ya se lleg¨® al mill¨®n de visitantes. Desde su inau?guraci¨®n se han contabilizado 23.745.913 visitas hasta el pasado 31 de diciembre, de las que el 61,36% eran de extranjeros ¡ªprincipalmente franceses (17,2%), brit¨¢nicos, alemanes y estadounidenses, por este orden¡ª. Juan Mari Aburto, alcalde de la capital vizca¨ªna, define el Guggenheim como ¡°una gran aventura¡± en la que hubo que hacer una inversi¨®n importante por parte de las Administraciones y lograr una combinaci¨®n in¨¦dita entre lo p¨²blico y lo privado. ¡°Todo fue innovador, desde la t¨¦cnica constructiva hasta los materiales. Fue un sue?o con los pies en el suelo, porque la inversi¨®n se ha recuperado con creces¡±, destaca. El prodigio de titanio se construy¨® en cuatro a?os tras una inversi¨®n p¨²blica de 140 millones. En estos 25 a?os ha montado 131 exposiciones temporales y presentado en 71 ocasiones la colecci¨®n permanente (143 obras de 79 artistas).
Ubicaci¨®n
¡°La primera gran aportaci¨®n del Guggenheim fue en t¨¦rminos de territorio y de medio ambiente¡±, afirma Roberto San Salvador, catedr¨¢tico de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas y director de la c¨¢tedra Cities Lab de la Universidad de Deusto: ¡°La elecci¨®n del lugar, en Abandoibarra, fue importante porque era la periferia de Bilbao y a¨²n acog¨ªa actividad portuaria y ferroviaria decadente. Seguramente, si se hubiera seguido el criterio de Jorge Oteiza y [el arquitecto] Francisco Javier S¨¢enz de Oiza de ubicarlo en la Alh¨®ndiga, no habr¨ªa tenido la funci¨®n de apertura y ampliaci¨®n que ha tenido con su actual ubicaci¨®n. Abandoibarra es hoy un barrio central de Bilbao y probablemente, con el tiempo, se prolongar¨¢ hacia Zorrozaurre con los proyectos que hay en marcha¡±, asegura. ¡°El Gug?genheim, adem¨¢s, introdujo un nuevo concepto de urbanismo, antes basado en la ocupaci¨®n industrial y el desarrollo de viviendas que obligaba a usar el coche, mientras que ahora nos encontramos con que el Guggenheim y su entorno se han convertido en un espacio con mayor presencia de lo verde, de zonas peatonales y para las bicis¡¡±, a?ade San Salvador.
Con un presupuesto operativo que en 2022 asciende a 30,2 millones, la demanda generada por la actividad del museo bilba¨ªno en 2021 fue de 197 millones de euros, seg¨²n un estudio sobre el impacto econ¨®mico elaborado por la propia instituci¨®n. De esa cifra, el 13% (25,6 millones) se gast¨® dentro del museo (entradas, visitas guiadas, tienda, eventos especiales¡) y el resto se consumi¨® fuera del recinto cultural, principalmente en la hosteler¨ªa y la restauraci¨®n (133 millones) y el comercio local (22,3 millones). Beatriz Plaza, catedr¨¢tica de Econom¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV) y autora de varias publicaciones internacionales sobre el Guggenheim, cita los principales valores que envuelven al museo vasco: ¡°Es una obra singular por su dise?o y ha adquirido una visibilidad mundial que ni siquiera imaginaba su autor, Frank Gehry. Se abri¨® cuando internet comenzaba a despegar, y eso tambi¨¦n mejor¨® su posicionamiento internacional. Bilbao dej¨® de ser una ciudad desconocida. Contribuy¨® al crecimiento econ¨®mico del pa¨ªs, se instal¨® el turismo cultural, contribuy¨® al desarrollo de las ingenier¨ªas y espole¨® los servicios avanzados a las empresas y el empleo de calidad¡±. El a?o pasado se contabilizaron 3.694 empleos asociados al Guggenheim Bilbao; 101.716 personas y 111 corporaciones son miembros de la denominada Comunidad de Amigos del Museo.
En 2021, el museo aport¨® unos ingresos adicionales para las Haciendas vascas de 26,8 millones, seg¨²n el citado informe interno. Azua recuerda que cuando comenzaron las negociaciones con la Fundaci¨®n Guggenheim ¡°las condiciones que se predefinieron contemplaban que el museo de Bilbao ten¨ªa que ser un elemento tractor de la recuperaci¨®n, internacionalizaci¨®n y modernizaci¨®n de la econom¨ªa de nuestro pa¨ªs. Era m¨¢s que un museo. Si se hubiese pensado solo en un museo tradicional y cl¨¢sico, como los existentes, desde las instituciones no lo habr¨ªamos abordado. En la situaci¨®n de crisis que se viv¨ªa entonces, las restricciones econ¨®micas no permit¨ªan afrontar un proyecto as¨ª. Pero se contempl¨® un plan que con el paso de los a?os se ha consumado. Efectivamente, ha supuesto un acelerador de otros proyectos de la ciudad, un est¨ªmulo para la recuperaci¨®n econ¨®mica, una apuesta de futuro por la innovaci¨®n, una apertura al ¨¢mbito internacional y un empuj¨®n para la autoestima del Pa¨ªs Vasco¡±.
Proyecto en Urdaibai
El Guggenheim quiere replicar su éxito en el área de Urdaibai, un espacio natural en Bizkaia declarado reserva de la biosfera por la Unesco. Es un proyecto que se empezó a fraguar en 2008, aunque ha estado varios años encallado. El boceto museístico contempla un edificio de servicios generales en Gernika, un recorrido natural de cinco kilómetros y un centro expositivo en Murueta. “Si el de Bilbao ha sido el museo diferencial del siglo XX”, afirma Jon Azua, presidente de EnovatingLab, “estoy convencido de que será el modelo de los museos y organizaciones culturales del siglo XXI”. “No es ampliar físicamente el de Bilbao, no es construir otro gran edificio, otra joya arquitectónica, sino crear un espacio con obras abiertas, en proceso, que permitan un intercambio cultural entre artistas y público”, añade el también exvicelendakari, quien se muestra seguro de que “sería un catalizador de numerosos proyectos innovadores”.
Juan Ignacio Vidarte, director del Guggenheim, precisa que este proyecto con casi 15 años de maduración “es una ampliación cualitativa del museo de Bilbao”. “Es una antítesis y un complemento”, explica. Bilbao es un museo urbano y tradicional, de “visita rápida”. En cambio, Urdaibai está concebido como “un museo relacionado con la naturaleza” y pensado para hacer “una visita más lenta”. Tendrá “un compromiso con la sostenibilidad” y hará “énfasis en la relación entre el arte, el paisaje y la ecología”. Aún no hay fechas ni plazos previstos para su lanzamiento porque no existe un acuerdo interinstitucional que garantice la viabilidad financiera.
Desde una perspectiva m¨¢s intangible, apunta Vidarte, es un escaparate para el exterior: ¡°Es un elemento simb¨®lico muy importante. Por ejemplo, la presencia de noticias relacionadas con el museo en el mundo est¨¢ en torno a las 20.000 referencias todos los a?os, que llegan a 4.000 millones de lectores. Esas noticias transmiten la imagen del museo, pero tambi¨¦n de la ciudad y del pa¨ªs¡±. El bum del Guggenheim, a?ade Vidarte, no se ha dado como consecuencia de un evento aislado, una olimpiada o una exposici¨®n universal, como ha podido ocurrir en otras ciudades, sino ¡°gracias a un proyecto surgido del deseo de cambio de la sociedad vasca¡±.
San Salvador, especialista en el desarrollo de las ciudades, sostiene que, desde el punto de vista social, el Guggenheim es un proyecto con ¡°la intencionalidad de llegar a todos los p¨²blicos¡± y que culturalmente ha introducido ¡°elementos creativos totalmente novedosos¡±, que han sido aceptados por quienes lo criticaron en sus inicios y tildaron el proyecto arquitect¨®nico de ¡°americanizaci¨®n de la ciudad o invasi¨®n de la cultura yanqui¡±: ¡°Sin querer, forma parte del patrimonio arquitect¨®nico de la ciudad¡±. Ha adquirido un car¨¢cter emblem¨¢tico y queda emparentado con otros s¨ªmbolos de la ciudad, como el puente de la Salve, la catedral de Santiago, la Alh¨®ndiga o el campo de San Mam¨¦s, que son reconocibles por todo el mundo y pertenecen a la iconograf¨ªa urbana de Bilbao.
A esto se suma, apunta la economista Plaza, que ¡°ha tenido un efecto directo en la mejora de la oferta de servicios de Bilbao, de su gastronom¨ªa, del comercio¡, y ha influido tambi¨¦n en la mentalidad de la gente¡±. Y advierte de que el principal reto al que se enfrenta Bilbao es que ¡°la subida de precios asociada al tir¨®n tur¨ªstico no afecte a la productividad de la ciudad, y eso se consigue con el impulso de nuevos sectores econ¨®micos y tecnol¨®gicos basados en la innovaci¨®n¡±.
Plaza opina que ¡°en la econom¨ªa son fundamentales los estados de ¨¢nimo¡±, y as¨ª se entiende que el tir¨®n que tuvo en sus inicios el Guggenheim ¡°contagi¨® al resto de sectores y dio lugar a todo un plan de creaci¨®n de centros tecnol¨®gicos, planes de innovaci¨®n, exportaci¨®n¡ que ha sido clave, un revulsivo para la econom¨ªa vasca¡±.
La apertura del museo, se?ala Jos¨¦ Antonio Garrido, presidente de la asociaci¨®n Bilbao Metr¨®poli-30, supuso ¡°un paso importante hacia la centralidad cultural que contribuy¨® a proyectar internacionalmente la imagen de Bilbao como una metr¨®poli pujante, con fuerza e identidad propia, as¨ª como un lugar reconocido entre las ciudades de la cultura y el arte. Este museo fue producto de una decisi¨®n estrat¨¦gica, una inversi¨®n clave y capaz de marcar un punto de inflexi¨®n hacia la modernizaci¨®n del Pa¨ªs Vasco¡±.
Programas educativos
El ¨²nico ¡°pero¡± que pone San Salvador es el siguiente: ¡°El Guggenheim tiene que ser la punta del iceberg de toda una trama de actividad cultural pegada a la ciudadan¨ªa. Todav¨ªa podr¨ªa trabajar m¨¢s en la socializaci¨®n y descentralizaci¨®n de la cultura, para que esta llegue a cada barrio, distrito o municipio del ¨¢rea metropolitana con acciones pedag¨®gicas y de fomento de la creaci¨®n cultural, porque tiene fuerza y contenido para hacerlo. En definitiva, sacar el museo de su espacio para convertirlo en un agente de empoderamiento y generador de creaci¨®n y consumo cultural¡±. Seg¨²n datos del museo, el a?o pasado 5.182 escolares y 4.938 familias participaron en programas educativos impulsados por el Guggenheim, y 6.003 personas se beneficiaron de la iniciativa cultural TopARTE.
El Guggenheim ha cimentado su identidad como museo especializado en arte contempor¨¢neo, pero abierto a otras ¨¦pocas, como un divulgador de la obra de los cl¨¢sicos de la modernidad. Vidarte, su director desde el primer d¨ªa, concibe as¨ª el futuro de la instalaci¨®n: ¡°El museo del ma?ana tiene que mantener el ADN que le ha llevado hasta aqu¨ª. Para ello tiene que conservar un esp¨ªritu de reinvenci¨®n permanente y reforzar su vocaci¨®n de garantizar la sostenibilidad financiera y operativa, adem¨¢s de ser ejemplo de la sostenibilidad medioambiental¡±. Azua insiste en que estamos ante un ¡°excelente museo¡±, que ha hecho las cosas ¡°muy bien desde el punto de vista muse¨ªstico y fundacional¡±. Pero considera que es ¡°mucho m¨¢s que un museo¡± al uso, porque se ha erigido en ¡°un elemento acelerador de cambios sociales y de transformaci¨®n de pa¨ªs¡±, y esto ¡°hay que cuidarlo¡±.
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