Ecos de una goleada hist¨®rica (en la patronal)
Antonio Garamendi estrena un nuevo mandato con un respaldo abrumador y el reto de revitalizar el di¨¢logo social
La goleada de Antonio Garamendi a Virginia Guinda en las elecciones a la presidencia de la patronal CEOE ¡ªel mismo d¨ªa que la de Espa?a a Costa Rica en el Mundial de Qatar¡ª tiene muchas lecturas. La primera es la del propio resultado: 534 votos a favor por 87 de su rival, o lo que en t¨¦rminos relativos es un 83-13, ya que el resto de puntos correspondieron a 14 papeletas en blanco y ocho nulas, sobre un censo de 784, lo que le da holgura para afrontar su segundo mandato con suficiencia.
Visto as¨ª, est¨¢ claro que al dirigente vasco le ha venido de perlas que se presentara un contrincante para marcar poder¨ªo. De haber sido proclamado por aclamaci¨®n, como la vez anterior, quedar¨ªa la duda de si era verdad que ten¨ªa contestaci¨®n dentro de la organizaci¨®n como se hab¨ªa asegurado desde algunos foros. Ahora todo parece indicar que no era tal, y si hay descontentos, se han quedado callados (141 compromisarios no votaron) o han preferido lo que hay a lo que podr¨ªa haber habido.
Segunda lectura. La derrota de Guinda, una desconocida fuera de su c¨ªrculo de confianza, es tambi¨¦n la derrota de Josep S¨¢nchez Llibre. El presidente de la patronal catalana Foment del Treball se bati¨® para que Garamendi tuviera un rival en estas elecciones y, a ser posible, desbancarle. Aunque ¨¦l lo niega categ¨®ricamente, tanto la candidatura frustrada de Gerardo P¨¦rez, presidente de Faconauto (patronal de los concesionarios de autom¨®vil), como la de su paisana y vicepresidenta de Foment, Guinda, tienen su impronta.
El resultado se le ha venido encima. Para el colectivo empresarial resulta un fracaso que se pone en el debe del inquieto expol¨ªtico catal¨¢n. Si pretend¨ªa un plebiscito sobre Garamendi, se volvi¨® en un plebiscito sobre ¨¦l mismo. A la vista de los resultados, queda meridiano que muchas empresas y sectores catalanes han votado a Garamendi, lo que quiere decir que est¨¢n m¨¢s interesados en el bienestar de la empresa que en las confrontaciones. Parece que solo componentes del grupo de Foment (y no todos), algunos de Cepyme de la cuerda de S¨¢nchez Llibre, los representantes de Faconauto y algunos versos sueltos respaldaron a Guinda, que esperaba un resultado m¨¢s satisfactorio.
La tercera lectura, ligada a la anterior, es que estas elecciones dejan muy tocadas las relaciones patronales CEOE-Foment. Esto deja abierta la incertidumbre; pero expertos en el empresariado sostienen que no es un problema de Catalu?a y Espa?a; lo es de Catalu?a con el resto de comunidades. Lo que queda por despejar ahora es si Garamendi le va a mantener entre sus vicepresidentes cuando anuncie la composici¨®n del comit¨¦ ejecutivo el pr¨®ximo 21 de diciembre (puede nombrar hasta 11, como en la actualidad) y, sobre todo, si va seguir confiando en ¨¦l como responsable de las relaciones con las Cortes. En todo caso, le conviene tender puentes con Catalu?a, aunque no sea con S¨¢nchez Llibre.
La cuarta lectura, y principal, anida en los retos a los que se enfrenta el renovado presidente. Garamendi ten¨ªa el discurso f¨¢cil tras la rotunda victoria. Pidi¨® m¨¢s seguridad jur¨ªdica y mayor estabilidad regulatoria. Dijo que los empresarios salen de los comicios m¨¢s unidos que nunca y, seguramente, tiene raz¨®n. Su plan es por trabajar por los intereses comunes con esp¨ªritu de sumar y que las empresas crezcan y sean competitivas. ¡°La obligaci¨®n es pactar, lo que no quiere decir, hacerlo a cualquier precio. La patronal responder¨¢ con responsabilidad si las ofertas son razonables¡±, ha dicho. Todo en aras de la paz social.
La pregunta pertinente es si va a ser m¨¢s beligerante o m¨¢s dialogante. Si se mira para atr¨¢s no se le puede tachar precisamente de no haber propiciado el di¨¢logo con los sindicatos y con el Gobierno. Antes bien, al contrario, lo que le granje¨® alguna cr¨ªtica dentro de la confederaci¨®n y los aplausos del Ejecutivo (Pedro S¨¢nchez le llam¨® patriota), algunos de cuyos miembros mostraron sus preferencias por la continuidad en el cargo. La realidad es que firm¨® 14 acuerdos, algunos de gran calibre.
Es decir, di¨¢logo y di¨¢logo. Los tiempos que se aproximan son inciertos y, como primer plato fuerte, aparece la negociaci¨®n salarial con una inflaci¨®n disparada. A eso, y sin demora, se suman la revalorizaci¨®n del salario m¨ªnimo interprofesional (SMI) y la continuaci¨®n de la reforma de las pensiones. Toca, pues, remangarse. Por si tiene dudas, la vicepresidente Nadia Calvi?o le tendi¨® la mano unos d¨ªas antes y Unai Sordo, el l¨ªder de CC OO, le felicit¨® sobre la base de la importancia que tiene contar ¡°con interlocutores fuertes y representativos¡±.
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