Estos picos han enamorado al chef Jos¨¦ Andr¨¦s y est¨¢n hasta en las mesas de Corea del Sur

Cuenta Jaime Obando (Utrera, Sevilla, 1978) que el reconocido chef Jos¨¦ Andr¨¦s prob¨® su producto estrella, el pico r¨²stico gourmet, durante un almuerzo en el restaurante Antonio, en Zahara de los Atunes. Desde entonces, es el proveedor ¨²nico de los restaurantes que el c¨¦lebre cocinero asturiano regenta en Estados Unidos. Este fue solo el primer paso de esta panader¨ªa familiar establecida en la localidad sevillana de Utrera en el mercado internacional, que en los ¨²ltimos 10 a?os ha conquistado tambi¨¦n el asi¨¢tico, con una fuerte implantaci¨®n en Corea del Sur, y acaba de cerrar un acuerdo con su primer proveedor australiano. En 2021, Panader¨ªa Artesana Obando factur¨® 5,1 millones de euros.

Fundada en 1965 por Francisco Obando, que se hizo con una panader¨ªa en ruinas que hab¨ªa heredado de su suegro, fue durante d¨¦cadas un negocio modesto. ¡°En aquellos tiempos, se amasaba con poleas y con maquinaria movida por burros. Era todo muy mec¨¢nico y bastante manual. Mi padre, un operario m¨¢s y 50 kilos de harina al d¨ªa daban para producir unas 250 piezas de pan tradicional. Totalmente artesanal¡±, explica el director general de la compa?¨ªa, Jaime Obando, el menor de los seis hijos del fundador, que ha cogido las riendas de la empresa junto con su hermano V¨ªctor, director de producci¨®n y personal.

As¨ª, desde esta localidad a 30 kil¨®metros de Sevilla, Obando ha conseguido, con el relevo generacional, transformar una sencilla panader¨ªa de pueblo en una firma de proyecci¨®n internacional. ¡°Mi padre mantuvo un crecimiento lento pero constante, pasando de ser un negocio local a empezar a distribuir por varios pueblos de la provincia¡±. Poco m¨¢s. Con el paso de los a?os, esta empresa empez¨® a invertir en una nueva tecnolog¨ªa que ayud¨® a optimizar sus m¨¦todos de producci¨®n, y a desarrollar nuevos productos, como fueron los picos de pan, un salto cualitativo al que hoy dedica un 80% de su producci¨®n.

¡°Buscando y buscando para encontrar nuevos productos, en una ¨¦poca de fuerte crisis [la Gran Recesi¨®n] en la que el pan se regalaba, apostamos por el pico. Y casi por casualidad, nos dimos cuenta de que la viruta que sobraba de un fallo en la m¨¢quina de fabricaci¨®n gustaba casi m¨¢s que el pico de entonces en s¨ª, y apost¨¦ por modificar la tecnolog¨ªa para conseguir producir ese resto. Podemos decir que el pico r¨²stico gourmet naci¨® de una equivocaci¨®n¡±, reconoce Obando.

Un error que entr¨® r¨¢pidamente en el canal Horeca y luego comenz¨® a expandirse en las grandes superficies ¡ªCarrefour, El Corte Ingl¨¦s, Makro, Alcampo, Aldi¡ª y que ha llevado a esta panader¨ªa de pueblo a cruzar fronteras, haci¨¦ndose presente en pa¨ªses como el Reino Unido, Francia, B¨¦lgica, Portugal, Holanda o Rep¨²blica Checa, Estados Unidos, M¨¦xico o Corea del Sur. En total, a m¨¢s de 25.000 clientes de todo el mundo. ¡°Mi padre no sali¨® jam¨¢s del pueblo, y yo no he parado de hacer kil¨®metros¡±, reconoce Obando.

Gracias a los m¨¢s de 60 trabajadores que componen actualmente la plantilla del Grupo Obando, la marca ha podido crecer. ¡°La exportaci¨®n supone ya el 15% del total de nuestra facturaci¨®n¡±, comenta el director general, que tiene una explicaci¨®n para su ¨¦xito internacional en pa¨ªses con una escas¨ªsima tradici¨®n en acompa?ar las comidas con pan y picos: ¡°La clave es el jam¨®n. Joselito y Cinco Jotas tienen nuestros picos en sus catas. Cuando un cliente est¨¢ comprando jam¨®n, est¨¢ comprando tambi¨¦n mis picos¡±, argumenta.

Los planes de expansi¨®n a corto plazo de la marca consisten en la construcci¨®n de una nueva f¨¢brica de producci¨®n en Utrera, con la que esperan duplicar su plantilla y aumentar de manera ¡°notable¡± su producci¨®n actual.