Juan Lobato se acerca al poder econ¨®mico madrile?o

Desde antes de que se invistiera como candidato del PSOE para presidir la Comunidad de Madrid, Juan Lobato Gandarias ya ten¨ªa muy claro que una parte muy importante de su agenda (si no la que m¨¢s) ser¨ªa la de establecer un calendario de encuentros con distintos foros de profesionales para preparar el camino. Lo est¨¢ cumpliendo y dando especial preponderancia a los empresarios, consciente del alcance que tiene estar cerca del poder econ¨®mico y llevarse bien con sus inquilinos. Sabe que el voto est¨¢ en los j¨®venes y en los profesionales y eso pasa por visitar las empresas, adem¨¢s de ir por los barrios y los pueblos. Es la clave de muchas decisiones y la llave de las soluciones para su doble objetivo de recuperar la hegemon¨ªa de la izquierda en Madrid y de desbancar de la presidencia a Isabel D¨ªaz Ayuso.

Es raro el d¨ªa que el joven candidato de 37 a?os no tenga alg¨²n encuentro de este tipo. Desde que en octubre asumi¨® la responsabilidad de guiar a los socialistas madrile?os a esa alta cota que no ocupan desde 1995 se ha reunido con diversos colectivos empresariales, comenzando por el presidente de la patronal madrile?a CEIM, Miguel Garrido, del que tiene muy buen concepto. No extra?a escuchar en el entorno de la organizaci¨®n empresarial palabras aduladoras sobre el perfil que presenta Lobato como alternativa a Ayuso, sobre todo por el dominio de la escena y del conocimiento de los temas econ¨®micos.

Esa buena sinton¨ªa le ha abierto muchas puertas en el mundo de la empresa, tanto las de sectores maduros como de las nuevas tecnolog¨ªas. En ese sentido, ha compartido mesa con las empresas biotecnol¨®gicas reunidas en la asociaci¨®n Asebio, entre ellas algunas farmac¨¦uticas, con las que tambi¨¦n se ha reunido por separado. Ha conocido a los responsables de las constructoras y, espec¨ªficamente, se ha interesado por el desarrollo de Madrid Nuevo Norte (antigua Operaci¨®n Chamart¨ªn), el proyecto que viene de cuando era un ni?o y su padre era concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid. Ha estrechado relaciones con las principales firmas comerciales como El Corte Ingl¨¦s, Mercadona o Inditex. Ha recorrido sedes de diversos grupos como Indra, GMV, Oracle, LG o Netflix.

Para Lobato es la mejor forma de tomar el pulso a la realidad econ¨®mica de la regi¨®n y, viceversa, para que se lo tomen a ¨¦l. Algunos de los empresarios y directivos destacan el ¨ªmpetu del candidato, el inter¨¦s por sus preocupaciones y reivindicaciones, la rapidez de discurso y de contenido en cuestiones tan cruciales como la educaci¨®n, el transporte p¨²blico y la sanidad, sin revisar papeles todo el rato, en contraposici¨®n de Ayuso, de la que sostienen que no es, precisamente, muy dada a convocar reuniones de esta ¨ªndole.

Tambi¨¦n valoran que no le hayan dolido prendas para criticar los cambios legislativos sobre malversaci¨®n proyectados por el Gobierno. Quiz¨¢ su formaci¨®n como t¨¦cnico de Hacienda y los casos que se sucedieron en Madrid en la etapa de Gobierno de Esperanza Aguirre tienen influencia palpable. ¡°Con el dinero p¨²blico cero bromas, la posici¨®n de que la lucha contra la malversaci¨®n y los corruptos es clave. Y, en concreto en Madrid, contra los corruptos del PP¡±, ha contestado en varias entrevistas.

Lobato calcula bien por d¨®nde pueden ir los tiros ante las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas, en las que, animado por los sondeos, se ve con posibilidades de pugnar e incluso arrebatar el dominio de la imperturbable lideresa de la derecha, a la que lanza alabanzas (¡°tenemos que tener una contundencia mucho m¨¢s alta con Ayuso¡±) y culpa de todos los males (¡°en Madrid es todo exclusi¨®n y confrontaci¨®n¡±).

El candidato, que fue alcalde de de Soto del Real entre 2015 y 2021, asume que el partido que representa necesita ¨¢rnica para recuperarse la debacle electoral de las ¨²ltimas elecciones, despu¨¦s adem¨¢s de haber ganado las anteriores con ?ngel Gabilondo a la cabeza (¨¦l iba el puesto 25 con este y el cuarto en las m¨¢s recientes). Eso puede explicar la intensidad que imprime a todas sus acciones y que lleva con la lengua fuera a su equipo (denominado ya Equipo Lobato y en el que se han integrado diversas corrientes del siempre complicado socialismo madrile?o). Hay quien dice que ya ten¨ªa esa din¨¢mica cuando era alcalde la localidad serrana, que no gobernaban los socialistas desde 1939 (pas¨® de ganar por 11 votos a tener el 60% del apoyo en los siguientes comicios), y que ha sido una de las razones para que Ferraz le aupara a la candidatura.