La triste paradoja Argentina: crece la econom¨ªa y tambi¨¦n el n¨²mero de pobres
El PIB mejor¨® un 5,2% en 2022 y el pa¨ªs genera empleo. Sin embargo, cada vez m¨¢s ciudadanos no se pueden alimentar correctamente ni tener una vivienda digna debido sobre todo a una inflaci¨®n desbocada
El 30 de marzo, un beb¨¦ de tres meses muri¨® frente a las rejas de la Casa Rosada, en la mism¨ªsima Plaza de Mayo de Buenos Aires. Viv¨ªa en la calle con sus padres. La madre cont¨® que se despert¨® de madrugada para darle de mamar y simplemente la encontr¨® muerta. ¡°Cuando la fui a tocar, ya no ten¨ªa pulso¡±, dijo. Los polic¨ªas que custodian la sede del Gobierno argentino llamaron a los servicios de urgencia, que constataron que ya no hab¨ªa nada que hacer. La ni?a muri¨® de pobreza el mismo d¨ªa en que la oficina oficial de estad¨ªsticas, el Indec, informaba que el 39,2% de quienes viven en Argentina ganan menos de lo necesario para alimentarse correctamente o pagar una vivienda digna. El ¨ªndice crece hasta el 50% entre aquellos que tienen menos de 14 a?os.
La pobreza es un mal que ha crecido como la hiedra en una sociedad que supo ser de las m¨¢s pr¨®speras de Am¨¦rica Latina. La debacle empez¨® en los a?os ochenta, gobiernos militares mediante: la pobreza alcanz¨® el 47% tras la hiperinflaci¨®n de 1989, se dispar¨® al 57,7% con la crisis del corralito de 2002 y tras una recuperaci¨®n volvi¨® a subir en 2020 con la pandemia, hasta el 42,9%. Luego baj¨® levemente, para volver a remontar la cuesta en el segundo semestre de 2022. En este nuevo ciclo de subida se sumaron un mill¨®n de nuevos pobres entre junio y diciembre pasados. Sin embargo, hay una gran diferencia con respecto a los picos anteriores de pobreza. El PIB de Argentina creci¨® 10% en 2021 y 5,2% en 2022. Toda esta bonanza estad¨ªstica estuvo acompa?ada por una ca¨ªda de 0,7 puntos del desempleo. Si nos atenemos a los n¨²meros, en Argentina solo est¨¢ sin trabajo el 6,6% de la poblaci¨®n. ?Por qu¨¦ entonces hay m¨¢s pobres? El problema est¨¢ en la inflaci¨®n y en el deterioro persistente del mercado de trabajo.
El IPC subi¨® en 2022 un 94%, con la consiguiente depreciaci¨®n del peso frente al d¨®lar. En enero de 2022, eran necesarios 179 pesos para comprar una divisa en el mercado informal. 16 meses despu¨¦s son necesarios 460 pesos, tras tocar el martes un r¨¦cord de 495 pesos. Esta semana fue especialmente dura. El peso sufri¨® una dura embestida del mercado y perdi¨® 11% de su valor en solo 48 horas. Pese a los esfuerzos del Gobierno del peronista Alberto Fern¨¢ndez por controlar la inflaci¨®n, en marzo trep¨® un 7,7%, hasta el 104,3% interanual, el dato m¨¢s alto desde 1991. Como la inflaci¨®n crece m¨¢s r¨¢pido que los salarios cada mes cae en la pobreza una clase media baja que ya no puede sostenerse en su sitio de la pir¨¢mide. La canasta b¨¢sica, que incluye alimentos y necesidades no alimentarias esenciales, subi¨® desde junio pasado siete puntos m¨¢s que los salarios.
Infierno inflacionista
Es tan veloz la carrera ascendente del IPC que, por primera vez en la historia en Argentina, el Indec considera pobres a personas que tienen un trabajo en blanco. Claro que hay quienes la pasan peor. La subida de los precios golpea con especial virulencia a los trabajadores informales, que no tienen sindicatos que peleen en su nombre ni derecho, por ejemplo, a un cr¨¦dito. Sus ingresos pierden poder de compra d¨ªa a d¨ªa, mientras no encuentran clientes entre esas familias que ya no pintan su piso o arreglan su coche porque apenas llegan a fin de mes. Los argentinos viven entre la incertidumbre del d¨ªa a d¨ªa y el temor a una hiperinflaci¨®n como la de 1989, que oblig¨® al presidente Ra¨²l Alfons¨ªn a adelantar la entrega del poder al peronista Carlos Menem. Los comercios no tienen precio y dejan de vender sus productos, se suspenden planes de inversi¨®n y las familias aprietan el presupuesto como pueden. El beb¨¦ que muri¨® hace un mes frente a la Casa Rosada es solo el s¨ªntoma de una enfermedad que carcome a Argentina.
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