Culminar el cambio, alcanzar el pleno empleo
En este mundo revuelto y cargado de desaf¨ªos, ya casi nadie duda del valor de una pol¨ªtica econ¨®mica bien hecha
Cuando al final de mi primera entrevista como secretario de Estado me preguntaron cu¨¢l era mi aspiraci¨®n para la econom¨ªa espa?ola respond¨ª que dejarla cerca del pleno empleo. Aunque no hace mucho tiempo, entonces aparec¨ªa como una perspectiva lejana, un horizonte inalcanzable para nuestro pa¨ªs. Hoy, la discusi¨®n sobre los objetivos econ¨®micos para la legislatura entrante gira en torno a la cifra asociada al pleno empleo, porque ya se acepta que lo tenemos al alcance de la mano. Es una buena ilustraci¨®n de lo que hemos avanzado durante estos cinco a?os.
Los datos m¨¢s recientes confirman que nuestra econom¨ªa super¨® con m¨¢s fuerza de lo esperado el golpe de la pandemia y se ha adaptado mejor que las de nuestro entorno al choque de oferta inflacionista generado por la guerra de Rusia en Ucrania. El PIB se sit¨²a ya un 2% por encima de 2019 tras rebasarlo en 2022. El empleo ha superado la cota hist¨®rica de los 21 millones de ocupados, llevamos un a?o con una de las tasas de inflaci¨®n m¨¢s bajas de la Uni¨®n Europea, la capacidad de financiaci¨®n exterior alcanzar¨¢ este a?o el 5% del PIB y se volver¨¢n a cumplir los objetivos de reducci¨®n del d¨¦ficit y la deuda p¨²blicos.
Este comportamiento refleja una mejora estructural, fruto del impulso a la oferta agregada y de la correcci¨®n de algunos de nuestros problemas end¨¦micos. La tasa de temporalidad se ha acercado con rapidez a la media europea, la ocupaci¨®n en las actividades de tecnolog¨ªa, I+D+i y ciencia ha crecido un 50% desde 2018 y la productividad por hora es un 1% superior al nivel prepandemia. La capacidad de competir de las empresas espa?olas en el mercado internacional se refleja en un r¨¦cord de exportaci¨®n de bienes de casi 400.000 millones de euros y en un super¨¢vit de servicios no tur¨ªsticos de 2,3 puntos del PIB, en ambos casos en los ¨²ltimos doce meses.
Desmintiendo los mantras que hemos padecido durante a?os, este progreso econ¨®mico ha sido compatible con el avance social. Gracias a las pol¨ªticas de predistribuci¨®n y de inversi¨®n social, la desigualdad de renta, medida por el ¨ªndice de Gini, ha vuelto a niveles de hace una d¨¦cada, las rentas salariales han liderado la recuperaci¨®n y el salario m¨ªnimo ha aumentado cerca del 50%.
La explicaci¨®n est¨¢ en una pol¨ªtica econ¨®mica que ha respondido con eficacia a los numerosos retos inmediatos dentro de un marco coherente de acci¨®n a medio y largo plazo. Las inversiones y reformas estructurales del Plan de Recuperaci¨®n han supuesto una inyecci¨®n de confianza, primero, y de impulso a la transformaci¨®n, despu¨¦s, sin el cual no se podr¨ªan explicar los resultados econ¨®micos espa?oles. Este ambicioso programa est¨¢ permitiendo que nuestro pa¨ªs se coloque en una posici¨®n favorable en las transiciones verde y digital de las que va a depender la prosperidad en los pr¨®ximos a?os.
La nueva legislatura se va a iniciar en un entorno exterior con nuevas presiones al alza en los precios de la energ¨ªa, tensiones geopol¨ªticas y ralentizaci¨®n de la actividad. Los tipos de inter¨¦s se sit¨²an en niveles m¨¢ximos desde antes de la crisis financiera y los impactos del cambio clim¨¢tico son cada vez m¨¢s evidentes. En estas condiciones, la econom¨ªa espa?ola est¨¢ consiguiendo mantener un crecimiento diferencial, que superar¨¢ el 2% en 2023 y se mantendr¨¢ en torno a ese nivel en 2024 seg¨²n las previsiones. Es una muestra ine?qu¨ªvoca de solidez y una buena base para seguir trabajando con las dos prioridades que dan t¨ªtulo a este art¨ªculo.
Para completar el cambio es preciso, en primer lugar, aprovechar al m¨¢ximo el potencial del Plan de Recuperaci¨®n, que ahora se ampl¨ªa con la Adenda. Las inversiones estrat¨¦gicas en transici¨®n energ¨¦tica, descarbonizaci¨®n industrial y digitalizaci¨®n se reforzar¨¢n con 10.000 millones de euros m¨¢s de transferencias, canalizadas en su mayor¨ªa a trav¨¦s de los PERTE. La energ¨ªa limpia y barata, la reducci¨®n de emisiones, la conectividad y el empleo cualificado permitir¨¢n seguir atrayendo inversi¨®n extranjera y modernizando el tejido industrial. Por su parte, las empresas contar¨¢n con hasta 84.000 millones de euros de pr¨¦stamos de financiaci¨®n a largo plazo en condiciones favorables instrumentadas a trav¨¦s del ICO, del BEI y otras instituciones, con la colaboraci¨®n de las entidades financieras y de las comunidades aut¨®nomas. Estos recursos podr¨¢n destinarse a invertir en su plena adaptaci¨®n a las necesidades y capacidades de una econom¨ªa digital y verde.
Despu¨¦s de un periodo de intensa producci¨®n legislativa, las reformas estructurales deben ahora desarrollarse y aplicarse para obtener todo su potencial de generaci¨®n de beneficios econ¨®micos. La reforma de la Formaci¨®n Profesional, que ya ha conseguido acabar con el estigma que la limitaba, aumentar las plazas y modernizar su oferta educativa, precisa ahora un trabajo conjunto con las empresas para hacer realidad la apuesta por la formaci¨®n dual. Otro buen ejemplo es la factura electr¨®nica, que tras introducirse en la Ley Crea y Crece como instrumento de digitalizaci¨®n empresarial y lucha contra la morosidad comercial, est¨¢ ahora en fase de desarrollo reglamentario para su pr¨®xima implantaci¨®n para todas las empresas y aut¨®nomos. La aplicaci¨®n rigurosa de la pol¨ªtica de la competencia seguir¨¢ siendo fundamental para mantener los incentivos de las empresas a crecer y ofrecer bienes y servicios de calidad a precios asequibles.
Hemos dado un enorme salto en materia laboral, pero alcanzar el pleno empleo va a requerir reformas adicionales. Est¨¢n avanzados ya los trabajos preparatorios para la reforma del nivel asistencial del desempleo para facilitar la reincorporaci¨®n al mercado laboral y el engarce con el Ingreso M¨ªnimo Vital. Y ser¨¢ necesario impulsar las conversaciones con los agentes sociales para avanzar en los mecanismos de ajuste entre la oferta y la demanda de trabajo, la movilidad geogr¨¢fica y la mayor conexi¨®n entre la formaci¨®n y las necesidades de las empresas.
El pleno empleo no supone solo la utilizaci¨®n eficiente del trabajo y la desaparici¨®n del desempleo involuntario, sino que facilitar¨¢ el aumento de la productividad y de los salarios, reforzando la posici¨®n de aquellos grupos m¨¢s vulnerables en el mercado laboral. Adem¨¢s, facilitar¨¢ la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico estructural, que es esencial para reconstituir de forma plena la capacidad de estabilizaci¨®n del Estado.
Conviene no olvidarse del m¨¦todo, que tan buenos resultados ha dado en estos a?os. El di¨¢logo pol¨ªtico, el di¨¢logo social y una intensa y leal colaboraci¨®n con la Comisi¨®n Europea en la ejecuci¨®n del Plan ser¨¢n indispensables para poder seguir avanzando. En este mundo revuelto y cargado de desaf¨ªos, ya casi nadie duda del valor de una pol¨ªtica econ¨®mica bien hecha.
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