Marruecos pierde el miedo a hablar de corrupci¨®n en p¨²blico
M¨¢s de dos tercios de los ciudadanos y las empresas reconocen que las pr¨¢cticas fraudulentas est¨¢n muy extendidas
La propina forzosa al gorrilla que reserva plazas para aparcar de las calles de Casablanca o Rabat es un mal menor para los marroqu¨ªes, habituados a lidiar con la corrupci¨®n en las esferas p¨²blica y privada. El 72% de los ciudadanos reconoce que las pr¨¢cticas fraudulentas est¨¢n muy extendidas. Lo mismo admiten el 68% de las empresas en la encuesta que present¨® en diciembre la Instancia Nacional de Probidad, Prevenci¨®n y Lucha contra la Corrupci¨®n. En los ¨²ltimos cuatro a?os, Marruecos ha ca¨ªdo cinco puntos en la lista de Transparencia Internacional, con un retroceso de 21 posiciones hasta situarse en 2022 en el puesto 94? entre 180 Estados examinados. ¡°Comprometido en m¨²ltiples proyectos sociales e integradores, Marruecos necesitar¨ªa ese 5% del PIB que es devorado cada a?o por la corrupci¨®n¡±, estima Reda Dalil, director del semanario Tel Quel.
Tras la mejora de posiciones registrada durante el decenio de gobiernos del Partido de la Justicia y el Desarrollo, islamista moderado, en el que se registraron avances legislativos, ¡°el asunto (de la corrupci¨®n) ha desaparecido del radar (¡) y no da se?al alguna de reflujo¡±, sostiene Dalil en un reciente art¨ªculo editorial, tras la llegada al poder del primer ministro conservador Aziz Ajanuch, considerado el hombre m¨¢s rico de Marruecos despu¨¦s del rey Mohamed VI. La justicia marroqu¨ª no ha investigado ninguna trama fraudulenta a gran escala desde 2020. Mientras tanto, el Ministerio del Interior se limita a destituir de tanto en tanto a algunos cargos locales sospechosos de haber metido la mano en las arcas p¨²blicas.
Las capas de poblaci¨®n m¨¢s marcadas por la vulnerabilidad y la pobreza, de acuerdo con el bar¨®metro ¨¢rabe de opini¨®n de 2022, son precisamente las que muestran una mayor percepci¨®n de las pr¨¢cticas corruptas en el acceso a los servicios sanitarios o las ayudas sociales, as¨ª como en los procesos de selecci¨®n y promoci¨®n de personal en el sector p¨²blico. Desde 2018, cuando registr¨® una puntuaci¨®n de 44 sobre 100 puntos, Marruecos ha descendido a 39 sobre 100.
En un inusual ejercicio de franqueza, el presidente del organismo que ha elaborado la encuesta, Mohamed Bachir Rachidi, aseguraba durante su presentaci¨®n a la prensa que ¡°los marroqu¨ªes consideran que es in¨²til denunciar la corrupci¨®n¡±, y solo un 6% de los consultados declara estar dispuesto a llevar un caso hasta la justicia, entre otros motivos, ante el temor a sufrir represalias desde el poder.
Efectos del terremoto
Mientras los marroqu¨ªes empiezan a perder el miedo a hablar sobre la corrupci¨®n en p¨²blico, el Banco del Magreb, el banco central del pa¨ªs norteafricano, atisba las primeras se?ales de luz al final del t¨²nel tras el terremoto que el pasado septiembre devast¨® varias provincias rurales del Alto Atlas, donde se cobr¨® cerca de 3.000 vidas. El banco considera que las repercusiones del se¨ªsmo ser¨¢n ¡°d¨¦biles¡±, pero afectar¨¢n a las previsiones de crecimiento, que han sido rebajadas desde el 2,9% del PIB pronosticado en septiembre al 2,7% para 2023. En 2024 las expectativas se ver¨¢n a¨²n m¨¢s recortadas, al pasar del 5,9% inicialmente previsto al 3,2%. El Banco del Magreb estima adem¨¢s que la tasa de inflaci¨®n acab¨® 2023 en un 6,1%, similar a la de 2022, despu¨¦s de haberse superado el 10% el pasado febrero. Para ayudar a superar los baches que atraviesa, el Banco Mundial ha concedido a Marruecos un pr¨¦stamo de 500 millones de d¨®lares. Con cerca de 60.000 viviendas da?adas, y 2,8 millones de habitantes afectados por el temblor de tierra, el FMI otorg¨® en octubre un pr¨¦stamo de 1.300 millones de d¨®lares con el fin de hacer frente a las tensiones financieras derivadas de la reconstrucci¨®n tras la cat¨¢strofe.
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