Olivier Bernhard: el nuevo profeta de las zapatillas deportivas
Este exatleta suizo es uno de los cofundadores de On, la firma que quiere plantar cara a Nike o Adidas con su apuesta por la innovaci¨®n, la sostenibilidad y sus relaciones laborales participativas
Hacia 2008 Olivier Bernhard (San Galo, Suiza, 55 a?os) pis¨® una manguera y grit¨® ?eureka! Era entonces un triatleta y duatleta de largas distancias, un Ironman de gran nivel y mayor curiosidad a¨²n, que daba vueltas en la cabeza a la idea de unas zapatillas para correr que fueran c¨®modas, con una suela que amortiguara bien las pisadas, y que al mismo tiempo las impulsara, que permitieran que el suelo devolviera la energ¨ªa que se depositaba en ¨¦l en cada paso. Troce¨® un...
Hacia 2008 Olivier Bernhard (San Galo, Suiza, 55 a?os) pis¨® una manguera y grit¨® ?eureka! Era entonces un triatleta y duatleta de largas distancias, un Ironman de gran nivel y mayor curiosidad a¨²n, que daba vueltas en la cabeza a la idea de unas zapatillas para correr que fueran c¨®modas, con una suela que amortiguara bien las pisadas, y que al mismo tiempo las impulsara, que permitieran que el suelo devolviera la energ¨ªa que se depositaba en ¨¦l en cada paso. Troce¨® una manguera en peque?as porciones, que peg¨® en las suelas de las zapatillas que usaba habitualmente para correr. Las zapatillas eran tan monstruosas que los amigos a los que se las dio a probar las llamaron Frankenstein y tan pat¨¦ticas le parecieron a un ingeniero de una marca tradicional que, nada m¨¢s verlas, se rio en su cara. ¡°Esto es una estupidez¡±, le dijo. ¡°No se te ocurra invertir tu dinero en ellas¡±. Pero despu¨¦s de estar prob¨¢ndolas dos semanas, volvi¨® y le dijo, ¡°oye, parece que funcionan, quiz¨¢ puedas hacer negocio¡±.
Bernhard qued¨® entonces con sus amigos Caspar Coppetti y David Allemann para una excursi¨®n por las Engadinas, los lagos y valles que rodean Sankt Moritz, los lugares de su ni?ez, y despu¨¦s de cuatro o cinco d¨ªas pens¨¢ndolo, se decidieron. Patentaron las suelas con los trocitos de manguera que hac¨ªan creer que se pisaba en las nubes y naci¨® On, una marca que apenas 15 a?os despu¨¦s, en el a?o 2023, tuvo unas ventas globales por valor de 1.792 millones de d¨®lares (1.659 millones de euros al tipo de cambio actual), cotiza en Bolsa ¡ªcon una capitalizaci¨®n de 11.500 millones¡ª, y en agosto calzar¨¢ en los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs a algunos de los mejores atletas. El negocio va viento en popa y esta misma semana han mejorado el objetivo de ingresos para el conjunto del a?o: 2.250 millones de d¨®lares.
Como s¨ªmbolo de sus or¨ªgenes y de su filosof¨ªa, un enorme ¨¢rbol momificado, un abeto transportado desde las monta?as, hojas verdes y ra¨ªces descubiertas, ocupa el centro, suspendido en el aire, del gran vest¨ªbulo del edificio de 17 plantas reci¨¦n construido en la zona de Z¨²rich West. Ah¨ª trabajan, en sus laboratorios y oficinas centrales, unos 1.000 de los m¨¢s de 2.000 empleados de la firma.
Las cifras de On est¨¢n lejos de las de los gigantes del sector, los 51.000 millones de d¨®lares de ingresos de Nike en 2023, los 23.000 millones de Adidas o los 9.300 millones de Puma, los paladines de la revoluci¨®n tecnol¨®gica de las zapatillas que han transformado el atletismo mundial y generado una catarata de r¨¦cords. En On, que puede competir tecnol¨®gicamente con ellas, ni las miran. Est¨¢n en otra liga, o eso explica Bernhard, quien, como los otros dos cofundadores, ocupa un puesto en el consejo ejecutivo de la compa?¨ªa. ¡°Tenemos un objetivo claro. Queremos ser la mejor marca de ropa deportiva premium, la primera que se basa en la innovaci¨®n y el rendimiento. Esto incluye la calidad para competir en el atletismo y tambi¨¦n la sostenibilidad. Sabemos que muchos de los productos que usamos, tambi¨¦n los nuestros, no son muy sostenibles. Y podemos hacerlo mucho mejor¡±, dice Bernhard en una entrevista mantenida en Sankt Moritz (Suiza) durante la presentaci¨®n de su programa de entrenamiento de atletas a la que EL PA?S fue invitado. ¡°Somos una marca que se preocupa no s¨®lo por los atletas, nos preocupamos por cualquier consumidor. Es m¨¢s que s¨®lo hacer dinero, s¨®lo vender zapatillas. Podemos crear algo para que nuestros empleados o nuestros atletas est¨¦n s¨²per orgullosos de llevar este logotipo y quieran correr para nosotros porque tambi¨¦n pueden contribuir a hacer mejores productos. La protecci¨®n del medio ambiente, c¨®mo tratamos a la gente que empleamos, no s¨®lo el salario, cierto, sino tambi¨¦n c¨®mo nos preocupamos por ellos. As¨ª que es algo m¨¢s que ganar a Nike. Tenemos la oportunidad de convertirnos en una empresa mejor en t¨¦rminos de valor¡±, argumenta el exatleta.
Mientras las m¨¢s grandes est¨¢n presentes en todos los deportes y en todos los sectores, en el mundo del deporte de alta competici¨®n, On solo se centra en el triatl¨®n, el atletismo y el tenis, donde viste y calza a la n¨²mero uno mundial, la polaca Iga Swiatek. Y Roger Federer cuenta con alrededor del 4% de las acciones, se fotograf¨ªa con sus zapatillas blancas y, cumpliendo con el lema de la empresa ¡ª¡±el deportista est¨¢ siempre en el centro¡±¡ª se pasa por el laboratorio de investigaci¨®n regularmente para colaborar con los ingenieros en el dise?o de nuevos modelos.
On no invierte en costosas campa?as publicitarias. Sus zapatillas se venden en lugares tirando a exclusivos, donde tienen prohibido colocarles el cartel de las rebajas. Su precio supera los 150 euros por par y las que fabrican en colaboraci¨®n con Loewe, zapatillas de lujo para runners y paseantes, alcanzan los 600 euros. ¡°Cuando empezamos a colaborar con Loewe, a poner su logo en algunos de nuestros productos, nos criticaron mucho. Algunos atletas ven¨ªan y nos dec¨ªan, ¡®?qu¨¦ sois, una marca de moda o una que piensa en un mejor producto para los deportistas?¡±, dice Bernhard, que viste siempre como un deportista. ¡°Creo que eso es lo interesante, saber que hay una tensi¨®n entre los dos mundos, entre ser una marca de lujo y ser una marca de alto rendimiento deportivo, buscar la manera de tender un puente entre ambos¡±.
?Y el futuro? ¡°Tengo 56 a?os y sigo so?ando. Nos gusta ser diferentes, hacer las cosas de otra manera. Todo viene de mi personalidad, claramente, pero tambi¨¦n de mi educaci¨®n: un deportista tiene que abrazar el cambio¡±, contin¨²a Bernhard. ¡°Nos gusta desafiar el statu quo, no porque lo que se haga hoy o lo que hagan nuestros competidores se haga de forma incorrecta o mala, pero a veces puede que simplemente sea el momento de cambiar las cosas y hacerlas de una manera diferente. Nos encanta desafiar¡±.
Como todos los actores deportivos, On tambi¨¦n quiere presentar grandes novedades de cara a los Juegos de Par¨ªs, pero, advierte Bernhard, las suyas no van de nuevas placas de carbono at¨®micas o espumas flotadoras. ¡°Cuando lleguen los Juegos, daremos a conocer nuestro nuevo programa, que es s¨²per sostenible. Y estoy seguro de que va a cambiar la industria. No ma?ana, sino en los pr¨®ximos cinco a diez a?os. Porque pasaremos de las 20 partes de que consta una zapatilla, a solo tres partes. Y podemos producir en Espa?a, podemos tener una producci¨®n incluso en Portugal, en Turqu¨ªa, en Suiza. Dondequiera que vendamos zapatillas, podemos tener producci¨®n¡±. La producci¨®n actual, como todos, la realizan en China y Vietnam.
¡°Siempre quiero que las cosas cambien. Es aburrido si un d¨ªa es como el anterior y como el siguiente. Y por eso me sigue gustando so?ar. Tambi¨¦n por eso, en la empresa decimos ¡°sigue so?ando¡±. Y por eso les decimos a todos y cada uno de los empleados, ?tienes un sue?o? Cu¨¦ntanoslo. Sea lo que sea¡±, concluye.
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