El largo viaje de la India al desarrollo
Modi, que ha vuelto a ganar las elecciones aunque con menos apoyo, prometi¨® equiparar el PIB per c¨¢pita con el de otras potencias. Una misi¨®n dif¨ªcil, aunque no imposible
En 2021, el primer ministro de la India, Narendra Modi, prometi¨® a sus ciudadanos un regalo para el primer centenario de la independencia: llegar a 2047 como un pa¨ªs desarrollado. Un umbral que en la categorizaci¨®n del Banco Mundial, m¨¢s accesible que la del FMI, alcanzar¨ªa multiplicando por m¨¢s de seis la renta per c¨¢pita del pa¨ªs. Dif¨ªcil pero no imposible, ...
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En 2021, el primer ministro de la India, Narendra Modi, prometi¨® a sus ciudadanos un regalo para el primer centenario de la independencia: llegar a 2047 como un pa¨ªs desarrollado. Un umbral que en la categorizaci¨®n del Banco Mundial, m¨¢s accesible que la del FMI, alcanzar¨ªa multiplicando por m¨¢s de seis la renta per c¨¢pita del pa¨ªs. Dif¨ªcil pero no imposible, si se tiene en cuenta la mejora de 55% en la renta per c¨¢pita que la India registr¨® entre 2014 y 2023, cuando el PIB ascendi¨® desde el puesto 90 hasta la quinta posici¨®n mundial.
El primer ministro acaba de renovar esta semana mandato para un nuevo Gobierno de cinco a?os, esta vez en coalici¨®n y sin la mayor¨ªa que disfrut¨® durante las dos legislaturas anteriores. ?Cu¨¢nto m¨¢s podr¨¢ acercar la realidad de su pa¨ªs a la India desarrollada, que prometi¨® para 2047? Tanto sus simpatizantes como sus detractores reconocen la importancia que en esa carrera ha jugado y seguir¨¢ jugando su apuesta por mejorar las infraestructuras, a?adiendo 10.000 kil¨®metros de carreteras al a?o desde 2018; duplicando el n¨²mero de aeropuertos en una d¨¦cada; y llevando en el mismo per¨ªodo de 745 a 1.600 millones toneladas la capacidad de carga de los doce principales puertos del pa¨ªs.
Diez a?os en los que el Gobierno tambi¨¦n ha sabido capitalizar la proliferaci¨®n de m¨®viles baratos fabricados en la India, donde casi 1.000 millones de personas ya tienen conexi¨®n a internet, desplegando un sistema de identificaci¨®n digital (Aadhaar) y una herramienta digital de pagos (UPI) que han contribuido a la bancarizaci¨®n de m¨¢s de 500 millones de personas.
Con un incremento del 70% en las transacciones digitales durante los ¨²ltimos cinco a?os (cifras oficiales), la digitalizaci¨®n ha ayudado tanto al desarrollo del mercado interno como a la mejora de las infraestructuras y la estandarizaci¨®n de impuestos al consumo en todo el pa¨ªs. Como dice Raghuram Rajan, profesor de Finanzas en la Universidad de Chicago y gobernador entre 2013 y 2016 del Banco de la Reserva de la India (el banco central), las ventajas de registrar digitalmente las operaciones comerciales son evidentes: desde los aumentos en la recaudaci¨®n para las arcas estatales; hasta las mayores posibilidades de conseguir pr¨¦stamos para los empresarios.
Pero en la alta informalidad de muchas empresas indias, dice, tambi¨¦n ha tenido efectos adversos. ¡°Las peque?as compa?¨ªas que lograban sobrevivir movi¨¦ndose en una zona gris sin pagar todos sus impuestos, lo tienen ahora mucho m¨¢s dif¨ªcil¡±, explica. ¡°Es algo bueno a largo plazo, pero a corto plazo, la salida de estas empresas genera un problema de empleo, porque las corporaciones m¨¢s grandes que las sustituyen suelen necesitar menos trabajadores¡±. En cualquier caso, para multiplicar por seis el PIB per c¨¢pita hace falta algo m¨¢s que desarrollar el mercado interno. Especialmente en un pa¨ªs donde la renta per c¨¢pita sigue por debajo de los 3.000 d¨®lares, y donde solo 60 millones de habitantes (de los m¨¢s de 1.400 que tiene el pa¨ªs) ingresan una cantidad superior a los 10.000 d¨®lares al a?o.
La exportaci¨®n de software y servicios para empresas ha funcionado como motor de arranque de la econom¨ªa india. Aunque el sector solo emplea a dos millones de personas (de los 410 millones que componen su poblaci¨®n activa), contribuye con un 10% al PIB. En los ¨²ltimos a?os, a las grandes proveedoras de servicios, como Infosys y Tata Consultancy, se les han sumado delegaciones de multinacionales que usan la India como centros de servicios m¨¢s baratos.
En busca de una fuente m¨¢s generosa de empleos, y aprovechando el intento de Occidente de reducir la dependencia con China, la India ha puesto en marcha planes de promoci¨®n industrial, un sector en el que ahora mismo trabajan formalmente unos 35 millones de personas. Uno de esos es el del Estado de Karnataka (el de Bangalore), donde la legislaci¨®n laboral ha sido relajada inspir¨¢ndose en el modelo chino, y donde millones de d¨®lares en dinero p¨²blico se han destinado a atraer inversores como la de Foxconn, que ya est¨¢ produciendo all¨ª sus iPhones.
El espejo chino
En 2023, Rajan public¨® junto a Rohit Lamba el libro Breaking The Mould: Reimagining India¡¯s Economic Future (Romper el molde: reimaginando el futuro econ¨®mico de la India), donde los dos economistas argumentan en contra de imitar el modelo chino. En la India no se pueden expropiar terrenos y el despido no es tan sencillo, sostienen. Adem¨¢s, la automatizaci¨®n de la industria ha reducido su capacidad de generar trabajo. ¡°Por no hablar del proteccionismo creciente, tanto por temas de seguridad como comerciales, ning¨²n pa¨ªs quiere que su producci¨®n se vaya lejos¡±, explica Rajan.
Rajan no est¨¢ de acuerdo con la ¡°idea de que los servicios no pueden ser intensivos en empleo¡±. ¡°El salario de un guardia de seguridad, de un barrendero, o de un empleado de tienda, es equivalente al que se percibe en los trabajos industriales de menor capacitaci¨®n¡±, dice. ¡°Y no son solo los servicios exportables los que pueden crecer, tambi¨¦n los que requiere un pa¨ªs de 1.400 millones de personas necesitado de profesionales de la ense?anza, de la enfermer¨ªa, de la medicina, o del comercio¡±.
Otra diferencia radical con China es la calidad de la educaci¨®n y de la atenci¨®n sanitaria. En la edici¨®n de 2020 del ?ndice de Capital Humano del Banco Mundial, la India obtuvo una puntuaci¨®n de 0,49 (sobre un total de 1), por debajo de pa¨ªses m¨¢s pobres como Kenia o Nepal. En opini¨®n de Ashoka Mody, profesor en la Universidad de Princeton, la dificultad para darle otra oportunidad al 46% de los trabajadores que ahora se ocupan en el muy ineficiente sector agr¨ªcola tiene que ver con las deficiencias en la educaci¨®n y con la escasa participaci¨®n de la mujer en el mercado laboral. ¡°Solo en torno al 30% de las mujeres en edad de trabajar tiene empleo, mientras que en China o en Vietnam ese porcentaje es superior al 60%¡±, denuncia. Las trabas culturales que dejan a las mujeres en casa y hacen que reciban salarios menores por trabajos id¨¦nticos a los de los hombres explican esta escasa representaci¨®n, dice la economista Swati Narayan.
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