La India: disciplina y reformas para aspirar a m¨¢s

India ha elevado su rol global en t¨¦rminos econ¨®micos y geopol¨ªticos en la ¨²ltima d¨¦cada. El pa¨ªs cuenta con atributos estructurales para seguir creciendo a ritmo elevado en las pr¨®ximas d¨¦cadas: capacidad de atracci¨®n de inversi¨®n; fuerte crecimiento de la poblaci¨®n en edad de trabajar; un sector primario con mucho potencial; una marcada orientaci¨®n exportadora, y una base de ahorro y consumo privado muy din¨¢micos. Como pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo, se enfrenta al desaf¨ªo de seguir creando empleo para su inmensa fuerza laboral y hacerlo manteniendo la estabilidad macroecon¨®mica.

En los primeros quince a?os de este siglo, India experiment¨® per¨ªodos de notable inestabilidad macroecon¨®mica: crecimiento del PIB por debajo de su media hist¨®rica y una inflaci¨®n alta y persistente que, con frecuencia, derivaba en ajustes cambiarios. Un sector bancario cargado de activos improductivos y la necesidad de reducci¨®n del excesivo apalancamiento corporativo actuaban de lastre.

Salvo el hiato provocado por la covid, la mayor prudencia en la gesti¨®n y control de riesgos implementados por los gobiernos de Narendra Modi ha permitido a India gestionar mejor los equilibrios entre crecimiento econ¨®mico y desequilibrio exterior, y entre inflaci¨®n y pol¨ªtica fiscal, sin tener que hacer uso de una pol¨ªtica monetaria demasiado restrictiva o ejercer presi¨®n depreciadora excesiva sobre la rupia. Se ha crecido r¨¢pido y de forma m¨¢s consistente, con notable estabilidad macroecon¨®mica: d¨¦ficits gemelos (fiscal y por cuenta corriente) bajo control y estabilidad relativa en su moneda.

A esta estabilizaci¨®n contribuy¨® de forma decisiva la agenda reformista inicial del ejecutivo de Modi: creaci¨®n del impuesto sobre bienes y servicios, reforma de ley de quiebras, reforma agraria y apertura de econom¨ªa a la inversi¨®n directa extranjera (agenda Make in India). Aunque con errores de bulto ¡ªla desmonetizaci¨®n de 2019¡ª pasos atr¨¢s ¡ªderogaci¨®n de la reforma agr¨ªcola de 2020 y lento avance en reformas clave mercado laboral¡ª la ejecutoria econ¨®mica ha sido positiva. En el debe, el giro autoritario en la agenda interna y un nacionalismo creciente.

India podr¨ªa convertirse en el principal contribuidor al crecimiento global en unos a?os, superando a China, que est¨¢ inmersa en un ¡ªprevisiblemente largo¡ª proceso de digesti¨®n de un endeudamiento excesivo, p¨¦rdida de ¨ªmpetu reformista y regresi¨®n demogr¨¢fica. Para dar ese salto, India debe elevar su ritmo de crecimiento hacia el 8%. La doble pregunta es, si se lanzar¨¢ a ello (como aseveran numerosos analistas) y c¨®mo pretende hacerlo sin generar inestabilidad macroecon¨®mica.

La principal inc¨®gnita en las inminentes elecciones generales es el margen con el que vuelva a obtener la victoria el BJP, partido de Modi. A partir de ah¨ª, de confirmarse la apuesta por elevar el ritmo de crecimiento y la aspiraci¨®n por convertirse en el mayor contribuyente mundial al crecimiento, ser¨¢n necesarias una notable disciplina econ¨®mica (reducci¨®n de la debilidad fiscal), una aceleraci¨®n del impulso reformista (agrario, mercados laboral y de capitales) y la continuidad de la fuerte inversi¨®n para reducir la brecha cr¨®nica en la dotaci¨®n de infraestructuras b¨¢sicas. Todo un reto.

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