La econom¨ªa de la India tiene a tiro alcanzar a China

Si me hubieran preguntado hace diez a?os si la India habr¨ªa podido superar a China en t¨¦rminos de tama?o econ¨®mico, mi respuesta hubiera sido muy clara: imposible. La econom¨ªa china es ya entre cinco y seis veces mayor que la india y durante los ¨²ltimos a?os la ¨²nica comparaci¨®n posible para la econom¨ªa china era la de Estados Unidos. De hecho, el propio presidente Xi Jinping, antes de la pandemia, augur¨® que la econom¨ªa china alcanzar¨ªa a la de EE UU en 2027.

Desde el final de la pandemia las cosas han cambiado mucho. No solo la econom¨ªa china ha empezado a divergir de la americana, hasta el punto de que ya mucho piensan que nunca llegar¨¢ a ser m¨¢s grande, sino que tambi¨¦n la India crece mucho m¨¢s r¨¢pido que China. Adem¨¢s, no hay expectativas de que esta tendencia vaya a cambiar pr¨®ximamente, puesto que China se encuentra en un proceso de desaceleraci¨®n estructural que dif¨ªcilmente podr¨¢ parar. Ser¨ªa como desafiar la gravedad, ya que cualquier econom¨ªa con la renta per c¨¢pita que ya tiene China ¡ªde casi 13.000 d¨®lares¡ª, un proceso de urbanizaci¨®n casi finalizado y un r¨¢pido envejecimiento pasa por ese proceso de desaceleraci¨®n. Esto significa que, a menos que la econom¨ªa india experimente una gran crisis, seguir¨¢ convergiendo en tama?o con la china hasta muy probablemente alcanzarla para 2050.

No cabe duda que cualquier previsi¨®n a 30 a?os vista est¨¢ llena de incertidumbres. De todas ellas, la velocidad de la desaceleraci¨®n estructural de China es probablemente la menos dif¨ªcil de predecir. Desde 2010, la tasa de crecimiento del pa¨ªs ha ido descendiendo desde m¨¢s del 10% hasta apenas un 5%. Todos los factores del crecimiento potencial se est¨¢n ralentizando en China, desde la contribuci¨®n de la mano de obra y la productividad, hasta la contribuci¨®n de la inversi¨®n (a¨²n sobredimensionada en un 40% del PIB) y su rendimiento en descenso desde hace 10 a?os y ahora en niveles similares a los de cualquier econom¨ªa desarrollada.

En las circunstancias actuales, es decir, sin grandes reformas estructurales, la tasa de crecimiento de China se situar¨¢ en el 2,4% en 2035, pero seguir¨¢ desaceler¨¢ndose a un ritmo mucho m¨¢s r¨¢pido a partir de entonces a medida que la tasa de urbanizaci¨®n de China, actualmente en el 60% de la poblaci¨®n total, alcance la de las econom¨ªas desarrolladas, en torno al 75%. A medida que las grandes ciudades chinas empiecen a despoblarse, el crecimiento del PIB de China se desacelerar¨¢ hasta el 1% anual, similar al ritmo actual de Jap¨®n.

La India, por su parte, deber¨ªa mantener el crecimiento actual, cercano al 7% en la ¨²ltima d¨¦cada, dado que est¨¢ a¨²n en los primeros pasos de un largo proceso de urbanizaci¨®n que se antoja imparable (su tasa de urbanizaci¨®n es todav¨ªa del 35%). Otro factor que apoya su crecimiento estriba en la demograf¨ªa, con una poblaci¨®n mucho m¨¢s joven que la china. Por ¨²ltimo, su papel de bisagra en el pulso que mantienen EE UU y China y la posibilidad de convertirse en un im¨¢n para la inversi¨®n extranjera en el sector manufacturero, ante la b¨²squeda de alternativas a Pek¨ªn por parte de los inversores internacionales, juega claramente a su favor. La India tiene un papel central en el Indo-Pac¨ªfico, por el tama?o tanto de su poblaci¨®n como de su PIB, lo que mantendr¨¢ el inter¨¦s de Estados Unidos por apoyar al pa¨ªs. Lo mismo puede decirse de la Uni¨®n Europea, aunque por una raz¨®n diferente: su creciente rivalidad econ¨®mica con China como uno de los dos mayores motores exportadores del mundo.

La incertidumbre m¨¢s importante respecto a la posibilidad de que la econom¨ªa india alcance a la china para 2050 est¨¢ en la propia India y en sus pol¨ªticas. De hecho, la econom¨ªa india era tan grande como la china en 1950, pero la excesiva planificaci¨®n, una pol¨ªtica industrial muy costosa y sin se?ales de mercado, y la falta de una reforma agraria acertada condujeron a una tasa de crecimiento decepcionante durante muchos a?os, que desemboc¨® en una grave crisis econ¨®mica en 1991. La India ¨Dcomo China en sus mejores a?os de crecimiento¨D tendr¨¢ que profundizar en su denominada agenda de Reforma y Apertura, que sigue siendo una gran interrogante. Aunque la Administraci¨®n de Narendra Modi parece haber captado el mensaje, especialmente en su segundo mandato, sigue habiendo dudas sobre si un ¨Dcada vez m¨¢s probable¨D tercer mandato conducir¨¢ a m¨¢s, o menos, reformas y apertura a la competencia extranjera. Las campa?as de ¡°La India primero¡± son persistentes, con un claro tono de autosuficiencia, especialmente en lo que respecta al sector industrial. Otros interrogantes proceden de la agenda social, en particular sobre el grado de inclusi¨®n religiosa.

Con todo, la India parece dispuesta a convertirse en una econom¨ªa tan grande como China a mediados de este siglo. Y, lo que es m¨¢s importante, la pelota para lograrlo est¨¢ en su campo. Eso s¨ª, tener el bal¨®n no garantiza ganar el partido, como cada vez m¨¢s parece estar mostrando China.