Isidro Fain¨¦, el eterno poder en la sombra del hombre de la estrella: ¡°Mueve todos los hilos y no se le ve en ninguna parte¡±
Inteligente, ambicioso, implacable y con la mejor agenda de contactos pol¨ªticos y empresariales: as¨ª definen al presidente de Criteria Caixa quienes han trabajado o hecho negocios con ¨¦l
¡°Es un hombre de una discreci¨®n tremenda, mueve todos los hilos y no se le ve en ninguna parte; es un poder invisible¡±. El pasado lunes fue una de esas escasas ocasiones en las que Isidro Fain¨¦ (Manresa, 1942) rompi¨® la afirmaci¨®n lanzada por un conocido personaje de la sociedad barcelonesa. Subi¨® al escenario del auditorio de las torres negras que albergan el cuartel general de La Caixa en Barcelona para prologar la presentaci¨®n del nuevo plan estrat¨¦gico de Criteria Cai...
¡°Es un hombre de una discreci¨®n tremenda, mueve todos los hilos y no se le ve en ninguna parte; es un poder invisible¡±. El pasado lunes fue una de esas escasas ocasiones en las que Isidro Fain¨¦ (Manresa, 1942) rompi¨® la afirmaci¨®n lanzada por un conocido personaje de la sociedad barcelonesa. Subi¨® al escenario del auditorio de las torres negras que albergan el cuartel general de La Caixa en Barcelona para prologar la presentaci¨®n del nuevo plan estrat¨¦gico de Criteria Caixa, la sociedad que preside y que le ha convertido en las ¨²ltimas semanas en el protagonista principal de las mayores operaciones corporativas en Espa?a. El perejil de todas las salsas: en plena ofensiva del Gobierno en Telef¨®nica quiere llegar al 10% del capital, busca una soluci¨®n para desbloquear Naturgy, ha suscrito una ampliaci¨®n de capital de 627 millones para ser el primer propietario de Colonial, se ha convertido en accionista de referencia de Puig en su salida a Bolsa y ha sacado la chequera para rozar el 10% del capital en ACS, entre otros movimientos.
Con el acto de Criteria Caixa del pasado lunes hizo una demostraci¨®n de fuerza al reunir ante ¨¦l a los primeros espadas de CaixaBank, Naturgy, Telef¨®nica, Colonial, ACS, Puig y Saba, principales empresas participadas de esa cartera industrial que ha controlado durante a?os con mano de hierro en guante de seda y que gestiona los 27.000 millones de euros de patrimonio de la fundaci¨®n de la antigua caja de ahorros, el equivalente al presupuesto anual de la Comunidad de Madrid. Una cantidad que quiere elevar hasta los 40.000 millones en 2030. Pero tambi¨¦n le sirvi¨® para ungir p¨²blicamente al nuevo consejero delegado de Criteria, ?ngel Sim¨®n ¡ª¡±es la persona m¨¢s id¨®nea para llevar este proyecto de futuro¡±, le premi¨®¡ª, en lo que supone un cambio de ¨¦poca tras el mandato, mucho m¨¢s conservador y sobre todo discreto, de Marcelino Armenter.
Si Criteria es la sociedad que le da notoriedad y el poder en la ¨¦lite empresarial y econ¨®mica, la Obra Social que financia esa sociedad holding est¨¢ llamada a convertirse en su legado y elevarle al estatus de Francesc Moragas, el fundador de La Caixa. ¡°La fundaci¨®n ser¨¢ su pir¨¢mide¡±, sostiene como met¨¢fora otra de las personas que, pese a haber tratado a Fain¨¦ con asiduidad, demanda discreci¨®n a la hora de desvelar su nombre o alg¨²n rasgo que le ponga al descubierto. Preservar esa instituci¨®n de 600 millones de euros de presupuesto anual para que contin¨²e subida al podio de las fundaciones europeas es hoy su gran cometido. ¡°Ha consolidado y fortalecido una instituci¨®n que Josep Vilarasau ya hab¨ªa conseguido que fuera independiente. En la reordenaci¨®n de las cajas de ahorros supo salvar la fundaci¨®n, que es un segundo Estado de bienestar, y eso es un ¨¦xito espectacular¡±, se?ala Ant¨®n Costas, presidente del Consejo Econ¨®mico y Social, que considera tras ese trabajo ¡°un claro sentido del bien com¨²n y de atender a necesidades superiores¡±.
¡®Ora et labora¡¯
A los casi 82 a?os, su vida privada contin¨²a protegida por un manto de discreci¨®n: es un hombre que le dedica jornadas maratonianas al trabajo, que ejerce su profunda religiosidad a diario en dos iglesias de la parte alta de Barcelona, que practica el golf como disciplina para mantenerse en forma y busca el descanso junto a su esposa, Montse Garriga, en sus residencias de Llavaneres ¡ªcl¨¢sico pueblo de vacaciones de las familias industriales catalanas en la provincia de Barcelona¡ª y Ll¨ªvia ¡ªen la Cerdanya gerundense¡ª. Nunca fue de compartir momentos con la alta burgues¨ªa barcelonesa, a la que no pertenece y con el paso del tiempo parece haber elevado el celo de su intimidad: evita los actos sociales, ha reducido la organizaci¨®n de comidas o cenas en las que aprovechaba para conocer a personajes que le pudieran interesar y su relaci¨®n directa con los medios raya la nada. De hecho, EL PA?S ha tratado sin ¨¦xito de ponerse en contacto con ¨¦l para este reportaje.
Todo es coherente con una frase que empleados con quienes ha trabajado se?alan que no se cansa de repetir: ¡°El bien no hace ruido y el ruido no hace bien¡±. Ese dogma lo ha llevado hasta la ¨²ltima dimensi¨®n en la compra de las 48 compa?¨ªas que ha realizado durante su vida. Siempre el sigilo, ya sea para adquirir participaciones, fusionar bancos o negociar con un presidente de gobierno, sin importar del color pol¨ªtico que sea, para evitar que el conflicto choque con sus intereses. ¡°Es un hombre de gran efectividad: funciona desde el rigor y la estrategia. Es consciente de que sus decisiones no contentan a todos¡±, dice Marc Murtra, presidente de Indra y patrono de la Fundaci¨®n La Caixa. Otros sit¨²an su forma de actuaci¨®n en el campo ¡°de la corazonada¡±.
Estuvo detr¨¢s del crecimiento de La Caixa y de su expansi¨®n fuera de Catalu?a, su impulso permiti¨® que Abertis se convirtiera en un gigante de las infraestructuras, hizo caer a Alfonso Cortina ¡ªamigo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar¡ª de la presidencia de Repsol cuando La Caixa se hizo con una participaci¨®n y estuvo detr¨¢s, pero de perfil, en la fallida opa de Gas Natural sobre Endesa, en pleno cisma pol¨ªtico por la elaboraci¨®n del nuevo Estatuto catal¨¢n. Todos sus movimientos los teje con tiempo. Desde crear relaciones con personas que en alg¨²n momento puedan ser ¨²tiles hasta trabajar en operaciones corporativas. Tiene el don de la paciencia y es muy consciente de que es mejor prepararse en tiempos de paz ante las complejidades de los momentos de acci¨®n.
Ramon Adell, vicepresidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Directivos y Ejecutivos que preside y cre¨® Fain¨¦, considera que su mirada estrat¨¦gica hace que no d¨¦ puntada sin hilo. ¡°Ha hecho cosas que, en el momento en que las empezaba a hacer, yo no las entend¨ªa y, de hecho, no lo hice hasta dos o tres a?os despu¨¦s. Trabaja las operaciones con mucho tiempo y busca los consensos¡±, dice. Otro colaborador coincide: ¡°Es realmente singular porque es un trabajador a muy largo plazo, incluso hoy, con la edad que tiene¡±. Se refiere a la paciencia con la que coci¨® a fuego lento, y en diferentes momentos, la absorci¨®n de Bankia, que convirti¨® a CaixaBank en el primer banco por volumen de negocio en Espa?a, o la integraci¨®n del portugu¨¦s BPI, que le ha dado dimensi¨®n peninsular tras muchos a?os de alianza. Juan Mar¨ªa Nin, a quien despidi¨® cuando era su n¨²mero dos en CaixaBank, lo define de otra manera desde su actual despacho madrile?o en Itinere: ¡°Rompi¨® el molde, lo que significa que no es neutro, que es solitario, extraordinariamente inteligente y m¨¢s intuitivo que anal¨ªtico. Es inagotable¡±.
La cuna del actual presidente de La Caixa choca con la de sus antecesores. Si Josep Vilarasau y Ricard Fornesa estudiaron en La Salle Bonanova, referente educativo para las familias con poder adquisitivo de Barcelona, los or¨ªgenes de Fain¨¦ se sit¨²an en un barrio humilde de Manresa. Cuando ten¨ªa 13 a?os, sus padres, de origen campesino, se trasladaron con la familia a Barcelona, donde ¨¦l empez¨® a trabajar en un taller de reparaci¨®n de bicicletas. Altern¨® los trabajos con los estudios nocturnos de Bachillerato hasta que decidi¨® probar suerte en el Banco Atl¨¢ntico. Ya exhibi¨® entonces trazos de perseverancia y paciencia: pidi¨® ver al director general y se qued¨® en la sala de espera hasta que logr¨® que le atendiera avanzada la tarde. Le convenci¨® para que lo contratara pese a confesar no tener ni idea del negocio bancario. Estudi¨® Econ¨®micas y fue ascendiendo hasta convertirse en director de inversiones y, siete a?os despu¨¦s, vol¨® a Paraguay para ser el director general de una filial, el Banco de Paraguay.
Volvi¨® a Barcelona, pas¨® por otras entidades y cuando triunfaba expandiendo la red de oficinas de Banco Uni¨®n, un d¨ªa conoci¨® a Vilarasau. Gran comercial, le intent¨® convencer de que colocara acciones de la antigua Acesa a trav¨¦s de la red de La Caixa vendi¨¦ndolas con el regalo de pases para los peajes. Su propuesta no prosper¨®, pero Vilarasau tiempo despu¨¦s le fichar¨ªa como subdirector general, no sin antes superar un ¨²ltimo obst¨¢culo que explican las memorias del que despu¨¦s ser¨ªa su jefe. La Caixa no pod¨ªa igualar el salario que ten¨ªa Fain¨¦ en su todav¨ªa trabajo y solo se pudo superar esa barrera gracias a que la caja de ahorros ofrec¨ªa en torno a un aumento adicional del 5% por cada hijo. Fain¨¦ contaba siete (despu¨¦s ser¨ªan ocho).
Su amigo Florentino P¨¦rez
¡°No s¨¦ qu¨¦ aporta a su perfil de directivo su condici¨®n de miembro del Opus Dei¡±, dice una de las fuentes consultadas. Lo que es cierto es que un art¨ªculo de Financial Times lo consideraba en 2009 ¡°la persona m¨¢s importante sin duda de los negocios de Barcelona¡±. Hoy ha evolucionado en ese escalaf¨®n y se sit¨²a en la c¨²spide espa?ola, junto a su buen amigo Florentino P¨¦rez, otro personaje capaz de infundir un gran respeto, adem¨¢s de saberse mover tambi¨¦n en la penumbra, pese a que al presidente del Real Madrid el f¨²tbol le dota de mucha mayor proyecci¨®n p¨²blica. Hoy los estimados Isidro y Florentino ¡ªencuentro obligado una vez al a?o en Menorca¡ª vuelven a compartir negocios tras la separaci¨®n en Abertis en 2018; Criteria ha invertido 1.000 millones para controlar el 9% de ACS, en la que ve todav¨ªa capacidad de crecimiento como constructora tecnol¨®gica.
La convivencia con Vilarasau no acab¨® del todo bien. En 2003, la Generalitat modific¨® a trav¨¦s de la ley de acompa?amiento de los Presupuestos una norma que obligaba a jubilarlo, pese a su deseo de permanencia. Sus mosqueteros hasta entonces, Antonio Brufau, Ricard Fornesa y Fain¨¦, apenas criticaron el paso dado por la Administraci¨®n. Fain¨¦ hizo todo lo que pudo para asegurarse la salida de Vilarasau, seg¨²n una fuente consultada. ¡°Removi¨® cielo y tierra para ser el principal hombre de La Caixa¡±, asegura una fuente pr¨®xima a esa negociaci¨®n. ?Presion¨® mucho? ¡°No he dicho que presionara, pero movi¨® las piezas que ten¨ªa que mover¡±. Esa ha sido una constante en su historia, saber a qui¨¦n acercarse. En aquella ocasi¨®n, las piezas eran Artur Mas, entonces consejero de Econom¨ªa de la Generalitat, y Rodrigo Rato, vicepresidente del Gobierno. El PP y CiU acordaron la modificaci¨®n de la Ley Financiera que forzaba el cambio y que le ofrec¨ªa mucho campo por recorrer, que luego ser¨ªa adaptada en Catalu?a. Fornesa relev¨® a Vilarasau, pero la realidad es que Fain¨¦ ya ejerc¨ªa de primer ejecutivo, si bien no tom¨® la presidencia hasta 2007. Llegaba as¨ª a la c¨²spide de una instituci¨®n muy singular, con un poder que se extiende sobre un conjunto de empresas como una mancha de aceite sin precedentes, pero tambi¨¦n por esa falta de accionistas que hace dif¨ªcil hacerse una idea de lo que es exactamente La Caixa, qui¨¦n la ha controlado en cada momento y c¨®mo ha sobrevivido a sus casi 120 a?os de historia sin la necesidad de propietarios.
En las distancias cortas, Fain¨¦ es imbatible. Controla la aproximaci¨®n emp¨¢tica al interlocutor, tiene capacidad de persuasi¨®n y esa mirada entrecerrada en la que destacan sus ojos azules y que tiene algo hipn¨®tico. Es florentino en sus formas y capaz de tejer alianzas. Con ese talante y ¡°la capacidad de gesti¨®n del arte del poder¡± ¡ªexplica una persona pr¨®xima¡ª, Fain¨¦ ha sabido entrar indistintamente en los despachos gobernados por el PP o el PSOE y con el mismo traje de neutralidad ha vestido a la instituci¨®n que representa. ¡°Tradicionalmente La Caixa siempre ha tenido buenas relaciones con quienes gobiernan [¡]. Antes dec¨ªan que ¨¦ramos de CiU o del PP, ahora dicen que somos socialistas¡±, conced¨ªa en una entrevista a La Vanguardia en 2005.
Ambig¨¹edad pol¨ªtica
Despu¨¦s, cuando el grupo de la estrella dise?ada por Joan Mir¨® ya hab¨ªa llevado fuera de Catalu?a sus sedes sociales tras el caliente oto?o de 2017, se?alar¨ªa su posici¨®n personal en una entrevista en Catalunya R¨¤dio: ¡°Yo no soy de ning¨²n partido pol¨ªtico, solo tengo uno y es La Caixa¡±. Rodrigo Rato tambi¨¦n lo escribi¨® en su ¨²ltimo libro, Hasta aqu¨ª hemos llegado (Pen¨ªnsula), recordando algo que le hab¨ªa dicho Manuel Pizarro, expresidente de Endesa: ¡°?l me reconoci¨® que efectivamente Fain¨¦ negociaba bien con los gobiernos, pero solo en favor de La Caixa¡±. Nadie se atreve a enmarcarle dentro de un partido pol¨ªtico, aunque dan por hecho que es conservador y algunos incluso lo sit¨²an en un perfil catalanista, pero de viejo cu?o.
Siempre ha evitado posicionamientos, aunque ha tenido implicaci¨®n en momentos complejos de la pol¨ªtica catalana. En 2005 firm¨® junto a otros prohombres catalanes una carta dirigida al entonces president de la Generalitat, Pasqual Maragall, emplazando a todos los partidos a cerrar lo antes posible el Estatut, que estaba generando mucho ruido pol¨ªtico e iniciando un clima de boicot a empresas catalanas. En 2012, volvi¨® a interceder junto a Emilio Bot¨ªn y C¨¦sar Alierta para que Mariano Rajoy se aviniera a pactar con Artur Mas cuando este le present¨® su propuesta de pacto fiscal, cuya negativa acab¨® en el inicio del proc¨¦s.
Durante los a?os posteriores, la estrecha relaci¨®n existente con la Generalitat se fue debilitando y a partir de 2015, con los gobiernos independentistas, es ya de desconfianza. ¡°Siempre ha defendido que Catalu?a no pod¨ªa hacer animaladas¡±, explica un veterano directivo de su quinta. En 2017, con la amenaza de la declaraci¨®n de independencia y una acelerada fuga de dep¨®sitos en CaixaBank, contact¨® con el ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, y pusieron en marcha un decreto expr¨¦s para permitir cambios de sedes casi autom¨¢ticos, sin necesidad de ser aprobados en junta de accionistas. La triada de La Caixa (la fundaci¨®n, Criteria y CaixaBank) y la mayor parte de sus participadas aceler¨® un movimiento sin precedentes que acab¨® extendi¨¦ndose a otros millares de empresas.
¡°Siempre pone la mano para ayudar, pero es muy duro con la indisciplina¡±, se?ala el directivo de una de sus participadas. En esas situaciones, otros le califican de ¡°implacable¡±. El ejemplo de lo que sucedi¨® en el proceso independentista es el m¨¢s claro de sus momentos de enfado, aunque algunos de sus colaboradores tambi¨¦n han sufrido su severidad. Fue conocida su disputa con Brufau, actual presidente de Repsol, cuando ambos ten¨ªan una direcci¨®n general en La Caixa. Un pulso que gan¨® Fain¨¦ ¡ªgracias al apoyo del sindicato CC OO, que defend¨ªa su perfil de banquero¡ª, pero otras personas con fuerte peso tambi¨¦n han ca¨ªdo cuando han osado a retarle.
El m¨¢s relevante es el caso del que ser¨ªa su consejero delegado en CaixaBank cuando ¨¦l presid¨ªa el banco, Juan Mar¨ªa Nin, a quien acab¨® despidiendo tras llegar a sus o¨ªdos que aseguraba que iba a ser el pr¨®ximo presidente del banco. Otro caso sonado es el de su anterior director general en la Fundaci¨®n La Caixa, Jaume Gir¨®, que hoy ha reconvertido su carrera hacia la pol¨ªtica. Ambos quedaron relegados al considerar Fain¨¦ que se estaban excediendo con sus propias agendas. ¡°Aparta a la gente cuando ve que crece y empieza a lucirse¡±; ¡°sabe deshacerse de la gente que le hace sombra¡±, se?alan dos personas consultadas. Otra dice no comprender ese exceso de celo: ¡°Cuando est¨¢s all¨ª y cobras bien, ?por qu¨¦ le vas a ser infiel?¡±. Incluso Vilarasau escribi¨® de ¨¦l: ¡°A m¨ª me parec¨ªa que ¨¦l exig¨ªa una fidelidad que [yo] juzgaba exagerada¡±.
Otra persona con la que tuvo que negociar, no duda que Fain¨¦ puede tener enemigos, pero que tiene tambi¨¦n una capacidad de magnanimidad que le lleva a, ¡°en vez de darles una patada, salvarlos con alg¨²n regalo¡±. ¡°Es una forma superior de venganza¡±, concluye. Murtra, que figura entre los directivos de nueva hornada en los que ha depositado su confianza el presidente de La Caixa, cree que ¡°es una persona que ayuda, y muchas veces desde la consciencia de que no hay posibilidad de transaccionar, de que no le podr¨¢n devolver el favor¡±. Dec¨ªa Gandhi que al ejercicio del poder se puede llegar de dos maneras: por actos de amor o atizando el miedo al castigo. El presidente de La Caixa es pragm¨¢tico.
El ¡®holding¡¯ vuelve al pasado
Desde que en febrero pasado aterrizó en Criteria como consejero delegado, Ángel Simón ha dado un revolcón en el holding, que diferentes personas que conocen la compañía consideran que hubiera sido imposible bajo el mando de Marcelino Armenter, un hombre tan discreto como conservador en las operaciones y que una fuente define como “doctor no” por su negativa a permitir operaciones que no veía del todo seguras o rentables y que así era capaz de decírselo a Isidre Fainé. Su precaución choca con el nuevo plan estratégico presentado el pasado lunes y que el propio Simón consideraba que sería difícil de llevar a cabo por su ambición: elevar un 48% la cartera de activos actual (hasta los 40.000 millones de euros) para conseguir unos dividendos de 700 millones en 2030. En apenas seis meses, Criteria ha apostado por Puig y ha hecho un ejercicio de regreso al pasado, recuperando una alianza con Florentino Pérez; volviendo a Colonial, donde ha vivido sucesivas entradas y salidas; y apostando, de la mano del Gobierno, por elevar su participación en Telefónica, donde Fainé lleva dos décadas sentado como consejero y en los últimos convertido en vicepresidente. Si la presidencia de Abertis fue el lugar que elevó su conocimiento en Madrid, el cargo en Telefónica, explican pasados y actuales conocidos, es su favorito, por la capacidad de abrir puertas y la cantidad de información que ofrece. Y la otra apuesta es la de Naturgy, en la que el plan de Criteria llama a darle más valor, lo que suena a toque de atención en una compañía que no acaba de cerrar ni la rotación de sus accionistas ni su plan de futuro, basado principalmente en la escisión en dos compañías que, según fuentes de Criteria, no parece ahora la mejor idea.
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