Biden fren¨® la ola de cr¨ªmenes de Trump

Como los plazos son lo que son, esta columna se escribi¨® antes del primer debate Biden-Trump. Por tanto, si lo que buscan es una opini¨®n experta sobre la eficacia de las distintas estrategias y t¨¢cticas, se equivocan de sitio. Sin embargo, parece seguro predecir que Donald Trump ¡ªun delincuente que ha sido declarado responsable civil de abuso sexual y difamaci¨®n¡ª intentar¨¢ que buena parte del debate gire en torno al crimen. Tambi¨¦n parece seguro predecir que casi todo lo que diga sobre la delincuencia (y otros temas, como la econom¨ªa) ser¨¢ muy enga?oso, si no directamente mentira, a pesar de la perspectiva de la comprobaci¨®n de los hechos en tiempo real y a posteriori.

Despu¨¦s de todo, Trump y sus aliados han pasado meses presentando falsamente a Estados Unidos como una naci¨®n aterrorizada por una ola de cr¨ªmenes violentos, se?alando con el dedo a los inmigrantes y afirmando que el presidente Joe Biden es el responsable. Esto es lo que ha ocurrido en realidad: experimentamos un aumento considerable de los homicidios en 2020 durante la pandemia de covid, cuando Trump estaba en la Casa Blanca. Despu¨¦s de que Biden le sustituyera, la tasa de homicidios primero se estabiliz¨®, y luego inici¨® una fuerte ca¨ªda que parece continuar. Los asesinatos disminuyeron r¨¢pidamente en 2023 y parecen haberse desplomado a¨²n m¨¢s este a?o. Es probable que la tasa de homicidios en 2024 resulte ser m¨¢s baja de lo que fue en cualquiera de los a?os de la presidencia de Trump. O dicho de otro modo, si quieren jugar siguiendo las reglas del MAGA [siglas en ingl¨¦s de Haz que Estados Unidos vuelva a ser grande], de acuerdo con las cuales el presidente es responsable de los ¨ªndices nacionales de delincuencia durante su mandato, entonces habr¨ªa que decir que Biden puso fin a la ola de cr¨ªmenes de Trump.

Destacados partidarios de Trump insisten en que las buenas noticias sobre la delincuencia son falsas. Sin embargo, aunque hay cierto margen para el debate a la hora de definir lo que constituye un delito violento, un asesinato es un asesinato, y por eso me centro en las cifras de homicidios. Y los datos sobre delincuencia se recopilan a partir de los informes de muchos departamentos de polic¨ªa; ?est¨¢n todos ellos implicados en una conspiraci¨®n del Estado profundo?

La verdad es que la historia reciente de la delincuencia en Estados Unidos es muy alentadora. La perturbaci¨®n social causada por la pandemia provoc¨® un aumento temporal de la delincuencia violenta, pero nuestra sociedad recuper¨® r¨¢pidamente el equilibrio, y nuestras ciudades son probablemente igual de seguras que siempre. A¨²n as¨ª, podr¨ªan decir ustedes, olvid¨¦monos de los hechos, que tienen un sesgo liberal bien conocido. ?Qu¨¦ hay de los sentimientos? ?No viven los estadounidenses en constante temor a la delincuencia? No, no es as¨ª. Es posible que la gente diga a los entrevistadores que cree que la delincuencia est¨¢ empeorando; casi siempre es as¨ª (la delincuencia se desplom¨® entre principios de la d¨¦cada de 1990 y mediados de la de 2010, pero la mayor¨ªa de los estadounidenses afirmaban sistem¨¢ticamente que estaba aumentando). Pero si nos fijamos en c¨®mo se comportan las personas, da la impresi¨®n de que ¨²ltimamente se sienten bastante seguras.

Para ver a qu¨¦ me refiero, consideremos un ejemplo de una persona muy conocida que afirma sentirse aterrorizada. El otro d¨ªa, en un programa sobre la seguridad fronteriza, Maria Bartiromo, presentadora de Fox News, declaraba: ¡°Yo ya no voy andando a ning¨²n sitio en Nueva York¡±. Tal vez sea as¨ª como se siente realmente, en cuyo caso lo siento por ella y por todas las experiencias que se est¨¢ perdiendo. En contra de lo que parece creer mucha gente, Nueva York no es, de hecho, un infierno urbano; yo paseo por la ciudad todo el tiempo ¡ªtambi¨¦n por barrios que albergan grandes comunidades de inmigrantes¡ª y es un lugar de lo m¨¢s alegre estos d¨ªas, cuyas aceras est¨¢n llenas de otras personas haciendo lo mismo que yo.

Pero no se f¨ªen de mi palabra. Los datos de los tel¨¦fonos m¨®viles permiten a los investigadores seguir el tr¨¢fico peatonal en los centros urbanos. En 2023, el tr¨¢fico entre semana segu¨ªa muy por debajo de los niveles anteriores a la pandemia, presumiblemente como reflejo del menor n¨²mero de personas que se desplazan a las oficinas del centro debido al aumento del teletrabajo. Pero el tr¨¢fico peatonal de fin de semana, impulsado por la gente que decide aprovechar las amenidades urbanas, se hab¨ªa recuperado casi por completo, lo que no ocurrir¨ªa si los compradores, turistas y dem¨¢s estuvieran aterrorizados por la delincuencia. De hecho, el a?o pasado por estas fechas, el tr¨¢fico peatonal de fin de semana en el centro de Manhattan, donde Fox News tiene su sede, era mayor que antes de la pandemia.

Puede que Trump no se invente sus estad¨ªsticas sobre delincuencia, pero creo que en esta campa?a nunca va a admitir que los delitos violentos han descendido mucho, y seguir¨¢ centr¨¢ndose en algunas historias ampliamente difundidas, ejemplos de delitos terribles cometidos por inmigrantes.

Responder a esas historias es delicado; nadie quiere restar importancia al horror de un solo crimen violento, lo cometa quien lo cometa. Pero si vamos a difamar a grupos enteros de personas por delitos cometidos por unos pocos miembros de esos grupos, ?d¨®nde nos detenemos? Por si sirve de algo, un nuevo estudio del Instituto Cato, de tendencia derechista, concluye que, en Texas, los inmigrantes sin estatus legal en el pa¨ªs tienen menos probabilidades de ser condenados por asesinato que los nativos.

El descenso de la tasa de delitos violentos es, de hecho, un gran ¨¦xito de Biden. Y el presidente merece algo de cr¨¦dito por ese ¨¦xito. Entre otras cosas, el Plan de Rescate Americano inclu¨ªa una gran cantidad de ayudas a los Gobiernos estatales y locales, lo que puede haber fomentado el gasto adicional en la aplicaci¨®n de la ley. Pero se mire como se mire, la delincuencia deber¨ªa considerarse uno de los puntos fuertes de Biden, no un punto d¨¦bil.

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