Por qu¨¦ incluso los m¨¢s fervientes partidarios de Trump deben temer su segundo mandato
En un art¨ªculo publicado un d¨ªa antes de las elecciones presidenciales, Krugman ya daba por descontada la victoria del republicano y advert¨ªa de que nadie puede estar a salvo de sus pol¨ªticas
No s¨¦ qui¨¦n ganar¨¢ las elecciones presidenciales. Nadie lo sabe. Pero es evidente que hay muchas posibilidades de que Donald Trump vuelva al poder. Me preocupa nuestro pa¨ªs y me preocupa c¨®mo ser¨¢ mi propia vida con un segundo mandato de Trump. Y a ustedes tambi¨¦n deber¨ªa preocuparles.
El primer mandato de Trump, en el que nuestra democracia se mantuvo bastante intacta, es un mal ejemplo de lo que ocurrir¨¢ si consigue un segundo. Las barreras que le contuvieron la ¨²ltima vez han desaparecido. Si recupera el poder, estas podr¨ªan ser f¨¢cilmente las ¨²ltimas elecciones m¨¢s o menos libres y justas de Estados Unidos en mucho tiempo.
?Entonces qu¨¦? Algunos han insinuado que podr¨ªamos estar abocados a una ¡°autocracia blanda¡± como la de la Hungr¨ªa de Viktor Orban, en la que el partido gobernante tiene el poder asegurado gracias a la manipulaci¨®n de las elecciones, el control de los tribunales y el amordazamiento de los medios de comunicaci¨®n, m¨¢s que mediante la represi¨®n violenta.
Ojal¨¢ tuvi¨¦ramos tanta suerte.
Hay muchas razones para pensar que Trump y sus partidarios m¨¢s fervientes est¨¢n ansiosos por utilizar la violencia contra sus adversarios: hace casi cuatro a?os, una turba violenta atac¨® el Capitolio de Estados Unidos e intent¨® anular los resultados de las ¨²ltimas elecciones presidenciales. M¨¢s recientemente, Trump, que ha calificado a sus adversarios pol¨ªticos de ¡°alima?as¡±, sugiri¨® emplear el Ej¨¦rcito contra ¡°el enemigo desde dentro¡±. La semana pasada critic¨® las opiniones de l¨ªnea dura de Liz Cheney ¡ªque ha apoyado a Kamala Harris¡ª y luego fantase¨®: ¡°Pong¨¢mosla ah¨ª con un rifle¡± y veamos c¨®mo se siente ¡°cuando las armas apunten a su cara¡±. El domingo, en uno de sus m¨ªtines, declar¨® que si alguien intentara darle ¡°tendr¨ªa que disparar a trav¨¦s de las noticias falsas y eso no me importa tanto¡±.
Tambi¨¦n es importante ser conscientes de que Trump no necesita emplear al Ej¨¦rcito contra los ciudadanos estadounidenses para crear un clima de miedo y represi¨®n. Todo lo que tendr¨ªa que hacer es conceder t¨¢citamente permiso a los muchos extremistas que hay entre sus partidarios para que se pongan en plan justiciero.
Aun as¨ª, a lo mejor se imaginan que, aunque Estados Unidos ¡°vuelva a ser grande otra vez¡±, ustedes personalmente no estar¨¢n en peligro. Si lo creen as¨ª, quiz¨¢s tengan que pens¨¢rselo dos veces.
Al final, dar¨¢ igual que no vivan ilegalmente en Estados Unidos o sean puertorrique?os o dem¨®cratas declarados.
?Trabajan en un medio de comunicaci¨®n? A menos que su medio haya sido un animador a ultranza de Trump y de su agenda, se les considerar¨¢ ¡°enemigos del pueblo¡±. Y m¨¢s vale que la aclamaci¨®n haya sido sonora; Trump ha llegado a acusar a Fox News de ser ¡°d¨¦bil y blanda con los dem¨®cratas¡±.
?Trabajan en una agencia estad¨ªstica del Gobierno? Las afirmaciones falsas de que los n¨²meros que no les gustan a los MAGA, los del ¡°haz que Estados Unidos vuelva a ser grande¡±, son fraudulentos son ahora una pr¨¢ctica republicana est¨¢ndar. Si, como dan a entender los sondeos de economistas, las pol¨ªticas de Trump resultan altamente inflacionistas, no me sorprender¨ªa en absoluto que hubiera una purga en la Oficina de Estad¨ªsticas Laborales, para expulsar a los funcionarios profesionales y sustituirlos por otros leales al presidente que producir¨¢n n¨²meros m¨¢s favorables.
?Son bibliotecarios? No hace falta conjeturar: muchos bibliotecarios, antes miembros universalmente queridos por sus comunidades, ya se han enfrentado al acoso y las amenazas de los derechistas que quieren prohibir los libros que no les gustan. No les sorprenda que la situaci¨®n empeore cuando Trump asuma el poder.
?Son m¨¦dicos? Ahora que Trump dice que dar¨¢ a Robert Kennedy hijo un papel clave en la pol¨ªtica sanitaria ¡ªha dicho que va ¡°a dejar que se vuelva loco con la sanidad¡±¡ª, puede que en alg¨²n momento corran peligro si, por ejemplo, administran vacunas o dan a los pacientes consejos basados en la mejor ciencia m¨¦dica.
?Son empresarios que intentan mantenerse al margen de la pol¨ªtica? Aunque me equivoque al suponer que Trump ser¨¢ peor que Orban, tengan en cuenta que los compinches capitalistas vinculados al partido gobernante se han hecho con el control de gran parte de la econom¨ªa h¨²ngara.
?Son multimillonarios? Puede que piensen que su riqueza les proteger¨¢. Pero, de hecho, les convierte en un objetivo, y adem¨¢s f¨¢cil, dependiendo de la magnitud de sus intereses empresariales. Algunos de los ultrarricos parecen estar d¨¢ndose cuenta de ello; mi sensaci¨®n es que al menos algunos han pasado directamente de la codicia (Trump reducir¨¢ mis impuestos) al miedo (mejor no criticarle, o podr¨ªa tomar represalias).
Por ¨²ltimo, ?son partidarios de toda la vida de Trump? Los movimientos radicales que llegan el poder suelen acabar comi¨¦ndose a los suyos. A veces es porque no eran lo suficientemente radicales, como John Kelly, que fue uno de los secretarios de Seguridad Nacional de Trump y uno de sus jefes de gabinete en la Casa Blanca, pero que ahora describe a Trump como ¡°un autoritario¡± que ¡°sin duda entra dentro de la definici¨®n general de fascista¡±. Sin embargo, otras veces los expartidarios acaban castigados simplemente porque estaban en el bando equivocado de una lucha interna por el poder.
En resumen, Estados Unidos podr¨ªa estar a punto de convertirse en un lugar muy sombr¨ªo. Y los que suponen que sus vidas seguir¨¢n como antes, sin verse afectadas en lo esencial por el miedo y el caos potenciales, cometen un grave error.
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