California: un a?o de experimento con el salario m¨ªnimo
El Gobierno local y los sindicatos festejan la subida de 25% implementada el a?o pasado, mientras los empresarios afirman que un nuevo ajuste podr¨ªa significar el fin a miles de negocios


Lesvia Arias usa pocas palabras para describir el hist¨®rico aumento de 25% al salario que entr¨® en vigor el a?o pasado en California para los empleados de las cadenas de comida r¨¢pida. ¡°No es suficiente¡±, se?ala esta salvadore?a de 41 a?os. Trabaja desde hace dos a?os y medio en un atareado Jack in the Box al sur de Los ?ngeles. A mediados del a?o pasado la hicieron asistente del gerente, lo que le permite ganar casi 22 d¨®lares por hora (unos 20 euros). Tiene en promedio un sueldo mensual de algo m¨¢s de 3.500 d¨®lares. Esto sin contar el complemento que ingresa manejando un Uber los d¨ªas que no trabaja en el restaurante de hamburguesas. ¡°Yo es que no s¨¦ estarme quieta¡±, asegura Arias. Por las noches, cuando llega a casa todav¨ªa con energ¨ªa, se pone a tejer ropa para vender. Si el d¨ªa tuviera m¨¢s horas, Lesvia se ocupar¨ªa en algo m¨¢s.
El aumento entr¨® en vigor el 1 de abril en California, la mayor econom¨ªa de Estados Unidos. La fecha signific¨® un hito para las negociaciones iniciadas en 2022, cuando el Legislativo local y el gobernador dem¨®crata, Gavin Newsom, aprobaron un m¨ªnimo de 22 d¨®lares para el sector de la comida r¨¢pida. Un intenso lobby de las compa?¨ªas forz¨® una negociaci¨®n a la baja que fij¨® el piso en 20 d¨®lares por hora trabajada, cuatro d¨®lares por encima del entonces m¨ªnimo estatal. La medida benefici¨® a nueve de cada diez trabajadores entre los 750.000 que hay en estos restaurantes, la mayor¨ªa de ellos negros y latinos. Algunos establecimientos no hab¨ªan incrementado salarios desde 2009.
La subida solo afecta a las cadenas nacionales con m¨¢s de 60 sucursales. Pero provoc¨® un intenso debate entre los sindicatos, quienes empujaban la medida desde hace varios a?os, y las empresas y los propietarios de las franquicias de las cadenas nacionales de comida r¨¢pida. Estos agoraban un oscuro panorama despu¨¦s de la lenta recuperaci¨®n de la pandemia. El primer balance se dio a conocer apenas cinco meses del incremento.
¡°Encontramos que la medida subi¨® en promedio la paga por hora un notable 18% sin reducir el empleo¡±, se?alaron en un art¨ªculo acad¨¦mico de septiembre un par de economistas de las universidades de Berkeley y Davis, de izquierdas. Las compa?¨ªas calificaron el informe de parcial y pidieron otro an¨¢lisis a Stephen Bronars, un economista de la Universidad de Chicago y socio principal de la firma Edgeworth Economics. Este concluy¨® que la iniciativa ha frenado el crecimiento del sector debido al despido de entre 9.600 y 19.300 trabajadores en los primeros seis meses de ajuste.
Bronars estima que la subida llev¨® a un callej¨®n sin salida el debate sobre el m¨ªnimo en el basti¨®n progresista. El Estado rechaz¨® en noviembre mediante un referendo, conocido como Proposici¨®n 32, un incremento generalizado del 9,1% (a 18 d¨®lares), vigente desde 2025, que deb¨ªa ser adoptado por todo empleador con m¨¢s de 26 trabajadores. El 50,7% vot¨® no en lo que es la primera negativa a un aumento salarial desde 1996 en California.
A pesar de la votaci¨®n, el punto final de la discusi¨®n no ha llegado. ¡°El 1 de abril fuimos v¨ªctimas de un ataque discriminatorio que elev¨® el m¨ªnimo. ?C¨®mo puede ser esto justo? Encajamos un incremento de cuatro d¨®lares cuando en el resto del Estado fue de 0,50 c¨¦ntimos", se?ala Harris Liu, hijo de inmigrantes asi¨¢ticos, que tiene 18 McDonald¡¯s en el ¨¢rea de Sacramento, la capital del Estado.
Liu tiene cerca de un millar de empleados. Critica la medida porque la considera injusta. California, con 40 millones de habitantes, tiene 38 ciudades con un m¨ªnimo por encima del estatal (16,5 d¨®lares en 2025). Estas ciudades votaron en noviembre por el incremento generalizado. Una de ellas es San Francisco, donde el 71% vot¨® s¨ª a la Proposici¨®n 32. En la cuna de las tecnol¨®gicas la renta promedio de un apartamento con una rec¨¢mara es de 2.995 d¨®lares.
Liu se?ala que el incremento lo oblig¨® a subir los precios. Los economistas de la Universidad de California calculan que el aumento trasladado al consumidor fue modesto, de un 3,7%, unos 15 c¨¦ntimos en una hamburguesa de cuatro d¨®lares. ¡°La demanda por la comida r¨¢pida hace que su precio sea inel¨¢stico, por lo que un incremento a los precios se tradujo en mayores ingresos a los due?os de las franquicias, que pagan una cuota fija para mantener los royalties de las compa?¨ªas matrices¡±, indican los economistas. Los sindicatos subrayan que ocho de los nueve conglomerados propietarios de las cadenas de comida r¨¢pida han registrado incrementos de dos d¨ªgitos en sus ingresos desde la pandemia.
Liu declara que, junto a las presiones inflacionarias, se ha visto obligado a reducir unas 100 horas que antes estaban disponibles para sus trabajadores. ¡°Eso es alrededor de 2.000 d¨®lares menos por empleado al a?o, ?de d¨®nde los sacamos?¡°, se?ala. ¡±Muchos de ellos han tenido que tomar un segundo trabajo", indica el empresario, quien ofrece como beneficios de empleo clases de ingl¨¦s, fondo de retiro y asesor¨ªa legal para tramitar la ciudadan¨ªa.
Este empresario, junto a muchos otros, se encuentra en medio de una intensa campa?a para frenar una nueva subida al salario. Liu cont¨® recientemente las dificultades de su situaci¨®n al Consejo de comida r¨¢pida de California, un organismo creado con la legislaci¨®n y conformado por empleados, due?os de restaurantes y funcionarios. Este debe seguir de cerca la implementaci¨®n de la pol¨ªtica salarial. Sus integrantes no descartan elevar el m¨ªnimo a 20,70 d¨®lares. La decisi¨®n no ha sido tomada todav¨ªa y la seguir¨¢n debatiendo en reuniones en abril o mayo.
Cada junta del consejo, no obstante, da inicio con due?os de establecimientos que piden ¡°no repetir el error del pasado¡±. Un empresario que se identific¨® como CR May, en la industria desde 2002 y con dos restaurantes en el este de Los ?ngeles, dijo que la medida provoc¨® algo ¡°nunca antes visto¡±. ¡°Dejamos ir a 30 personas. Y en octubre abrimos un segundo restaurante, donde tuvimos la mitad de las ventas que pens¨¢bamos por los precios que fijamos. Simplemente, no tuvimos demanda suficiente y cortamos a 50 empleados de 100 puestos. Resumiendo, es un despido de 80 personas¡±, se?al¨® v¨ªa telef¨®nica.
Los restauranteros afirmaron en una carta que el 70% de los establecimientos de comida r¨¢pida en la entidad ha despedido personal. Su demanda, hecha p¨²blica al gobernador Newsom, es un grito de auxilio: ¡°Simplemente no podemos sobrevivir otro incremento al salario¡±.
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