La distancia imposible en institutos p¨²blicos ya abarrotados
Los directores de centros de secundaria creen que la ¨²nica medida viable es que los alumnos lleven mascarillas en clase. La reducci¨®n del tama?o de los grupos conllevar¨ªa un alto coste
¡°Este instituto est¨¢ ya muy aprovechado y va a ser muy dif¨ªcil buscar nuevos espacios¡±. Emilio Correyero, director del instituto p¨²blico Mar¨ªa Guerrero, en la localidad madrile?a de Collado Villalba, describe la situaci¨®n que vive el centro de forma muy moderada. Aunque se niega a verlo todo negro, la realidad es que fue construido en los a?os noventa para unos 900 alumnos y ya alberga a m¨¢s de 1.000. La sobrecarga de estudiantes les llev¨® hace a?os a convertir salas como la biblioteca o el laboratorio en aulas. A partir de cuarto de ESO, los alumnos no tienen un aula fija y cada cambio de hora recogen sus b¨¢rtulos y se mueven a otra clase. ¡°Es la f¨®rmula que hemos encontrado para aprovechar m¨¢s el espacio, estamos cargados y as¨ª nunca quedan clases vac¨ªas¡±, cuenta el director. Aplicar el metro y medio de distancia entre las mesas para cumplir con las medidas de seguridad propuestas por el Ministerio de Sanidad para el curso que viene les resulta f¨ªsicamente inviable. La medida planteada por la ministra de Educaci¨®n, Isabel Cela¨¢, de aprovechar espacios multiusos como aulas no es nueva para ellos.
El caso del Mar¨ªa Guerrero representa a muchos institutos espa?oles. La falta de inversi¨®n en educaci¨®n para la mejora de las infraestructuras y la escasez de nuevas obras ha llevado a muchos centros al amontonamiento de sus estudiantes. En otras autonom¨ªas como Baleares, con un aumento progresivo de la poblaci¨®n escolar y bajos niveles de inversi¨®n en la red de ense?anza p¨²blica durante sucesivos gobiernos del PP, las salas comunes de los centros ¨Dcomo gimnasios, bibliotecas y salas de inform¨¢tica¨D, ya funcionan como clases ordinarias desde hace a?os. Y ¡°no hay apenas espacios que ganar¡±, se?alan fuentes del actual Ejecutivo de centro-izquierda.
El Mar¨ªa Guerrero, como otros institutos madrile?os, comparte adem¨¢s edificio con la Escuela Oficial de Idiomas, que ocupa de forma permanente dos de sus aulas. La red wifi no funciona bien. En los pasillos del centro, de tres plantas, ya hay se?alizaciones en el suelo que indican qu¨¦ direcci¨®n seguir, y de las paredes cuelgan dispensadores de gel. ¡°Estamos a la espera de las instrucciones de la consejer¨ªa, pero esperamos que finalmente se obligue ¨²nicamente al uso de mascarillas en clase porque cualquier otra soluci¨®n requiere una inversi¨®n importante; la magia no existe¡±, recalca Emilio Correyero. Su m¨¢xima preocupaci¨®n es qu¨¦ pasar¨¢ en septiembre con los docentes y si habr¨¢ refuerzos. Aplicar el metro y medio supondr¨ªa rebajar las ratios m¨¢ximas a la mitad: de los 30 alumnos actuales en la ESO y 35 en bachillerato a 15. Tambi¨¦n contratar a m¨¢s profesores.
Seg¨²n los c¨¢lculos realizados por el sindicato CC OO, la adaptaci¨®n de las escuelas al nuevo escenario de covid-19 requerir¨¢ una inversi¨®n de 7.385 millones, de los que 5.000 deber¨ªan destinarse a la contrataci¨®n de 165.000 profesores nuevos, un 33% m¨¢s de los que ya ejercen. ¡°Las comunidades tambi¨¦n van a tener que poner dinero sobre la mesa para otras necesidades como la compra de dispositivos digitales, la modernizaci¨®n de las plataformas de aprendizaje online que usan los centros o las obras de acondicionamiento para habilitar nuevos espacios¡±, se?ala Francisco Garc¨ªa, secretario general de Ense?anza del sindicato.
¡°Cualquiera que mire la arquitectura de los centros y los espacios disponibles se dar¨¢ cuenta de que los institutos son los lugares con mayor densidad de la regi¨®n¡±, cuenta Esteban ?lvarez, presidente de la asociaci¨®n de directores de institutos de Madrid. Con las medidas reales sobre la mesa, un centro de secundaria est¨¢ndar tiene unos pasillos de unos dos metros de ancho por hasta 40 de largo. ¡°Seg¨²n los c¨¢lculos que hemos hecho, eso supone unos 200 alumnos movi¨¦ndose en cada cambio de clase por un solo pasillo¡±, explica. ¡°?Qu¨¦ medidas se pueden tomar en los centros masificados?¡±, lanza. Otra de las preocupaciones es la limpieza, que hasta ahora solo ofrece un servicio por la tarde. ¡°Depende de la comunidad y no de los presupuestos del centro; se est¨¢n dejando todas las decisiones para el final y si hay un rebrote nos va a volver a estallar¡±, lamenta.
Sin estad¨ªsticas oficiales y con escasos estudios sobre las condiciones de las infraestructuras escolares, un estudio de 2013 de la Fundaci¨®n Mapfre titulado La seguridad integral en los centros de educaci¨®n obligatoria en Espa?a puede dar una peque?a orientaci¨®n. En el 16% de los colegios e institutos p¨²blicos, ¡°las dimensiones de los diferentes espacios escolares no cumplen con la normativa y no son suficientemente grandes para el n¨²mero de alumnos que las debe ocupar¡±, concluyo el trabajo despu¨¦s de preguntar los responsables de 273 centros. Adem¨¢s, preguntados sobre si las aulas eran ¡°suficientemente grandes para el n¨²mero de alumnos que las han de ocupar¡±, un 22,5% de los responsables de centros y un 14,5% de los de secundaria contestaron que no. La estad¨ªstica del Ministerio de Educaci¨®n sobre el n¨²mero medio de alumnos por clase (la media de estudiantes que efectivamente comparten el aula, no la ratio m¨¢xima que fija la ley) tambi¨¦n puede dar una idea de d¨®nde est¨¢n las zonas con los institutos p¨²blicos m¨¢s saturados.
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