Pediatras y ONG reclaman la reapertura de escuelas infantiles en toda Espa?a para luchar contra la desigualdad
Las diferentes decisiones de las comunidades y los municipios en este ¨¢mbito est¨¢n generando una brecha auton¨®mica. La Asociaci¨®n de Pediatr¨ªa de Atenci¨®n Primaria, Save the Children y Unicef piden el regreso de los m¨¢s peque?os a los centros educativos antes de septiembre
45 minutos llorando sin parar. De ida y de vuelta. As¨ª iba cada d¨ªa Patricia Yepes Valent¨ªn, de 37 a?os, desde Illescas, Toledo, hasta el hospital de Madrid en el que trabajaba como auxiliar de enfermer¨ªa. 90 minutos llorando al d¨ªa de impotencia, de rabia, de sentir que no llegaba con sus cuatro hijos, ni con sus cientos de pacientes a los que atend¨ªa en los peores momentos de contagio durante la crisis del coronavirus. Y ahora, aunque en el hospital las cosas han mejorado, en su casa no. En Illescas, el Ayuntamiento ha decidido cancelar este verano todas las actividades p¨²blicas de conciliaci¨®n a las que sol¨ªan recurrir en vacaciones. As¨ª que la ¨²nica alternativa para Patricia y su marido, tambi¨¦n auxiliar de enfermer¨ªa, es que sus hijas mayores, de 12 y 15 a?os, cuiden a los peque?os, de dos y cuatro. ¡°Las terrazas y los centros comerciales est¨¢n abiertos, pero para nosotros esto sigue siendo un b¨²scate la vida como puedas. Y mis hijas mayores tienen que renunciar a su derecho a ser ni?as y asumir responsabilidades que no deber¨ªan¡±.
La situaci¨®n de Patricia es la de millones de espa?oles que, desde que cerraron las escuelas a primeros de marzo, se enfrentan a una sobrecarga en los cuidados mientras que en sus puestos de trabajo la carga sigue siendo igual o mayor, y tampoco encuentran en las Administraciones respuestas a sus necesidades de conciliaci¨®n, salvo que tengan la suerte de vivir en comunidades aut¨®nomas o ciudades sensibles a esta situaci¨®n. Ante esta situaci¨®n, las organizaciones que trabajan defendiendo los derechos y la salud de la infancia han advertido recientemente de la urgencia y la necesidad de que los espacios educativos y, en concreto, las escuelas infantiles abran de inmediato o, por lo menos, antes de septiembre.
Save The Children, Unicef y la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa de Atenci¨®n Primaria (AEPap) creen que es urgente la reapertura de los espacios escolares y las escuelas infantiles para compensar la desigualdad creada por el confinamiento y los problemas de conciliaci¨®n. Y para ello Save The Children y AEPap han dise?ado el informe La nueva normalidad educativa y de ocio, en el que ofrecen las pautas y requisitos necesarios para que los ni?os y ni?as vuelvan con todas las garant¨ªas de seguridad a la educaci¨®n presencial y participen en las actividades de verano para compensar el cierre de aulas. Tambi¨¦n Unicef ha elaborado la gu¨ªa Proteger la salud en las aulas en la que propone ese regreso de forma segura.
Ahora mismo, la situaci¨®n por comunidades es muy desigual. Mientras que algunas, como Arag¨®n o Navarra, tienen las escuelas infantiles p¨²blicas y privadas abiertas desde el pasado 1 de junio, en otras, como Madrid, han tenido que esperar hasta hoy. Y el permiso de las autoridades, en todo caso, tampoco garantiza su apertura, pues algunos responsables de centros privados aseguran que, sin ayudas, tendr¨¢n que seguir cerrados. En Valencia, Baleares o Murcia ambas redes ya operan con relativa normalidad. Mientras que en otras regiones, como Asturias, Castilla-La Mancha o Castilla y Le¨®n, han priorizado la apertura de las escuelas infantiles privadas, mientras que las p¨²blicas, o bien no est¨¢ previsto que se abran (Asturias y Castilla-La Mancha), o han tenido que esperar dos semanas m¨¢s para su apertura (Castilla y Le¨®n).
En Menorca, abrieron el 15 de junio el 70% de las escuelas infantiles, llamadas escoletas. La reapertura la dise?¨® un grupo de trabajo que estuvo preparando la vuelta a las aulas durante tres semanas, con reuniones semanales y formaciones online con los docentes para preparar el regreso. Y se mantuvo una relaci¨®n abierta con las familias, a las que escucharon y se les hizo part¨ªcipes del proceso.
Familias monomarentales
En el caso de las familias monomarentales, el confinamiento ha sido especialmente duro. Cristina Igoa, madre de una ni?a de dos a?os, tuvo que recluirse con sus padres cuando, tras el cierre de su escuela infantil, la cuidadora de su hija dej¨® de trabajar por miedo. ¡°Lo pens¨¦ mucho, porque era una irresponsabilidad exponer a mis padres, que son poblaci¨®n de riesgo, a estar con mi hija; en aquel momento nos hab¨ªan dicho que los ni?os eran m¨¢s peligrosos de lo que hoy sabemos. Pero ?qu¨¦ m¨¢s pod¨ªa hacer? El mundo no se hab¨ªa parado para todos y yo ten¨ªa que seguir teletrabajando mis ocho horas diarias. Sola con mi hija era imposible¡±, explica.
Afortunadamente, han podido pasar el confinamiento sin ning¨²n contagio en casa. Adem¨¢s, ha tenido la suerte de que en el municipio donde vive, Jaca, las escuelas infantiles se reabrieron el pasado 1 de junio. ¡°Es que volver a la normalidad es poder trabajar tus horas, mientras tu hija est¨¢ con sus compa?eros, feliz, aprendiendo. Lo que no es normalidad alguna es estar encerrada con ella en casa sin poder cuidarla a ella ni hacer bien tu trabajo, como ocurre en los lugares en los que las escuelas est¨¢n cerradas. Es que marca la diferencia entre la locura y la sensatez¡±, asegura esta madre.
Luc¨ªa Mart¨ªnez, responsable de incidencia social de Save The Children y una de las autoras del informe La nueva normalidad educativa y de ocio, asegura: ¡°El confinamiento ha supuesto una merma a los procesos de aprendizaje y el bienestar social y emocional para la mayor¨ªa de las familias y m¨¢s a¨²n en el 26% de las ni?as y ni?os en riesgo de exclusi¨®n social en Espa?a. La relaci¨®n de los ni?os con su compa?eros y sus profesores es imprescindible para desarrollar sus habilidades emocionales y para su aprendizaje. Los centros educativos son tambi¨¦n el espacio seguro para muchos menores que sufren violencia, por eso deben volver a abrir antes de septiembre¡±. Y a?ade: ¡°Ante una emergencia social no pueden frenarse los procesos educativos, porque son un aliado para la recuperaci¨®n de la crisis, aportan normalidad y dan respuestas a las necesidades de desarrollo y bienestar social de la infancia. Y tambi¨¦n est¨¢ el derecho a estar protegidos, porque el centro educativo es un espacio protector¡±.
¡°Hoy es seguro volver¡±
Tambi¨¦n desde la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatra de Atenci¨®n Primaria proponen que la vuelta, antes de septiembre, sirva para ofrecer un espacio de apoyo y de recuperaci¨®n para los que peor lo han pasado. Juan Ruiz Canela, vicepresidente de la Asociaci¨®n espa?ola de pediatr¨ªa y coordinador de atenci¨®n primaria, confirma que es seguro el retorno en las actuales circunstancias. ¡°Hoy es seguro volver porque la tasa de transmisi¨®n es baja. Sabemos que se prev¨¦ un oto?o con rebrotes, pero tomando las medidas de seguridad necesarias ¨Dcomo lavado de manos frecuente, crear zonas de aislamiento, grupos peque?os de convivencia¨D, deber¨ªan poder abrir. Se necesitan alternativas para conciliar. El cierre de las escuelas ha creado una brecha social muy seria e injusta, por eso los centros deben ofrecerse para las familias que lo necesiten en las modalidades que permitan la socializaci¨®n y el apoyo a quien lo requiera¡±, explica el pediatra.
Aunque el colectivo de pediatras plante¨® en un primer momento que los ni?os de las escuelas infantiles fueran los ¨²ltimos en incorporarse, reconoce que han cambiado de criterio. ¡°Ha habido avances cient¨ªficos que nos permiten tener un cuadro distinto al que ten¨ªamos, y la situaci¨®n est¨¢ m¨¢s controlada. Y las escuelas infantiles deber¨ªan abrir con grupos de 6 a 15 ni?os, con recreos escalonados para que no se nos vaya de las manos¡±, se?ala.
¡°Ha habido una arbitrariedad y una ambig¨¹edad terrible, las escuelas necesitan instrucciones claras y precisas. Pero trabajar con ni?os sin un marco claro y con esta disparidad de criterios en la que cada comunidad decide una cosa... Hay muchas escuelas que han decidido no abrir hasta septiembre porque no tienen garant¨ªas y algunas tienen poca demanda¡±, explica Ignacio Grim¨¢, presidente de la sectorial infantil de Acade, la patronal mayoritaria en educaci¨®n infantil. Y a?ade: ¡°Pedimos protocolos claros y ayudas econ¨®micas al sector, pero esto no va a impedir que desaparezcan escuelas infantiles de forma masiva. Hay comunidades como Valencia que est¨¢ dando ayudas, pero es la excepci¨®n¡±, concluye.
Patricia Yepes, a diferencia que su compatriota que vive en Jaca, sigue teniendo que hacer encaje de bolillos para cambiar al mes 15 turnos en su hospital, donde ni siquiera se han planteado abrir la escuela infantil que acoge a los hijos de los sanitarios. ¡°Yo rogar¨ªa que abrieran ya la escuela infantil para los dos peque?os, al menos as¨ª librar¨ªa a las mayores de una responsabilidad que no deber¨ªan estar asumiendo en un b¨²scate la vida que no es normal¡±, dice esta madre, que para sus hijos mayores podr¨¢ recurrir con suerte a los campamentos urbanos que organiza Save The Children para adolescentes en su localidad, Illescas, pero solo los d¨ªas que no tengan que atender a sus hermanas.
Esta madre reclama soluciones con urgencia: ¡°El virus no va a desaparecer de la noche a la ma?ana y no podemos vivir en cuevas encerrados o en castillos. Tendremos que educar a la infancia para seguir viviendo con la prudencia que la situaci¨®n requiere, pero sin dejar de ser ni?os¡±. Yepes dice que sus hijas est¨¢n sufriendo ahora las consecuencias del confinamiento. Las mayores no quieren salir, la peque?a se asusta del ruido de los coches y no se atreve a caminar sola y el peque?o no entiende por qu¨¦ no puede usar los columpios o jugar con sus amigos en el parque. Y concluye: ¡°Los ni?os necesitan correr, relacionarse y acudir a sus escuelas. Si no lo hacemos, las familias no pueden salir a trabajar como deben, el par¨®n es tremendo y vamos a crear una generaci¨®n inculta, sin medios de prosperar, sin futuro y sin nada. Centr¨¦monos en aprender a convivir con el virus. Ya est¨¢ bien de robarles a los ni?os su infancia, y a los abuelos su libertad¡±.
El 30% de los padres ha vivido conflictos o tensi¨®n con sus hijos en el confinamiento
Save The Children y la agencia de investigaci¨®n 40db realizaron una encuesta a m¨¢s de 1.800 ni?os, ni?as y sus familias para analizar c¨®mo les ha impactado el confinamiento. Estas son sus conclusiones:
¡ñ Cuatro de cada 10 familias ha perdido el empleo de manera temporal y casi la mitad ha sufrido un recorte de sueldo temporal. En los hogares en situaci¨®n de pobreza el 25% de familias ha perdido permanente su trabajo o vivido un recorte de sueldo permanente.
¡ñ El 30% de los padres y madres, independientemente de su nivel socioecon¨®mico, ha vivido situaciones de tensi¨®n o conflictos con sus hijos y el 25% ha perdido los nervios llegando a gritar o insultar al menor.
¡ñ El 17% de los menores se siente deprimido todos o casi todos los d¨ªas.
¡ñ La infancia de hogares vulnerables es la que m¨¢s miedo tiene al virus, m¨¢s le cuesta dormir y m¨¢s llora, lo que se une a una mayor tensi¨®n e incertidumbre en sus hogares.
¡ñ El 15% de las familias con pocos recursos describ¨ªa su casa como un espacio con malas o muy malas condiciones para pasar el confinamiento. Se?alaban falta de espacio o poca intimidad, sumado a la inestabilidad econ¨®mica.
¡ñ Siete de cada 10 padres y madres considera que sus hijos e hijas deber¨ªan tener m¨¢s apoyo de los profesores, cifra que aumenta hasta 8 de cada 10 en el caso de las familias vulnerables.
¡ñ M¨¢s del 12% de las familias vulnerables encuestadas no tiene acceso a Internet o no tiene buena conexi¨®n y tiene m¨¢s dificultades para continuar con su educaci¨®n mientras los colegios permanecen cerrados. La falta de medios es el principal motivo de abandono.
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