La inversi¨®n en la escuela concertada sube un 7% mientras en la p¨²blica cae un 5% en la ¨²ltima d¨¦cada
El incremento no ha resuelto la falta de financiaci¨®n de la red privada subvencionada, un problema tolerado hist¨®ricamente porque ha beneficiado a los implicados. La ¡®ley Cela¨¢¡¯ prev¨¦ corregirlo
En la ¨²ltima d¨¦cada, mientras la ense?anza p¨²blica sufr¨ªa los estragos de la crisis econ¨®mica, la concertada no solo no vio reducidas las subvenciones, sino que el importe de los conciertos educativos aument¨® en 448 millones de euros. El incremento no ha solucionado, en todo caso, seg¨²n los expertos, la falta de financiaci¨®n cr¨®nica de esta red educativa, en la que la Administraci¨®n paga el salario del profesorado y otros gastos de colegios de titularidad privada. El agujero es compensado por las aportaciones, vetadas por la ley, que realizan los padres a los centros. Una situaci¨®n que se ha mantenido durante a?os porque las Administraciones, los colegios y las familias de los alumnos han encontrado beneficios en esa f¨®rmula extra?a. La ley Cela¨¢, fuertemente rechazada por un sector de la concertada, contempla una revisi¨®n de los conciertos con el objetivo de que los pagos de la Administraci¨®n garanticen la completa gratuidad.
En 2009, el gasto en conciertos educativos en Espa?a fue de 5.891 millones de euros. En 2018, el ¨²ltimo a?o del que hay datos, ascendi¨® a 6.339 millones, lo que supone un aumento de 448 millones o, dicho de otro modo, un 7,6% m¨¢s, seg¨²n reflejan las estad¨ªsticas del Ministerio de Educaci¨®n. En esa misma d¨¦cada, el resto del gasto p¨²blico a instituciones de educaci¨®n no universitaria (descontando los cap¨ªtulos financieros) se redujo en 1.553 millones, lo que represent¨® un descenso del 5%. La justificaci¨®n principal para el aumento del coste de los conciertos fue el incremento de alumnado de esta red, que fue de 142.000. Pero como en ese periodo hubo un aumento de alumnado en el conjunto del sistema educativo, result¨® que el porcentaje de estudiantes de la concertada respecto al total no subi¨® sino que se redujo tres d¨¦cimas y se situ¨® en el 25,6% del total. Es decir, que la p¨²blica tambi¨¦n increment¨® su n¨²mero de alumnos y en cambio recibi¨® menos fondos.
La factura de los conciertos, que pagan las autonom¨ªas, no subi¨® de forma homog¨¦nea. Mientras en muchos territorios se increment¨® moderadamente, en Madrid lo hizo en 146 millones, un 16,7% m¨¢s, hasta los 1.018 millones. Casi una tercera parte del incremento registrado en Espa?a se concentr¨® en esta comunidad, que representa algo menos del 15% de la poblaci¨®n escolar.
¡°Durante los a?os de la crisis y la etapa del Gobierno del PP se recort¨® en la ense?anza p¨²blica y se subi¨® la inversi¨®n en la concertada. La crisis la pag¨® la ense?anza p¨²blica, no la concertada¡±, afirma Francisco Garc¨ªa, secretario general de Ense?anza de CC OO. ¡°El cap¨ªtulo de atenci¨®n a la diversidad, las medidas hacia los alumnos en situaci¨®n de desventaja social o con dificultades de aprendizaje, fue uno de los m¨¢s que se debilit¨®. Tambi¨¦n el cap¨ªtulo de inversiones, que es con el que se construyen colegios, se hacen reformas en los centros y se garantiza su mantenimiento. La p¨²blica tiene que recuperar los niveles de inversi¨®n anteriores a la crisis¡±.
La concertada no sufri¨® los recortes de la p¨²blica, pero expertos como Lucas Gort¨¢zar, coordinador de educaci¨®n de EsadeEcPol, aseguran que esta red recibe de forma cr¨®nica de la Administraci¨®n menos fondos de los que necesitar¨ªa para ofrecer un servicio realmente gratuito. La infrafinanciaci¨®n se sit¨²a entre ¡°2.000 y 3.000 millones de euros al a?o, de media en unos 100 euros al mes por alumno, seg¨²n sabemos por varios estudios¡±, se?ala Gort¨¢zar. Entre ellos, un an¨¢lisis del Instituto Vasco de Estad¨ªstica que desglosa el destino de las cuotas que realizan las familias. La ley proh¨ªbe que dichas aportaciones sirvan para financiar las actividades lectivas, que se presumen cubiertas por el concierto. Pero seg¨²n el an¨¢lisis del organismo vasco, de las cuotas que pagan las familias, un total de 1.156 euros al a?o se destinan a sufragar la ense?anza en los colegios, y no actividades y servicios complementarios, que es para lo que te¨®ricamente sirven las aportaciones de las familias.
Cubrir servicios
La escuela p¨²blica, prosigue Gort¨¢zar, tambi¨¦n est¨¢ infrafinanciada ¡°pero no en los t¨¦rminos de la concertada¡±. ¡°La p¨²blica es gratuita, y por tanto la financiaci¨®n que le falta no es para cubrir servicios que ya presta, sino para otros que no est¨¢ dando. Por ejemplo: mejores infraestructuras, m¨¢s personal de apoyo, recursos materiales o becas¡±. Los salarios en la concertada son, por otra parte, inferiores que en la p¨²blica ¡ªa los docentes les paga la Administraci¨®n, a trav¨¦s de los centros, sin haberse presentado a una oposici¨®n¡ª, y los colegios est¨¢n abiertos, de media, m¨¢s horas.
La situaci¨®n, consistente en falta de financiaci¨®n p¨²blica y tolerancia ante las aportaciones de las familias pese a que la legislaci¨®n las proh¨ªbe desde 1985, cuando se cre¨® el modelo del concierto, se ha arrastrado con Gobiernos de distinto color pol¨ªtico. Gort¨¢zar cree que debido a una ¡°conjunci¨®n de intereses¡±. El sistema beneficia a las Administraciones, que se ahorran parte del servicio. A los centros concertados, sobre todo a los orientados a clases medias y altas, porque la cuota act¨²a como una barrera econ¨®mica y los hace m¨¢s exclusivos al mantener alejados a los alumnos socialmente desfavorecidos. Y atrae a los padres que obtienen ese tipo de colegio ¡ªque no proporciona mejor rendimiento acad¨¦mico, seg¨²n estudios como PISA, pero s¨ª una composici¨®n social del alumnado m¨¢s homog¨¦nea y similar a la suya¡ª a cambio de un copago asumible para su nivel de renta.
¡°Si el m¨®dulo del concierto mejorara, ser¨ªa mucho menos necesario hacer peticiones de aportaciones voluntarias a los padres¡±, afirma Pedro Huerta, secretario general de Escuelas Cat¨®licas, la principal patronal de la concertada. Los colegios concertados solo escolarizan al 58% del alumnado inmigrante que le corresponder¨ªa por su peso en las ense?anzas de r¨¦gimen general. ¡°No estamos en contra de acoger a poblaci¨®n emigrante, vulnerable o con necesidades educativas espec¨ªficas como dice la nueva ley. Muchos centros ya lo hacen porque forma parte de su misi¨®n. Pero hace falta que se mejoren los recursos para poder tener orientadores en primaria o logopedas en el centro, como hay en los centros gubernamentales¡±, dice Huerta.
El secretario general de Escuelas Cat¨®licas dice que los colegios afiliados a su entidad no destinan las ¡°aportaciones voluntarias¡± a cubrir actividades lectivas, sino a sufragar, por ejemplo, el cambio de ventanas o a poner calefacci¨®n. Y pide que la Administraci¨®n act¨²e contra los centros que cobran cientos de euros al mes. ¡°Este tipo de abuso no hace ning¨²n bien al modelo de la educaci¨®n concertada ni ayuda a su buena imagen¡±.
Establecer el coste real
La ley Cela¨¢ prev¨¦ crear una comisi¨®n para revisar los conciertos de forma que cubran ¡°el coste total de la impartici¨®n de las ense?anzas en condiciones de gratuidad¡±. Huerta ve ¡°con esperanza¡± esa previsi¨®n. Fuentes del Ministerio de Educaci¨®n se limitan a se?alar que, una vez en vigor, ¡°habr¨¢ que desarrollar la ley¡±.
Un reciente informe de la confederaci¨®n de padres de la p¨²blica, Ceapa, y la Asociaci¨®n de Colegios Privados e Independientes (Cicae), estim¨® que los centros concertados cobran de media 225 euros en Catalu?a, 110 en Madrid o 97 en Euskadi. El presidente de Cicae, Enrique Maestu, no tiene muchas esperanzas de que la nueva ley resuelva el problema. ¡°Siempre hay un debate sobre el coste de la ense?anza. Pero hay muchos centros concertados que casi no piden nada a los padres, as¨ª que ya es posible no hacerlo. Y otras veces que se ha actualizado el concierto, las aportaciones adicionales no han desaparecido¡±.
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