El patio, un espacio de aprendizaje para todos
Diferentes iniciativas plantean zonas exteriores variadas y con m¨¢s verde que fomenten la?inclusi¨®n
En los patios escolares, por lo general, imperan el hormig¨®n y el f¨²tbol. Pero han vuelto a ganar fuerza iniciativas que desaf¨ªan la idea de estos espacios como lugares desvinculados del aprendizaje, que buscan darles una vuelta en dise?o y gesti¨®n para que sean zonas propicias para la coeducaci¨®n, la inclusi¨®n y que dejen entrar la naturaleza.
¡°Aunque el parque educativo es muy heterog¨¦neo de ¨¦poca¡±, dice Mariona Gen¨ªs, arquitec...
En los patios escolares, por lo general, imperan el hormig¨®n y el f¨²tbol. Pero han vuelto a ganar fuerza iniciativas que desaf¨ªan la idea de estos espacios como lugares desvinculados del aprendizaje, que buscan darles una vuelta en dise?o y gesti¨®n para que sean zonas propicias para la coeducaci¨®n, la inclusi¨®n y que dejen entrar la naturaleza.
¡°Aunque el parque educativo es muy heterog¨¦neo de ¨¦poca¡±, dice Mariona Gen¨ªs, arquitecta que investiga sobre espacios educativos, en referencia a la convivencia de colegios nuevos con otros m¨¢s antiguos, ¡°es cierto que en general, y con algunas excepciones, [los patios] no son tan distintos¡±. Los recreos en los que se jugaba hace 30 a?os no difieren mucho de los actuales: espacios poco variados, sin diversidad de zonas, vegetaci¨®n ni muchas opciones para actividades diferentes.
¡°Los espacios dicen muchas cosas¡±, cuenta Irene Garc¨ªa Rubio, socia de la cooperativa Pandora Mirabilia, una de las tres entidades detr¨¢s del proyecto Red de Patios Inclusivos y Sostenibles. En el transcurso del programa, cuenta, mostraron una fotograf¨ªa de una prisi¨®n a ni?as y ni?os, que la identificaron como un patio escolar. ¡°Muchas veces est¨¢n pensados casi como espacios carcelarios, es todo asfalto, no hay nada¡±.
El patio es uno de los primeros lugares de socializaci¨®n de la infancia, donde dar rienda suelta a la creatividad y desarrollar capacidades sociales. Pero en ocasiones su dise?o y organizaci¨®n los condiciona. ¡°Vemos que hay diferente ocupaci¨®n del espacio, hay actividades que tienen prioridad frente a otras. En la mayor¨ªa de los coles en Espa?a es el campo de f¨²tbol lo que domina todo¡±, comenta Garc¨ªa Rubio, que asegura que, al contrario de lo que se pueda pensar, los espacios no son ¡°neutrales al g¨¦nero¡±. ¡°Hay muchos estudios que muestran, por ejemplo, que el hecho de que el lugar central lo ocupen unas porter¨ªas de f¨²tbol hace que ese espacio lo utilice un determinado tipo de ni?os y ni?as, y que los bordes queden para otro tipo de ni?os y ni?as¡±, dice por su parte Heike Freire, psic¨®loga, autora y formadora experta en pedagog¨ªa verde.
A la hora de pensar en estas instalaciones hay que fijarse en fondo y forma. ¡°Es importante replantear o plantear los patios siempre vinculados, evidentemente, a la parte pedag¨®gica y pensando, cuando los dise?emos o hagamos normativas, m¨¢s all¨¢ de su uso en educaci¨®n f¨ªsica y los 30 minutos de juego¡±, cuenta Gen¨ªs. ¡°Hay que enriquecer el espacio con varias zonas, con varias posibilidades de ambiente, pero que sean abiertos, no superespec¨ªficos, que sugieran juego abierto, distintas posibilidades de habitar el espacio¡¡±. La naturaleza, dice, es una buena herramienta para ello.
Naturaleza en el cole
¡°En nuestro imaginario colectivo, yo creo que, en general, los patios son duros, inertes, en el sentido de que hay poca vegetaci¨®n, los suelos son poco permeables¡¡±, se?ala Mamen Artero, arquitecta, cofundadora de El Globus Vermell y coordinadora del programa Patis X Clima. Freire es clara: ¡°Vivimos en una escuela que est¨¢ desnaturalizada, que ha expulsado de s¨ª misma todo lo natural¡±.
El real decreto de 2010 que regula las construcciones educativas en el ¨¢mbito estatal no estipula los materiales que se deben usar en el patio. De hecho, pr¨¢cticamente se limita a fijar el tama?o, un m¨ªnimo de 900 metros cuadrados, y que pueda ser usado como pista polideportiva. ¡°Lo que est¨¢ sucediendo es que, por imperativo econ¨®mico m¨¢s bien, por una cuesti¨®n de mantenimiento, estos patios se han hecho hist¨®ricamente muy duros, simplemente por comodidad y porque no hab¨ªa esa mirada de espacio de aprendizaje¡±.
El contacto con la naturaleza beneficia al alumnado en lo que a salud, desarrollo cognitivo, bienestar psicol¨®gico y relaci¨®n con el medio ambiente y la ecolog¨ªa, entre otros aspectos, se refiere. ¡°Creo que actualmente tenemos consciencia de forma natural, innata e intuitiva de que estar en el exterior nos beneficia a todos. Y esta pandemia creo que de alguna manera lo ha acentuado¡±, relata Artero.
La crisis sociosanitaria recluy¨® la vida dentro de casa en un primer momento y la lanz¨® a espacios abiertos despu¨¦s. ¡°La pandemia ha tenido efectos a veces contradictorios¡±, dice Freire. Por un lado, algunas escuelas empezaron a utilizar zonas al aire libre como no lo hab¨ªan hecho antes, y las personas experimentaron y tomaron consciencia de la necesidad de espacios abiertos y naturales. Por otro, apunta, debido a medidas poco adaptadas a la infancia, interrumpi¨® o hizo retroceder procesos de replanteamiento en los que se llevaba tiempo trabajando.
Los colegios que plantean que todo espacio es de aprendizaje requieren modelos de patio distintos al actual. Para hacerlos realidad es fundamental la predisposici¨®n de las partes implicadas: ¡°Si la asociaci¨®n de familias y la direcci¨®n del cole no est¨¢n por la labor, es un proyecto complicado de llevar a cabo¡±, se?ala Garc¨ªa Rubio.
Un oasis m¨¢s all¨¢ del horario lectivo
“Para las ciudades es una de las mayores esperanzas. Una caja de cemento en medio de una ciudad contaminada es un lujo que no nos podemos permitir”, dice sobre los patios escolares la arquitecta Mariona Genís. “Las ciudades van a necesitar que los patios se renaturalicen”, añade. “Esto ya está pasando en muchas comunidades autónomas que los están viendo como un refugio climático”.
Estas áreas, de 900 metros cuadrados como mínimo y repartidas por las urbes, cuenta la también arquitecta Mamen Artero, suponen una oportunidad. “Son metros cuadrados que ahora mismo están utilizados por una comunidad educativa, que más allá del horario lectivo son espacios públicos, que pueden pasar a ser parques o espacios de la ciudad”, asevera la experta.
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