Una asignatura para aprender a gestionar los sentimientos
La educaci¨®n emocional reivindica su val¨ªa para formar j¨®venes m¨¢s protegidos frente al acoso, la ansiedad o el suicidio
Ansiedad, depresi¨®n, suicidio, acoso. Felicidad, resiliencia, ¨¦tica. Esta es la divergencia del tiempo actual. Un aula, un colegio, es la reproducci¨®n de una sociedad en miniatura. Los chicos y chicas actuales tienen que sobrevivir en un mundo que, ha demostrado, amanece impredecible y brutal, y donde resulta f¨¢cil perder el rumbo como en un oc¨¦ano sin horizonte. Nadie puede escoger la ¨¦poca en la que vive, solo aprender a sortear ¡ªlo mejor posible¡ª sus desaf¨ªos. Una de las esperanzas es la educaci¨®n emocional. Un concepto de hace siglos. ¡°En la ?tica a Nic¨®maco [quiz¨¢ el libro m¨¢s trascendente de Arist¨®teles], el fil¨®sofo cita a Plat¨®n cuando afirma que la buena educaci¨®n es desarrollar aquello que hace falta ¡®para alegrarse y entristecerse con lo que es debido¡±, recuerda Juan Pablo Dabdoub, profesor de la Facultad de Educaci¨®n y Psicolog¨ªa de la Universidad de Navarra. Despu¨¦s llegaron pensadores (Louis Raths, Nel Noddings o Lawrence Kohlberg) que apuntalaron estos antiguos principios. Sobre todo el escritor, psic¨®logo y periodista (trabaj¨® en The New York Times) estadounidense Daniel Goleman, quien, en 1995, public¨® el superventas Inteligencia emocional.
En apenas una docena de a?os hemos vivido dos crisis econ¨®micas mundiales y una pandemia. ¡°Despu¨¦s de la covid-19 noto m¨¢s crisis de ansiedad y en edades m¨¢s tempranas. El ambiente de miedo, incertidumbre y horas con las mascarillas favorecen esta situaci¨®n. Hay chicas de 12 a?os que se quedan sin aire¡±, advierte Ana Eva Santos, profesora de Ingl¨¦s en Valencia y corresponsable de Rencuadre, una empresa centrada en las habilidades comunicativas dentro del espacio de la ense?anza. Esa ¨¢gora que es la escuela tiene la fragilidad de un hueso de jilguero. ¡°Me preocupa el estr¨¦s porque es la entrada a problemas muy serios, como los suicidios o la ansiedad entre los j¨®venes¡±, observa Bego?a Ibarrola, psic¨®loga, escritora y experta en educaci¨®n emocional. Tiene motivos. En 2020 ¡ªdurante las olas pand¨¦micas m¨¢s duras¡ª, el suicidio fue la primera causa de muerte no natural entre j¨®venes de 15 a 29 a?os. Esta disciplina, la educaci¨®n emocional, ense?a resiliencia, pensamiento positivo, empat¨ªa. Una frontera. ¡°Pero no resulta f¨¢cil ser resiliente o emp¨¢tico. Hay que aprenderlo¡±, dice Ibarrola.
La educaci¨®n del car¨¢cter ¡ªresume Juan Pablo Dabdoub¡ª parte de las tres H: cabeza (head, en ingl¨¦s), coraz¨®n (heart) y manos (hands). Cabeza para discernir lo bueno acorde a las circunstancias; coraz¨®n con el fin de preocuparse por aquello que la cabeza ha elegido (y tener las emociones m¨¢s convenientes en cada momento), y manos destinadas a poner en pr¨¢ctica las elecciones y lo deseado. Pero los buenos prop¨®sitos ¡ªse ha demostrado, por ejemplo, con la famosa autorregulaci¨®n de los mercados financieros¡ª necesitan normativa. La ley estatal de educaci¨®n de 2020, la LOMLOE, recoge por primera vez las palabras educaci¨®n emocional. ¡°Ahora necesita ser regulada y hace falta profesorado para convertirse en una realidad¡±, aporta Rafael Bisquerra, presidente de la Red Internacional de Educaci¨®n Emocional y Bienestar (RIEEB). ?Qui¨¦n puede ense?ar lo que ignora? ?Se puede impartir resiliencia si uno no lo es? ?Se puede ser emp¨¢tico si tampoco se posee esa virtud? ¡°Todas las personas tenemos la capacidad de mejorar las habilidades sociales¡±, defiende Ana Eva Santos. Por ahora, solo la Universidad de La Laguna (Tenerife) imparte esta disciplina a escala acad¨¦mica pensando en formar profesores.
Respuesta no atendida
¡°La educaci¨®n emocional es una respuesta a necesidades personales y sociales que no est¨¢n siendo atendidas¡±, reflexiona Rafael Bisquerra. Muchos expertos coindicen en que deber¨ªa ser una ¡°asignatura¡± transversal y tambi¨¦n espec¨ªfica. Que empezara desde los tres hasta los 18 a?os. En todas las materias. ¡°Los padres quieren que sus hijos sean felices, pero solo se centran en la parte cognitiva. Es una contradicci¨®n. Urgen tambi¨¦n los ¡°afectos¡±, sostiene Mar¨ªa Jos¨¦ Lozano, profesora de Lengua y Literatura castellana y valenciana en el Colegio P¨ªo XII y codirectora de Reencuadre. El relato es sumar no escoger. Pocos dudan del valor de la alfabetizaci¨®n digital. ¡°Las personas que son capaces de gestionar mejor la educaci¨®n emocional consiguen con mayor facilidad, y utilizar¨¦ una palabra que no me gusta, el ¨¦xito profesional¡±, ahonda la docente.
Bajo esta entrop¨ªa, cada centro redacta su propia narrativa. El mar tambi¨¦n es el borde de la Tierra y en el Colegio CEU San Pablo Montepr¨ªncipe (Madrid) han entendido que los chicos jam¨¢s deben, ni siquiera, acercarse a ese precipicio. Desde hace seis a?os han creado el programa L¨ªderes con coraz¨®n. ¡°Los ni?os que trabajan la educaci¨®n emocional son m¨¢s generosos, optimistas; felices¡±, detalla Mar¨ªa Jos¨¦ Bello, directora del espacio. ¡°Hay que darles otras herramientas a parte de las acad¨¦micas¡±. Desde los tres hasta los 18 a?os. Ese es el tiempo que dedican a aprenderlas en sus pupitres, y ¡°es una formaci¨®n continua¡±. Una ense?anza transversal. Por ejemplo, contra el acoso escolar. Porque los chavales aprenden una lecci¨®n de primero de Humanidad: ¡°Saber ponerse en el lugar del otro¡±, subraya la maestra. De s¨²bito ha regresado la palabra feliz a las aulas. Antes todo eran conocimientos y habilidades. Esperemos que estos d¨ªas no pierda su significado.
La sensibilidad de las grandes empresas
Si el Ibex 35 —índice bursátil que agrupa a las 35 compañías más poderosas de España— es una referencia en temas de sentimientos podría avanzarse un cambio. Sus responsables caminan más lejos de la formación “clásica”. Nadie quiere un trabajador que conozca tres idiomas pero que no tenga ideas propias (creatividad) en ninguno de ellos. “No solo buscamos formar a personas técnicamente excelentes sino también capaces de gestionar a otras”, analiza Artur Massana, profesor en la escuela de negocios Esade. “Y sin un conocimiento profundo del impacto de las emociones en el comportamiento humano, el liderazgo se vuelve muy difícil”, añade. “La autogestión emocional proporciona a los alumnos de nuestros programas una mejor comprensión de sí mismos”. ¿Recuerdan cuando defendían que el destino de una compañía era maximizar los beneficios del accionista? Los sentimientos han cambiado.
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