¡°Los estereotipos de g¨¦nero persisten en la escuela¡±
El profesor de la Universidad de Valencia Jos¨¦ E. Valle lleva a?os estudiando la educaci¨®n para la igualdad. ¡°El espacio fundamental donde aprenderla y practicarla tiene que ser el centro educativo¡±
No todo lo puede la escuela. Conviene admitirlo para evitar frustraciones. Pero por m¨¢s que la familia, los medios o el ocio audiovisual condicionen los valores que adquieren los ni?os y adolescentes, la escuela no solo no puede renunciar a su tarea de educar en igualdad, sino que ha de estar en el centro, defiende el profesor de Did¨¢ctica y Organizaci¨®n Escolar de la Universidad de Valencia Jos¨¦ E. Valle: ¡°Los ni?os y ni?as viven literalmente en los colegios y por ello el espacio fundamental donde aprender y practicar la igualdad tiene que ser el centro educativo¡±, explica. ¡°Pero esto es una tarea de todos, como casi todas las tareas en educaci¨®n¡±, a?ade Valle, autor de numerosos trabajos sobre coeducaci¨®n, educaci¨®n inclusiva y en igualdad.
Acaba de publicar uno titulado La educaci¨®n en igualdad de g¨¦nero en la infancia y la adolescencia en las aulas espa?olas en la revista estadounidense Archivos anal¨ªticos de pol¨ªticas educativas. En ¨¦l, tras analizar las respuestas de casi 400 equipos directivos de colegios de infantil y primaria de toda Espa?a, ha podido constatar que ¡°los estereotipos de g¨¦nero persisten, pese a los avances habidos¡±. ¡°Existe una creencia err¨®nea y generalizada en la sociedad de que la situaci¨®n de la escuela permite decir que la igualdad de g¨¦nero est¨¢ conseguida, lo que se llama la utop¨ªa de la igualdad. Por el contrario, hemos podido observar un fuerte arraigo en la asignaci¨®n de roles, estereotipos y actitudes sexistas en la sociedad actual que l¨®gicamente tienen su reflejo en la escuela¡±, explica por tel¨¦fono.
La fortaleza, la resistencia f¨ªsica y la mental, por ejemplo, siguen siendo consideradas atributos masculinos, as¨ª como una mayor capacidad para las materias tecnol¨®gicas. A las chicas se les atribuye en general falta de destreza deportiva. Muchos chicos, adem¨¢s, siguen asociando las tareas dom¨¦sticas con sus madres, seg¨²n las percepciones reflejadas en el estudio. M¨¢s all¨¢ de estas cuestiones que coinciden con otros trabajos anteriores, el profesor destaca dos asuntos sobre los resultados de esta ¨²ltima investigaci¨®n: que ¡°las familias no parecen demandar una educaci¨®n para igualdad tanto como lo hacen con otras capacidades¡± y, sobre todo, que los varones presentan una especie de bloqueo emocional preocupante. ¡°El estudio ha confirmado que los chicos son mucho m¨¢s reacios a demostrar sus emociones que las chicas. Es un tema que a m¨ª me preocupa y sobre el que pienso seguir indagando. Habr¨ªa que plantear actividades para reforzar la educaci¨®n emocional en los varones¡±.
El trabajo se completa con entrevistas en profundidad a algunos directivos. Uno de ellos advirti¨®: ¡°Veo en los ¨²ltimos tiempos una cierta involuci¨®n. Tambi¨¦n entre los j¨®venes. Los celos, el control con los m¨®viles¡ No dejan de ser formas de desigualdad, de violencia light [leve], si t¨² quieres¡±. El profesor Valle pone este testimonio como ejemplo de todos los que recibi¨® en ese sentido y que ponen de manifiesto el ¡°peligro que entra?a pensar que la igualdad entre los sexos es algo rotundamente asumido por las nuevas generaciones¡±. Por tel¨¦fono, a?ade: ¡°Sabemos que el tema de la desigualdad finalmente conduce a esa lacra que es la violencia de g¨¦nero. Y, cuando uno observa los n¨²meros, te das cuenta de que los casos de violencia de g¨¦nero no solo se han cronificado, sino que han aumentado y ello a pesar de que la legislaci¨®n se ha endurecido mucho, lo cual quiere decir que el problema no es la legislaci¨®n. La soluci¨®n est¨¢ en la educaci¨®n. Y en este sentido, el papel de la escuela es fundamental, porque, como dice [la catedr¨¢tica de la Complutense Mar¨ªa Jos¨¦] D¨ªaz-Aguado: ¡®El sexismo se aprende en la infancia y la igualdad, tambi¨¦n¡±.
?Qu¨¦ debe hacer entonces la escuela? ¡°Lo esencial es que, de forma transversal en cada materia, cada asignatura, en cada actividad, en las relaciones entre el alumnado, en definitiva, en cualquier cosa que se haga en la escuela se tenga en cuenta un enfoque de g¨¦nero, que ni?os y ni?as, chicos y chicas son iguales. La igualdad de g¨¦nero debe ser un objetivo que vaya m¨¢s all¨¢ del aula¡±, contesta Valle. Pone ejemplos de actividades extraescolares en las que se fomente la igualdad en las pr¨¢cticas deportivas ¨Dno solo el deporte mixto, sino poniendo en valor aquellos que tradicionalmente han sido m¨¢s practicados por las mujeres¨D o las disciplinas tecnol¨®gicas entre las chicas. Tambi¨¦n menciona actividades de aula en las que se hable de las desigualdades de g¨¦nero en los nombres de las calles, los premios Nobel, los jefes de Gobierno¡ ¡°La red de Metro de Madrid es una de las m¨¢s extensas de Europa, con 287 estaciones. Y solo seis de ellas tienen nombre de mujer¡±, explica el profesor.
Tampoco vendr¨ªa mal, a?ade, terminar de adaptar a los objetivos de igualdad los materiales escolares, a?ade, en cuanto a la presencia femenina, el uso de lenguaje no sexista o la representaci¨®n de g¨¦nero de algunas profesiones.
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