Una Selectividad que d¨¦ sentido a lo aprendido: compleja de dise?ar e igual de exigente para los alumnos
El menor n¨²mero de ex¨¢menes se ha visto como una rebaja del nivel cuando Espa?a se equipara a Europa. La nueva EvAU no prev¨¦ una parte oral, como las entrevistas en Italia o las exposiciones en Francia
Andreas Schleicher, jefe de las pruebas PISA y director de Educaci¨®n de la OCDE, describi¨® muy bien el escenario espa?ol en una entrevista en EL PA?S en 2021: ¡°El actual curr¨ªculo en Espa?a tiene, digamos, un kil¨®metro de amplitud y un cent¨ªmetro de espesor, y no es bueno para los estudiantes. El futuro deber¨ªa pasar por ...
Andreas Schleicher, jefe de las pruebas PISA y director de Educaci¨®n de la OCDE, describi¨® muy bien el escenario espa?ol en una entrevista en EL PA?S en 2021: ¡°El actual curr¨ªculo en Espa?a tiene, digamos, un kil¨®metro de amplitud y un cent¨ªmetro de espesor, y no es bueno para los estudiantes. El futuro deber¨ªa pasar por ense?ar menos cosas, pero de forma m¨¢s profunda¡±. Y eso es lo que pretende hacer la ley Cela¨¢ ¨Den vigor desde septiembre en los cursos impares¨D, y por extensi¨®n la nueva Selectividad o EvAU (Evaluaci¨®n para el Acceso a la Universidad). Esta girar¨¢ en torno a una prueba de madurez acad¨¦mica (75% de la nota cuando termine de implantarse el modelo), en la que los alumnos tendr¨¢n que contestar a preguntas que exigen razonar e interrelacionar materias tras leer u observar textos, gr¨¢ficos o im¨¢genes.
?De qu¨¦ sirve conocer muchos conceptos de f¨ªsica si no se sabe hacer un experimento? Pocos lo ponen ya en duda. Ni siquiera los gobiernos auton¨®micos del PP, a deg¨¹ello con la ley Cela¨¢, han criticado que la nueva Selectividad sea una prueba competencial. ¡°En realidad, las competencias son un t¨¦rmino de derechas, ligado al mundo empresarial y profesional. Se buscan trabajadores competentes y todo el mundo quiere formar gente competente¡±, sostiene Jaume Sarramona, expresidente del Consejo Escolar de Catalu?a y catedr¨¢tico em¨¦rito de Pedagog¨ªa Sistem¨¢tica y Social en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona. ¡°Surge la ideolog¨ªa cuando se trata de definir qu¨¦ es ser competente¡±. Las competencias no son solo mercantilistas, incluyen tambi¨¦n aprender a pensar de manera cr¨ªtica y a vivir en sociedad.
No hay ejemplos de pruebas, porque la reforma de la EvAU es un proyecto embrionario, pero en el PP no dudan de que bajar¨¢ el nivel. ¡°Hay una devaluaci¨®n del esfuerzo y de la calidad del sistema educativo a la que ya hemos asistido en los decretos de los curr¨ªculos de las distintas etapas¡±, denunci¨® el consejero madrile?o Enrique Ossorio tras la reuni¨®n de este mi¨¦rcoles. De la prueba de madurez se sabe que se dividir¨¢ en tres fases: primero los aspirantes tendr¨¢n 15 minutos para leer los materiales, luego 40 minutos para contestar a preguntas cerradas o semidestruidas (con varias alternativas) y por ¨²ltimo 45 minutos para responder a tres cuestiones (una en lengua extranjera) en 150 palabras con ¡°construcci¨®n por parte del alumnado¡± y sin ¡°una sola respuesta correcta inequ¨ªvoca¡±.
La Alianza Haz: ¡°Reduciendo el n¨²mero de materias evaluadas, se consolida el aprendizaje significativo del alumnado¡±
¡°El enfoque competencial tiene el permanente mantra de que es m¨¢s f¨¢cil, que no tiene contenidos y va un poco en contra de la cultura del esfuerzo¡±, describe Ainara Zubillaga, directora de Educaci¨®n y Formaci¨®n de la Fundaci¨®n Cotec para la Innovaci¨®n. ¡°Pero mi visi¨®n es que no es m¨¢s f¨¢cil. Tiene contenidos, pero distintos, y un planteamiento en el que el contenido no est¨¢ solo, se contextualiza y se aplica en una situaci¨®n real. Por eso es m¨¢s dif¨ªcil dise?ar las pruebas¡±.
A Sarramona le preocupa el dise?o y correcci¨®n, ¡°yo no la llamar¨ªa prueba de madurez, porque a los 17 a?os todo el mundo es inmaduro¡±. Es el tema m¨¢s peliagudo. El experto cree que se debe de formar a los correctores de la EvAU con unas pautas muy concretas, de forma que si el aspirante cumple unos logros es competente (suficiente, un 5) y si logra a¨²n m¨¢s objetivos es excelente (sobresaliente, 9).
Los detractores argumentan que acortar el n¨²mero de ex¨¢menes ¨Dde ocho o nueve pruebas ahora a un m¨¢ximo de cuatro ejercicios: la prueba de madurez, una materia de la rama de conocimiento y dos voluntarias¨D va en contra de la cultura del esfuerzo. Sin embargo, selectividades de reconocida exigencia cuentan con igual n¨²mero de pruebas en Europa: el BAC en Francia (Lengua y Literatura, Filosof¨ªa, una materia de especialidad y defensa oral de un proyecto), A-Levels en el Reino Unido (tres o cuatro asignaturas de especialidad), la Maturit¨¤ en Italia (Lengua, una materia de especialidad y una entrevista sobre lo visto en el curso) o el ENES en Portugal (Lengua y tres materias de su rama). En Espa?a no se plantean pruebas de oratoria, cuando los alumnos flojean en competencia ling¨¹¨ªstica.
La Alianza por la Educaci¨®n Haz, que aglutina a grandes empresas como Vodafone, La Caixa o Google, tambi¨¦n es partidaria de acortar ex¨¢menes y lo ha puesto de manifiesto en su Cuaderno sobre el aprendizaje competencial en Espa?a (2022). ¡°Reduciendo el n¨²mero de materias evaluadas se consolida el aprendizaje significativo del alumnado¡±, se sostiene en el texto fruto de ocho sesiones de trabajo en grupo comandadas por el Centro de Pol¨ªticas Econ¨®micas y Econom¨ªa Pol¨ªtica (EsadeEcPol).
De competencias ¨Dbajo el t¨¦rmino capacidades¨D se empez¨® a hablar hace tres d¨¦cadas con la ley educativa LOGSE (1990), pero fue la LOE (2006) la que, siguiendo las recomendaciones de la Uni¨®n Europea, incluy¨® en su articulado el concepto de las siete competencias b¨¢sicas (key competencies) ¨Dling¨¹¨ªstica, social, matem¨¢tica y cient¨ªfica, aprender a aprender, conciencia y expresiones culturales, digital y esp¨ªritu emprendedor¨D que todo alumno deb¨ªa de dominar para actuar de forma activa y responsable en la vida. La Lomce (2013) o ley Wert vincul¨® las competencias con la pol¨ªtica curricular, pero ha sido la ley Cela¨¢ la que ha emparejado cada habilidad ¨Dahora se llama competencias espec¨ªficas¨D a un objetivo.
Sarramona, que fue presidente del Consejo Superior de Evaluaci¨®n del Sistema Educativo de Catalu?a, alerta: el Ministerio de Educaci¨®n est¨¢ tan volcado en las competencias que puede olvidarse de la memorizaci¨®n, que no hay que despreciar. ¡°No todo est¨¢ en el m¨®vil. ?C¨®mo no vas a conocer las capitales de Europa, el n¨²mero de pa¨ªses de Europa o los r¨ªos m¨¢s importantes? Lo que se llamaba cultura general¡±, se cuestiona.
Sarramona cree que el problema original radica en que en Espa?a los alumnos no se someten a una prueba externa para superar alguna etapa educativa
Coincide con Sarramona Pilar Bahamonde. Ella dirige el colegio p¨²blico Gumersindo de Azc¨¢rate, emplazado en un barrio desfavorecido de Le¨®n y que trabaja con ¨¦xito por proyectos. Pero esta maestra insiste en que se puede aprender sin memorizar al uso. Sus escolares, muchos de etnia gitana o inmigrantes, aprenden las capitales europeas haciendo un proyecto: rastrean en internet, estudian el mapa, eligen im¨¢genes, hacen un v¨ªdeo y le ponen su m¨²sica favorita. ¡°?Y mis alumnos no aprenden las capitales? Claro que s¨ª, y las recordar¨¢n siempre, como el monumento que pusieron de imagen en cada diapositiva. Y en el proceso, adem¨¢s, han aprendido a trabajar en equipo, a investigar...¡±.
Bahamonde, que particip¨® en el proyecto de competencias de Haz, lamenta que la innovaci¨®n de primaria se corte en secundaria. ¡°?C¨®mo van a trabajar de forma interdisciplinar si est¨¢n organizados en departamentos por asignaturas?¡±, se pregunta. La poca renovaci¨®n pedag¨®gica que llega a secundaria, adem¨¢s, se evapora en el bachillerato. Los centros, que f¨ªan su prestigio al porcentaje de aprobados en la EvAU (publicitan tambi¨¦n la media en los ex¨¢menes si es alta), tienen como ¨²nico objetivo que sus alumnos pasen la criba memor¨ªstica (solo un 4% suspende).
Sarramona cree que el problema original radica en que en Espa?a los alumnos no se someten a una prueba externa para superar alguna etapa educativa, como ocurre en la mayor¨ªa de los pa¨ªses desarrollados. Los escolares logran los t¨ªtulos solo con la valoraci¨®n de sus propios profesores. La primera piedra en el camino es, por tanto, la EvAU. ¡°Por eso existe la Selectividad. Las universidades no se f¨ªan de las notas del bachillerato¡±, afirma Sarramona, consciente de que sus palabras son pol¨¦micas. En Catalu?a se celebran pruebas censales de competencias b¨¢sicas a los estudiantes de sexto de primaria (12 a?os) y cuarto de la ESO (16 a?os) para medir el nivel educativo de la comunidad, pero no es una rev¨¢lida indispensable para lograr el t¨ªtulo. Las organiza el departamento que Sarramona presidi¨®.
Haz sugiere trabajar desde primaria con r¨²bricas de aprendizaje, en las que se marcan por escrito y en apartados unos est¨¢ndares y los alumnos se autoeval¨²an. La alianza detect¨® la desconfianza en ciertos colectivos antes de que el Gobierno desvelase sus planes para Selectividad: ¡°Una parte del sector educativo y la sociedad considera que pasar a evaluar por competencias supone una degradaci¨®n de los niveles de aprendizaje¡±. Y el problema, sostiene Haz, es que los profesores identifican las competencias con asignaturas concretas, de forma que su evaluaci¨®n se asocia a la nota obtenida en esa materia. Zubillaga, de Cotec, lo resume en una frase: ¡°Dime c¨®mo eval¨²as y te dir¨¦ c¨®mo ense?as¡±.
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