Andreas Schleicher: ¡°Sabemos educar ¡®robots¡¯ que repiten; ahora necesitamos pensar en educar aut¨¦nticas personas¡±
El director de Educaci¨®n de la OCDE y m¨¢ximo responsable de PISA, y Enrique Roca, expresidente del Consejo Escolar del Estado, conversan sobre los retos de la educaci¨®n espa?ola
Andreas Schleicher (Hamburgo, 56 a?os) es director de Educaci¨®n de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) y m¨¢ximo responsable de la conocida prueba internacional PISA. Este art¨ªculo es fruto de un di¨¢logo, centrado en los retos de la educaci¨®n obligatoria en Espa?a, que mantuvo recientemente con Enrique Roca (Madrid, 73 a?os), expresidente del Consejo Escolar del Estado, que ha editado el texto.
Principios y objetivos de la nueva ley
En este momento en que se est¨¢ preparando el desarrollo y la aplicaci¨®n de la nueva ley de educaci¨®n [la Lomloe, m¨¢s conocida como ley Cela¨¢], aprobada el pasado 30 de diciembre de 2020, nos gustar¨ªa contribuir con unos apuntes en los que abordamos, a partir de los objetivos educativos, algunos de los retos principales, a nuestro juicio, de la educaci¨®n obligatoria en Espa?a.
Enrique Roca. La aprobaci¨®n de la ley supone un compromiso firme con los objetivos educativos planteados por la Uni¨®n Europea y la UNESCO, renovados recientemente por la Agenda 2030 de UNESCO y los planteamientos del Espacio Europeo de Educaci¨®n para 2025: equidad, inclusi¨®n, atenci¨®n a la diversidad, estatuto de profesorado, derechos de la infancia y educaci¨®n infantil, digitalizaci¨®n, igualdad efectiva entre hombres y mujeres, aprendizaje a lo largo de la vida. La nueva ley propone esfuerzos colectivos, no solo del alumnado, para que todos y todas progresen hasta el m¨¢ximo de sus capacidades en un mundo global, un nuevo curr¨ªculo, autonom¨ªa en la organizaci¨®n de los centros, trabajo en equipo del profesorado, compromiso de la educaci¨®n con el desarrollo sostenible¡.
Andreas Schleicher. S¨ª, la pandemia nos ha recordado que el futuro siempre nos sorprender¨¢. Ninguna escuela puede prepararnos una vez para toda la vida, el aprendizaje a lo largo de la vida es la clave; no significa solo aprender constantemente sino, tambi¨¦n, desaprender y reaprender cuando cambia el contexto; esto implica continuos procesos de reflexi¨®n, anticipaci¨®n y acci¨®n. La pr¨¢ctica reflexiva se necesita para poder adoptar una postura cr¨ªtica a la hora de decidir, elegir o actuar; permite distanciarse de lo que se sabe o asume y adoptar diferentes perspectivas. La anticipaci¨®n moviliza habilidades cognitivas, tales como el pensamiento cr¨ªtico o anal¨ªtico, prever qu¨¦ se puede necesitar en el futuro o qu¨¦ consecuencias pueden tener las acciones hoy emprendidas en el futuro. Reflexi¨®n y anticipaci¨®n contribuyen a la disposici¨®n para la acci¨®n responsable. Fortaleciendo la resiliencia cognitiva, emocional y social, la educaci¨®n puede ayudar a individuos, comunidades e instituciones a persistir y puede proporcionar la flexibilidad, inteligencia y sensibilidad necesarias para prosperar ante el cambio econ¨®mico y social.
Mejora de la docencia. Trabajo en equipo del profesorado
E. R. Existe el compromiso de definir un nuevo estatuto docente que mejore la docencia, los mecanismos para el ingreso en su ejercicio y el acompa?amiento inicial, el desarrollo profesional del profesorado, la evaluaci¨®n del trabajo de los equipos docentes y su reconocimiento. En estos momentos me parece imprescindible que el profesorado pueda estar en disposici¨®n de abordar, colectivamente, en equipo, la concreci¨®n y adaptaci¨®n de las competencias b¨¢sicas y los aprendizajes imprescindibles para su trabajo en el aula, para la valoraci¨®n de los progresos en los aprendizajes del alumnado y la toma de decisiones colectivas sobre la promoci¨®n de curso y la certificaci¨®n, al final de la etapa, de los niveles de competencia y aprendizaje alcanzados.
A. S. Cierto, a menudo invertimos mucho tiempo y esfuerzo en impulsar, adaptar y difundir en las clases nuevas ideas (a veces muy viejas) y demasiado poco en encontrar las m¨¢s innovadoras; esto depende de una combinaci¨®n de autonom¨ªa profesional y cultura de colaboraci¨®n, donde las buenas ideas son seleccionadas y compartidas.
Si un l¨ªder educativo desea conseguir un cambio realmente transformador, no debe preguntarse si el profesorado sigue las instrucciones recibidas, sino hasta qu¨¦ punto el profesorado puede trabajar realmente en equipo. La pol¨ªtica educativa puede hacer mucho para alentar la verdadera colaboraci¨®n, estableciendo estrategias de liderazgo que creen y apoyen comunidades de aprendizaje; elaborando indicadores sobre la colaboraci¨®n profesional entre los procesos de inspecci¨®n escolar y de acreditaci¨®n; proporcionando capital inicial para el autoaprendizaje en y entre escuelas. Se necesitan estructuras y procesos que animen al profesorado a cooperar, proporcionando tiempo y oportunidades para el aprendizaje colectivo, y favoreciendo as¨ª la eficacia. Tales acciones pueden apoyar proyectos de investigaci¨®n iniciados por el profesorado, redes de profesores, observaci¨®n de colegas, tutor¨ªas y entrenamiento. Apoyando las condiciones y actividades asociadas al efectivo desarrollo profesional docente, los responsables educativos pueden incrementar la probabilidad de afectar tambi¨¦n al alumnado positivamente.
Un nuevo curr¨ªculo basado en competencias b¨¢sicas y aprendizajes imprescindibles.
E. R. Profesorado y alumnado han tenido que enfrentarse, hasta ahora, a un curr¨ªculo por materias en cada uno de los cursos de educaci¨®n primaria y secundaria, con contenidos inabarcables, incompatible con la atenci¨®n a la diversidad del alumnado o los distintos ritmos de aprendizaje. Con esos curr¨ªculos exhaustivos no ha sido posible ofrecer a cada alumno o alumna los medios para que progresen al m¨¢ximo de sus capacidades y garantizar, al tiempo, que todos y todas, sin exclusi¨®n, lleguen a los m¨ªnimos indispensables establecidos.
Creo que el principal reto del nuevo curr¨ªculo es que se base realmente en competencias b¨¢sicas y aprendizajes imprescindibles, que pueda ser propuesto de modo viable a un profesorado hasta ahora familiarizado con la ense?anza por materias. El nuevo curr¨ªculo debe permitir a los equipos docentes su adaptaci¨®n y aplicaci¨®n de modo tal que los resultados del alumnado sean exitosos, mes a mes y al final de cada curso, como ocurre en pa¨ªses de nuestro entorno.
A. S. S¨ª, lo m¨¢s dif¨ªcil en educaci¨®n es ense?ar menos cosas con mayor profundidad, y es bueno ver que Espa?a se mueve hacia un nuevo curr¨ªculo que valora lo que el futuro demanda. En estos tiempos, no se trata tanto de ense?ar a los estudiantes algo, sino de ayudarles a desarrollar una br¨²jula fiable y las herramientas para navegar con confianza en un mundo crecientemente complejo, vol¨¢til e incierto. El ¨¦xito educativo va a ser nuestra mejor arma contra las mayores amenazas de nuestro tiempo: la ignorancia (la mente cerrada), el odio (falta de empat¨ªa) y el miedo (enemigo de la iniciativa).
Vivimos en un mundo en el que el tipo de cosas que son f¨¢ciles de ense?ar y evaluar se han convertido tambi¨¦n en f¨¢ciles de digitalizar y automatizar. Sabemos como educar robots que repiten muy bien lo que se les dice; sin embargo, en este tiempo de aceleraciones e inteligencia artificial, necesitamos pensar seriamente en educar aut¨¦nticas personas. Por supuesto, la transmisi¨®n del conocimiento m¨¢s avanzado siempre ser¨¢ importante y ah¨ª es donde la tecnolog¨ªa es genial. Sin embargo, el ¨¦xito en educaci¨®n ya no consiste en la reproducci¨®n del conocimiento de contenidos, sino en extrapolar lo que sabemos y, en nuevas situaciones, aplicarlo de forma creativa. Una comprensi¨®n profunda es mucho m¨¢s importante que recordar hechos o cifras concretas.
Autonom¨ªa y mejora de la organizaci¨®n de los centros educativos.
E. R. La mayor¨ªa de los centros espa?oles siguen organizados, en cada periodo lectivo, en aulas con un profesor, una materia y un grupo de alumnos y alumnas. Estas unidades cerradas e independientes propician el trabajo aislado del profesorado, condicionado por libros de texto, y favorecen aprendizajes conceptuales y tareas mec¨¢nicas. El aula cerrada hace muy dif¨ªcil trabajar y evaluar en equipo, atender los distintos ritmos y necesidades de aprendizaje y la colaboraci¨®n entre el profesorado. Entiendo que es imprescindible organizar espacios y aulas de modo que se facilite la codocencia y que, en equipo, pueda el profesorado plantearse la renovaci¨®n metodol¨®gica y el ¨¦xito individual de cada alumno y alumna.
A. S. Los sistemas educativos de ¨¦xito en el siglo XXI har¨¢n lo necesario para que la profesi¨®n docente ¡°se apropie¡± de la pr¨¢ctica profesional. Cuando el profesorado se siente responsable de sus aulas y el alumnado de su aprendizaje es cuando tiene lugar la ense?anza productiva. De modo que la respuesta es fortalecer la confianza, la transparencia, la autonom¨ªa profesional y la cultura colaborativa al tiempo. Cuando los profesores asumen las responsabilidades es dif¨ªcil pedirles m¨¢s de lo que ellos mismos se piden.
M¨¢s importante, el profesorado debe asumir esa responsabilidad debido al ritmo de cambio de los sistemas educativos en el siglo XXI. Hasta los m¨¢s urgentes esfuerzos para trasladar el curr¨ªculo establecido a la pr¨¢ctica en las aulas se prolongan m¨¢s de una d¨¦cada, porque lleva mucho tiempo comunicar objetivos y m¨¦todos e incorporarlos a los programas de formaci¨®n del profesorado. Si c¨®mo y qu¨¦ aprenden los estudiantes cambia tan r¨¢pidamente, ese lento proceso provoca una brecha cada vez mayor entre lo que necesitan aprender y el qu¨¦ y c¨®mo ense?an los profesores. Parad¨®jicamente, la organizaci¨®n altamente estandarizada del trabajo docente ha dejado a menudo al profesorado solo en el aula, tambi¨¦n en Espa?a. Un 0% de autonom¨ªa de la escuela ha significado un 100% de profesores y profesoras aislados tras las puertas cerradas de las aulas.
El progreso de todo el alumnado en cada curso y el ¨¦xito de todos y todas al final de la educaci¨®n obligatoria.
E. R. Hasta el presente, el paso de curso en Espa?a ha sido el resultado de la selecci¨®n de alumnos y alumnas que aprueban los aprendizajes establecidos en cada una de las materias; al resto, se le hace repetir curso. Todav¨ªa hoy cerca de un cuarto del alumnado ha repetido al menos una vez antes de los 16 a?os. Disminuir dr¨¢sticamente la repetici¨®n de curso, es decir, disminuir el ¡°fracaso en los aprendizajes¡± y hacer posible el ¨¦xito escolar se ha incorporado en la nueva ley como un objetivo esencial. Adem¨¢s, en los ¨²ltimos a?os, cerca de un 25% del alumnado espa?ol no obtiene el t¨ªtulo de graduado al final de la ESO. La ley propone otorgar una certificaci¨®n a todo el alumnado que constate el grado de consecuci¨®n de competencias y aprendizajes, que abra futuro formativo a todos. Convendr¨ªa transitar este camino abierto por la ley y terminar ofreciendo a los que no alcanzan el t¨ªtulo otra v¨ªa de aprendizaje que les permitiera alcanzar al menos una cualificaci¨®n profesional de grado 1 antes de los 18 a?os.
A. S. PISA ha mostrado durante muchos a?os que la repetici¨®n de curso es ineficaz (los estudiantes que repiten un a?o no lo hacen mejor al siguiente); es cara (un coste de unos 30.000 euros por repetidor, incluyendo que empieza a tener ingresos y paga impuestos un a?o despu¨¦s) y estigmatiza. Pero es dif¨ªcil de eliminar esta pr¨¢ctica; requiere tanto un cambio de mentalidad, es decir, la creencia profunda de que todos los estudiantes pueden aprender, como un enfoque muy diferente de la pr¨¢ctica pedag¨®gica. El profesorado debe identificar pronto las debilidades en el aprendizaje, entender que estudiantes diferentes aprenden de modo diferente y aceptar esa diversidad con pr¨¢cticas pedag¨®gicas diferenciadas.
Pienso que ley espa?ola, que reconoce positivamente el aprendizaje de todos los estudiantes, propone certificar lo que han alcanzado m¨¢s que calificarlos con un aprobado o suspenso, lo cual es un primer paso en esa direcci¨®n. Pero, a largo plazo, conseguir que todo el alumnado alcance niveles altos requerir¨¢ un cambio en la pr¨¢ctica pedag¨®gica.
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