De estar condenado al fracaso escolar a estudiante universitario: ¡°?ramos lo peor del ¡®insti¡¯, pero tuve la suerte de encontrar algo que me gust¨®¡±

A Sa¨²l Barroso, un joven cacere?o de 24 a?os, le lleg¨® ¡°la edad del pavo un poco fuerte¡±. Cuenta que un d¨ªa, en el instituto, ¨¦l y otro compa?ero descolgaron la pizarra de la clase y la tiraron por la ventana. Entonces, entre sanciones y suspensos, con 13 y 14 a?os, ni se le pasaba por la cabeza la posibilidad de estudiar una carrera. Pero ah¨ª est¨¢, una d¨¦cada despu¨¦s, terminando Magisterio. Ha llegado a ese punto por el camino largo, el que lleva de los cursos alternativos a la ESO, pensados para los chavales en serio riesgo de fracaso escolar, a la FP de grado medio, de all¨ª a la FP de grado superior y, finalmente, a la universidad. El caso de Sa¨²l es poco com¨²n, pero da la raz¨®n a quienes llevan a?os defendiendo que los caminos educativos alternativos, para aquellos que no encajan en el esquema general, no deben cerrar ninguna puerta, sino que, muy al contrario, han de facilitar que el que quiera pueda seguir avanzando en sus estudios.

Barroso se matricul¨® en un PCPI (programa de cualificaci¨®n profesional inicial, as¨ª se llamaban estos cursos, hoy es la FP de grado b¨¢sico) de jardiner¨ªa, despu¨¦s de repetir el segundo curso de la secundaria obligatoria, la ESO. Fue por decisi¨®n de su padre, profesor y educador social del mismo instituto en el que estudiaba, el Gabriel y Gal¨¢n, en el municipio cacere?o de Montehermoso.

All¨ª daba clases Rub¨¦n Gonzalo en estos programas alternativos (hoy lo sigue haciendo) que ofrecen los rudimentos b¨¢sicos de un oficio a la vez que se avanza en las materias instrumentales de lengua, matem¨¢ticas y ciencias. ¡°Cuando llegan, les pregunto qu¨¦ saben hacer, en qu¨¦ son buenos, y la mayor¨ªa responde: ¡®En nada¡±, explica Gonzalo. ¡°As¨ª que, lo primero que hay que conseguir es que recuperen la autoestima y, despu¨¦s, la emoci¨®n y las ganas de aprender¡±, a?ade.

Entre los ¨²ltimos coletazos de esa violenta edad del pavo, los padres de Sa¨²l tuvieron que pelear mucho a¨²n para que terminara los dos cursos del programa. ¡°?ramos lo peor del insti los que est¨¢bamos all¨ª, la gente problem¨¢tica. La verdad es que a m¨ª me result¨® f¨¢cil aprobar¡±, cuenta Barroso.

Todo, tanto lo acad¨¦mico como lo profesional, est¨¢ adaptado en estas ense?anzas a un alumnado que llega con importantes carencias de aprendizajes previos y graves problemas de actitud. Y por ah¨ª vienen algunas de las cr¨ªticas que se vierten contra ellas desde su creaci¨®n hace m¨¢s de tres lustros: que, casi regalados, estos t¨ªtulos se puedan convertir en puertas falsas para acceder a cada nuevo escal¨®n educativo, devaluando el sistema en general. Por el lado contrario, el otro gran reproche es el de quienes creen que se trata de v¨ªas de segregaci¨®n para quitarse de encima a los alumnos m¨¢s dif¨ªciles.

Las cifras, en todo caso, apuntan m¨¢s hacia posibles problemas de segregaci¨®n, de los que advierte el profesor de la Universidad del Pa¨ªs Vasco Pello Aramendi (el 16% de los alumnos de FP b¨¢sica son extranjeros, mientras que son el 9,8% en la ESO), que al coladero que temen algunos. De media, se deriva a la FP b¨¢sica en torno al 8% de los alumnos, seg¨²n las ¨²ltimas cifras del Ministerio de Educaci¨®n. De ellos, lo terminan poco m¨¢s de la mitad.

Jes¨²s Alem¨¢n Falc¨®n y Mar¨ªa A. Calcines Pi?ero, especialistas del grupo de investigaci¨®n de Educaci¨®n Inclusiva de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, defienden lo que consideran una buena herramienta que, con las adaptaciones y mejoras que se han ido introduciendo, ¡°refuerza la equidad del sistema educativo e incrementa su capacidad inclusiva¡±.

El ¨²ltimo cambio normativo establece que los que lo aprueben consiguen autom¨¢ticamente el t¨ªtulo de la ESO; hasta hace dos a?os, pod¨ªan obtener ese diploma, pero solo si los profesores consideraban que el chaval hab¨ªa alcanzado un nivel equivalente al de la secundaria obligatoria; si no, el t¨ªtulo de FP b¨¢sica daba acceso al grado medio, pero no al bachillerato. Sin cifras oficiales sobre unos y otros, lo cierto es que el 61,8% de los titulados en un grado b¨¢sico hace cuatro cursos se matricularon inmediatamente en el siguiente escal¨®n de la FP (algo m¨¢s de 11.000 personas) y un 1,2% en bachillerato (unas 230 en toda Espa?a).

Cuando Sa¨²l Barroso empez¨® a estudiar un grado medio en Plasencia (se desplazaba cada d¨ªa desde su pueblo, Santib¨¢?ez el Bajo, a 27 kil¨®metros), ¨¦l era el ¨²nico que llegaba desde un ciclo b¨¢sico (el resto se hab¨ªa sacado la ESO por la v¨ªa ordinaria). Empez¨®, de nuevo, empujado sobre todo por la presi¨®n paterna. Pero en un ¨¢mbito que ya hab¨ªa elegido ¨¦l mismo y que le apasiona desde peque?o (era un ciclo de T¨¦cnico en Actividades F¨ªsicodeportivas en el Medio Natural), pronto empez¨® a sentir un impulso propio, una motivaci¨®n nueva. ¡°Tuve la suerte de encontrar algo que me gust¨®. La verdad es que me encant¨® ¡ªyo siempre he sido muy deportista¡ª y me lo saqu¨¦ a la primera. Y era duro, ?eh?, nos exig¨ªan¡­ Pasamos 10 o 12 de toda la clase¡±, cuenta el joven.

En este punto ya se hab¨ªa animado del todo, as¨ª que la decisi¨®n de saltar despu¨¦s a un curso de T¨¦cnico Superior en Actividades F¨ªsicodeportivas fue ya plenamente suya. Como lo fue la idea que se le meti¨® un poco m¨¢s tarde en la cabeza: llegar a la universidad.

¡°Solicit¨¦ plaza para Ciencias del Deporte en toda Espa?a, pero no me cogieron. Ech¨¦ tambi¨¦n para Fisioterapia, pero tampoco me daba la nota. Y en la tercera opci¨®n, Magisterio, es la ¨²nica que me cogieron, as¨ª que me fui a Burgos, a pasar fr¨ªo¡±, bromea. Igual que el t¨ªtulo de FP de grado medio da acceso directo al grado superior, este lo da a la universidad, pero compitiendo, con la nota media obtenida en el ciclo, por las mismas plazas en cada carrera contra los que llegan del bachillerato y la Selectividad.

Pueden presentarse a la EBAU, a los ex¨¢menes voluntarios, para subir nota, pero Sa¨²l lo descart¨®: ¡°Ni me lo plante¨¦. [Llevaba] desde segundo de la ESO sin dar muchas cosas¡­, no ten¨ªa base¡±. Confiesa que, despu¨¦s de cuatro a?os estudiando Magisterio en la especialidad de Educaci¨®n Especial, y a falta de un pu?ado de asignaturas para terminar el pr¨®ximo curso, lo que m¨¢s le ha costado son las matem¨¢ticas y el ingl¨¦s.

El profesor Rub¨¦n Gonzalo suele contar una historia personal a sus alumnos para animarles a saltar sin miedo de la FP a la universidad, como hizo ¨¦l mismo: ¡°El primer a?o lo van a pasar fatal, pero si aguantan, el segundo a?o van a ser de los mejores, en cuanto lleguen las asignaturas aplicadas. Eso me pas¨® a m¨ª en Ingenier¨ªa [T¨¦cnica Agr¨ªcola]: del mont¨®n de abajo, pas¨¦ a sacar matr¨ªculas de honor, porque yo estaba harto de estar con los mec¨¢nicos desmontando motores y mis compa?eros no sab¨ªan ni lo que era un pist¨®n¡±.

En el ¨¢mbito educativo, en el que las expectativas de los estudiantes y de sus familias influyen tanto, la falta de referentes puede convertirse en un serio problema, y m¨¢s en un contexto que suma despoblaci¨®n, aislamiento y falta de oportunidades. Sa¨²l, sentado en la terraza de un bar de Santib¨¢?ez (un pueblo de 748 habitantes), repasa lo que han ido estudiando sus amigos y la mayor¨ªa se decant¨® en su d¨ªa por la formaci¨®n profesional; casi nadie se planteaba los estudios universitarios y, los que al final lo han hecho, han llegado, como ¨¦l, a trav¨¦s de la FP. ¡°Aqu¨ª hay poco trabajo y lo que hay es sobre todo en el campo¡±, explica el joven

Seg¨²n las ¨²ltimas cifras disponibles, el 65,3% de los alumnos que terminan la FP b¨¢sica se matriculan en los tres a?os siguientes en un grado medio. El 47,3% de los graduados en estos ¨²ltimos pasan al grado superior y un 26% da el ¨²ltimo salto hasta la universidad. Sin estad¨ªsticas al respecto, es f¨¢cil suponer que ser¨¢n muy pocos los que hayan hecho el camino completo, como Sa¨²l.

En todo caso, aunque insiste en recordarles a sus alumnos que, si quieren, tienen ese recorrido abierto, Gonzalo reivindica la FP como fin en s¨ª mismo, su atractivo propio por unas salidas laborales que, incluso, han hecho que cada vez haya m¨¢s titulados universitarios estudiando despu¨¦s grados superiores. ¡°Yo quer¨ªa dejar de estudiar porque me aburr¨ªa. Y sacaba buenas notas. Al final me met¨ª a la FP y me alegro cada d¨ªa porque me cambi¨® la vida¡±, dice el profesor del instituto p¨²blico de Montehermoso, un pueblo de 5.600 habitantes a 21 kil¨®metros de Santib¨¢?ez el Bajo.

Si es necesario que el profesorado de FP b¨¢sica ¡°conozca bien a sus estudiantes y muestre cercan¨ªa hacia los mismos¡±, como recalcan los especialistas canarios Alem¨¢n y Calcines, a Gonzalo no hace falta que se lo digan. Sabe perfectamente que sus alumnos ¡°aprenden haciendo¡± y que en general solo hay que esperar un poco para que sienten la cabeza y quieran ya formarse para poder trabajar: ¡°En cuanto se echan novia y se quieren sacar el carn¨¦ del coche¡±.

Cada a?o, Gonzalo usa una herramienta que se llama ¡°mapeo del territorio aula¡±. ¡°Empiezo a preguntarles: ?qu¨¦ m¨²sica te gusta? ?Qu¨¦ aficiones tienes? ?Qu¨¦ haces cuando sales de aqu¨ª? ?Con qui¨¦n vives, con tus padres, tus abuelos? Saco informaci¨®n muy buena. Por ejemplo, a m¨ª no me gusta la pesca, pero al que le guste le pregunto que c¨®mo est¨¢n los lucios¡­¡±, explica.

A Sa¨²l Barroso le ha gustado siempre el boxeo y las artes marciales. Y cuando se le pregunta por su idea de convertirse en maestro, inmediatamente le viene a la cabeza un profesor de Educaci¨®n F¨ªsica que, en el instituto, le sol¨ªa hablar del tema, le preguntaba, le daba folletos y art¨ªculos¡­ ¡°Se llamaba Javi y me motiv¨® much¨ªsimo, much¨ªsimo. Siempre se paraba a hablar un ratito conmigo¡±. Tambi¨¦n se acuerda de ?ngel Luis, el profesor de Anatom¨ªa del grado medio que estudi¨® en Plasencia ¨D¡±ten¨ªa 50 a?os y era un armario. Controlaba much¨ªsimo. Realmente captaba tu atenci¨®n en las clases¡±¨D, de Mamen ¨D¡°una persona magn¨ªfica¡±¨D. Se queda pensando, y remata: ¡°He tenido muchos buenos profesores, la verdad¡±.

Puedes seguir EL PA?S EDUCACI?N en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.