La Selectividad ¨²nica para toda Espa?a: un mensaje pol¨ªtico eficaz y un gran l¨ªo educativo
La propuesta de hacer el mismo examen de acceso a la Universidad en toda Espa?a suena bien, pero los expertos la consideran inviable o muy conflictiva
La Selectividad ¨²nica suena bien en un momento de alt¨ªsima competencia para entrar en ciertas carreras. Pero es m¨¢s f¨¢cil de enunciar que de aplicar. Implantar un mismo examen de acceso a la Universidad en toda Espa?a, en vez de uno distinto en cada comunidad aut¨®noma, ha sido ...
La Selectividad ¨²nica suena bien en un momento de alt¨ªsima competencia para entrar en ciertas carreras. Pero es m¨¢s f¨¢cil de enunciar que de aplicar. Implantar un mismo examen de acceso a la Universidad en toda Espa?a, en vez de uno distinto en cada comunidad aut¨®noma, ha sido uno de los principales planteamientos educativos del PP ¨Dque ya lo anunci¨® y acab¨® renunciando a ¨¦l hace una d¨¦cada¨D a lo largo de la legislatura. El argumento principal es que reforzar¨ªa la igualdad de oportunidades en una prueba decisiva para miles alumnos. Un mensaje sencillo frente a un Gobierno embarcado en una reforma educativa (como todas) compleja. Una decena de expertos consultados por este peri¨®dico consideran, sin embargo, que se trata de un objetivo inviable o alcanzable solo a costa de un gran conflicto educativo y pol¨ªtico que podr¨ªa no servir para nada: en 2012, el Tribunal Constitucional ya rechaz¨® un intento mucho m¨¢s limitado del Ejecutivo de regular el contenido concreto de la prueba. El 60% de la nota de acceso a la Universidad (el porcentaje fue fijado en su d¨ªa por los populares) procede, adem¨¢s, del expediente del Bachillerato, es decir, de la suma de las calificaciones de miles ex¨¢menes y tareas distintos, recuerda Manuel Fern¨¢ndez Navas, profesor de Educaci¨®n de la Universidad de M¨¢laga. Y sin eliminar o reducir dr¨¢sticamente el peso del Bachillerato, algo que nadie parece dispuesto a hacer, la guerra educativa, pol¨ªtica y muy probablemente judicial que desencadenar¨ªa un examen ¨²nico a¨²n tendr¨ªa menos sentido.
Casi todas las fuentes consultadas consideran necesario, al mismo tiempo, avanzar hacia una mayor homogeneizaci¨®n de unas pruebas que dan acceso a un distrito universitario ¨²nico. Esto es, que permiten a un estudiante solicitar matricularse en cualquier facultad p¨²blica espa?ola con la nota de Selectividad, independientemente de d¨®nde se haya examinado. ¡°Se est¨¢ generando una sensaci¨®n cada vez mayor de agravio en parte de los estudiantes y sus familias. Y la idea de dejarlo como est¨¢, creo que no es planteable¡±, afirma Ismael Sanz, profesor de Econom¨ªa de la Universidad Rey Juan Carlos y ex director general de Innovaci¨®n Educativa de la Comunidad de Madrid con el PP.
Los especialistas proponen diversas alternativas para que la prueba sea m¨¢s homog¨¦nea, como incluir algunas preguntas comunes en los ejercicios de toda Espa?a. El Ministerio de Educaci¨®n ya hab¨ªa consensuado, de hecho, con la mayor parte de las comunidades aut¨®nomas una gran armonizaci¨®n de la prueba, que ten¨ªa previsto implantar junto al nuevo formato de Selectividad, finalmente congelado tras la convocatoria de las elecciones del 23-J. Dicho acuerdo abarcaba el dise?o de los ex¨¢menes, con concreciones sobre el tipo de tareas a incluir en las pruebas o el n¨²mero de palabras que deber¨ªan redactar los alumnos en la pregunta abierta del examen de Historia de Espa?a; el grado de optatividad en los ejercicios; las herramientas de que podr¨ªan disponer los alumnos ¨Dcomo la calculadora o las f¨®rmulas matem¨¢ticas¨D y los criterios de evaluaci¨®n que se aplicar¨ªan, desde la penalizaci¨®n por faltas de ortograf¨ªa, a la expresi¨®n escrita y el uso del vocabulario t¨¦cnico a trav¨¦s de una r¨²brica (el documento que se utiliza para intentar estandarizar la evaluaci¨®n) com¨²n.
Competencias compartidas
El examen ¨²nico es un mensaje pol¨ªticamente m¨¢s contundente que el de mejorar la homogeneidad de la prueba por la v¨ªa del consenso. Pero llevarlo a la pr¨¢ctica implicar¨ªa muchos problemas. El primero es al mismo tiempo de car¨¢cter pol¨ªtico, territorial y jur¨ªdico. Hace 11 a?os el Constitucional zanj¨® un conflicto parecido entre el Gobierno y la Generalitat de Catalu?a se?alando que el Ejecutivo tiene competencias para regular la prueba de acceso a la Universidad, pero limitada ¡°al contenido b¨¢sico de la misma¡±. En ning¨²n caso, segu¨ªa la sentencia, ¡°implica ni ha implicado nunca identidad absoluta de los contenidos concretos del examen a superar¡±, ya que la Generalitat tambi¨¦n ostenta una ¡°competencia compartida¡±.
Bas¨¢ndose en el art¨ªculo 149 de la Constituci¨®n y en el Estatuto de Autonom¨ªa de Catalu?a, los magistrados declararon que varias de las previsiones de un decreto del Gobierno que delimitaba el contenido de la prueba vulneraban las competencias de la Generalitat al ser ¡°excesivamente detalladas¡± y ¡°pormenorizadas¡±. El tribunal no anul¨® los art¨ªculos porque el decreto ya no estaba en vigor en el momento del fallo. Pero dej¨® claro su criterio ante una regulaci¨®n mucho menos invasiva de lo que supondr¨ªa un examen ¨²nico para toda Espa?a. El Gobierno puede decidir, por ejemplo, cu¨¢nto duran los ex¨¢menes, pero no que el alumno debe plasmar un an¨¢lisis de texto ¡°mediante la elaboraci¨®n de un resumen¡±, resolvieron los jueces.
Empobrecer el curr¨ªculo
El examen ¨²nico tambi¨¦n plantea un problema educativo, relacionado con el modelo parcialmente descentralizado del sistema de ense?anza. Y es que los contenidos (el curr¨ªculo) del Bachillerato no son iguales en toda Espa?a. El Gobierno establece la mitad y cada autonom¨ªa, la otra mitad, seg¨²n la distribuci¨®n en vigor que, con peque?as variaciones porcentuales, es la que ha funcionado durante la mayor parte del periodo democr¨¢tico. La l¨®gica indica que una Selectividad ¨²nica exigir¨ªa un curr¨ªculo ¨²nico. Pero esta ¨²ltima opci¨®n no parece jur¨ªdicamente viable a la vista del reparto de competencias fijado por la Constituci¨®n y los estatutos de autonom¨ªa, y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional (que, en principio, contar¨¢ con mayor¨ªa progresista bastantes a?os).
Francisco L¨®pez Rup¨¦rez, que fue presidente del Consejo Escolar del Estado con el PP, s¨ª cree que la prueba ¨²nica podr¨ªa implantarse, y que hacerlo supondr¨ªa ¡°ganar en justicia a la hora de ordenar el acceso a la Universidad¡±. Pero al mismo tiempo, admite las dificultades, relacionadas sobre todo con el hecho de la competencia compartida entre Gobierno y autonom¨ªas para fijar los programas. Una soluci¨®n, apunta, ser¨ªa que la EVAU (Evaluaci¨®n para el Acceso a la Universidad) se realizara solo sobre la parte de los contenidos que fija el Gobierno. Pero ello, advierte Alejandro Tiana, ex secretario de Estado de Educaci¨®n con los socialistas, ¡°implicar¨ªa un empobrecimiento del curr¨ªculo del Bachillerato por la v¨ªa de la prueba¡±. La Selectividad tiene tanta trascendencia que condiciona lo que se estudia en los dos a?os anteriores. De modo que, si la EVAU solo examina de la mitad del curr¨ªculo, los centros educativos se enfocar¨ªan de forma natural y casi inevitable a dicha parte, afirma Tiana.
Buena parte de las pol¨¦micas que cada a?o surgen en torno a la EVAU no tienen, por otra parte, escala auton¨®mica, sino m¨¢s peque?a: responden con frecuencia a la forma de corregir de un determinado tribunal. Y afrontar el gran conflicto de implantar un mismo examen en toda Espa?a con el argumento de la uniformidad, manteniendo al mismo tiempo una fuente de diferencias de tal envergadura como ese no parece tener mucho sentido. Pero las posibles soluciones a esto ¨²ltimo tambi¨¦n plantean problemas educativos. La forma m¨¢s segura de asegurar la objetividad ser¨ªa utilizar una prueba tipo test, similar a la que se utiliza en el examen MIR para la formaci¨®n de especialistas m¨¦dicos. Pero una prueba as¨ª dejar¨ªa sin evaluar competencias centrales del bachillerato, como la expresi¨®n escrita.
Propuestas realistas
Casi todos los expertos consultados se muestran partidarios de introducir no un examen ¨²nico, sino mejoras ¡°posibilistas¡±, como las descritas hace unos d¨ªas por Luc¨ªa Cobreros, Lucas Gort¨¢zar y Juan Manuel Moreno en un informe de EsadeEcPol, para lograr unas pruebas m¨¢s comparables entre universidades. Moreno, catedr¨¢tico de Educaci¨®n en la UNED, menciona varias, como ¡°fijar algunas pruebas o preguntas comunes¡± para todos los territorios, o a?adir al examen de cada comunidad una parte de test a modo de ¡°term¨®metro¡±. Dicho test complementario, coincide Ismael Sanz, ¡°servir¨ªa para igualar un poco la nota final y para contrastar si hay muchas diferencias en los resultados de unas comunidades y otras¡±. El propio Rup¨¦rez plantea que la Selectividad podr¨ªa tener una parte com¨²n y otra dise?ada por cada comunidad aut¨®noma ¡°de menor cuant¨ªa¡±.
El examen ¨²nico supondr¨ªa, adem¨¢s, un gran reto log¨ªstico. ¡°Si ya es muy dif¨ªcil realizar la misma prueba a la vez en un territorio como Andaluc¨ªa, imagina en toda Espa?a¡±, dice Manuel Fern¨¢ndez Navas, profesor de Educaci¨®n de la Universidad de M¨¢laga, que ha organizado la Selectividad en Andaluc¨ªa. El docente ve tantos obst¨¢culos para una ganancia potencial tan limitada por factores como el peso que tiene el expediente del Bachillerato en la nota final que duda que vaya en serio. ¡°No creo que sea una propuesta real, sino una forma de activar a sus bases pol¨ªticas¡±.
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