Por una ley que blinde la financiaci¨®n de la educaci¨®n p¨²blica
Se necesitan m¨¢s recursos para desarrollar una educaci¨®n realmente inclusiva y personalizada que ¡°no deje a nadie atr¨¢s¡±
La educaci¨®n es el futuro de un pa¨ªs, de una sociedad. Nos hace mejores como personas y como ciudadan¨ªa. Es la base de una sociedad justa y de una vida digna. Es, en definitiva, un proyecto civilizatorio. Por lo tanto, la educaci¨®n debe ser la prioridad esencial de un proyecto de pa¨ªs, porque de ella depende la formaci¨®n acad¨¦mica y profesional, pero sobre todo el modelo de convivencia, de democracia y la cohesi¨®n social del pa¨ªs.
El derecho universal a la educaci¨®n necesita el compromiso con su car¨¢cter p¨²blico, en tanto bien com¨²n esencial, que garantice el ejercicio de ese derecho en condiciones de igualdad y equidad para todos y todas, sin discriminaci¨®n ni segregaci¨®n. As¨ª como el compromiso con su financiaci¨®n suficiente y necesaria, que dote de los recursos y medios suficientes y necesarios para llevarla a cabo.
Invertir en recursos, medios y organizaci¨®n
Se necesita inversi¨®n en ¡°recursos humanos¡±, porque es el recurso fundamental en la educaci¨®n: tanto el profesorado como los profesionales de la educaci¨®n social, de la mediaci¨®n intercultural, de la orientaci¨®n, de trabajo social, especialistas educativos, asistentes, administrativos, etc. Se necesita la ampliaci¨®n de m¨¢s profesorado y profesionales en los centros educativos p¨²blicos: para reducir sustancialmente el n¨²mero de alumnado por clase (la ratio escolar) con el fin de desarrollar una educaci¨®n realmente inclusiva y personalizada que ¡°no deje a nadie atr¨¢s¡±; y para dotar de plantillas estables que puedan desarrollar proyectos conjuntos que duren en el tiempo.
Se necesita tambi¨¦n inversi¨®n para asegurar el acceso a la educaci¨®n mediante la gratuidad de los medios y recursos: dotando a los centros p¨²blicos de todos los libros, recursos y materiales did¨¢cticos y tecnol¨®gicos p¨²blicos que necesite utilizar el alumnado y el profesorado; servicios de transporte y de ecocomedores escolares gratuitos en los centros p¨²blicos, de gesti¨®n directa y educativa, durante toda la etapa obligatoria, etc.
Pero es imprescindible que la financiaci¨®n p¨²blica vaya exclusivamente a la educaci¨®n p¨²blica, de titularidad y gesti¨®n p¨²blica, y que evite la sangr¨ªa econ¨®mica que sigue siendo la anomal¨ªa espa?ola de mantener un sistema privado financiado con dinero p¨²blico de todos y todas, los conciertos educativos, que es actualmente el factor de mayor segregaci¨®n social ya desde la escuela.
Mientras que, simult¨¢neamente, es imprescindible dejar de financiar la religi¨®n en las escuelas para respetar la libertad de conciencia de los menores y permitir la convivencia de los que piensan diferente, dado que la finalidad de la educaci¨®n es aprender y no creer.
Estas cuatro medidas esenciales de financiaci¨®n tienen que acompa?arse de inversi¨®n en recursos y medios para reducir y evitar el exceso burocr¨¢tico que recae en el profesorado y en la comunidad educativa; en organizar y dotar una formaci¨®n inicial y permanente vinculada con la pr¨¢ctica; en aumentar equipos de orientaci¨®n suficientes en cada centro educativo, con un profesional al menos por cada 200 estudiantes; en incorporar a profesionales de la educaci¨®n social en la din¨¢mica de los centros escolares; en dotar de infraestructuras de calidad y bioclimatizadas a todos los colegios y centros p¨²blicos; en una oferta de plazas p¨²blicas de formaci¨®n profesional suficientes.
Blindar la financiaci¨®n
Estas medidas esenciales, demandadas desde hace tiempo por quienes est¨¢n ¡°a pie de obra¡±, por quienes son los profesionales y tienen experiencia en la materia y por la propia comunidad educativa y social, son la base imprescindible para dar posibilidad al Proyecto de Educaci¨®n P¨²blica Democr¨¢tica que garantice el derecho a la educaci¨®n a toda la poblaci¨®n en las mejores condiciones y sin discriminaci¨®n.
Pero para poder llevarlo a la pr¨¢ctica solo hay una receta posible: invertir presupuestos en la educaci¨®n p¨²blica, en vez de seguir destinando financiaciones escandalosas al aumento de los presupuestos de la guerra (el gasto militar es mayor que el educaci¨®n y sanidad juntos), al rescate de la banca o de autopistas, etc. Porque como dice el refr¨¢n: ¡°dime donde pones tu dinero y te dir¨¦ d¨®nde pones tu coraz¨®n¡±. Dime donde pones la financiaci¨®n y te dir¨¦ lo que realmente importa.
En definitiva, es crucial aprobar una ley de financiaci¨®n del sistema p¨²blico educativo, en la que esta inversi¨®n se blinde independientemente de qui¨¦n est¨¦ en el gobierno. Para que se invierta al menos el 7% del PIB en Educaci¨®n, al nivel de los pa¨ªses m¨¢s avanzados en la UE. Solo hace falta voluntad pol¨ªtica.
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