La lucha de dos profesoras por la prohibici¨®n total del m¨®vil hasta los 16 a?os: ¡°La adicci¨®n de mi hijo comenz¨® a los 10, en el cole¡±
Diputados de cinco grupos parlamentarios se re¨²nen en el Congreso con una de las docentes, que les presentar¨¢ una propuesta que ya cuenta con m¨¢s de 76.000 firmas en la plataforma Change.org
Desde que arranc¨® el curso en septiembre, la alarma por el uso que los menores hacen de sus m¨®viles ha llevado a cientos de familias a organizarse para exigir que se limite el uso en las escuelas; a nuevas comunidades aut¨®nomas a regular el uso y permitirlo solo con fines pedag¨®gicos en los centros, y al Gobierno a crear un grupo de 50 expertos para analizar los da?os y crear un documento que sirva de base para una nueva ley integral de protecci¨®n de los menores en el entorno online. La cadena de reacciones ante los crecientes problemas de salud mental o de acoso entre iguales por la utilizaci¨®n ilimitada de redes sociales y el visionado de contenidos inapropiados ha llevado a dos profesoras a presentar en el Congreso de los Diputados m¨¢s de 76.000 firmas para la prohibici¨®n total del m¨®vil a menores de 16 a?os. ¡°?Prohibir en una democracia? S¨ª, no me da ninguna verg¨¹enza defenderlo¡±, dice ?ngela S¨¢nchez-P¨¦rez (48 a?os), una de las docentes que han recogido las firmas a trav¨¦s de la plataforma Change.org, que este martes se ha reunido con diputados de cinco grupos parlamentarios para exponerles la propuesta.
Esta profesora de primaria, que ejerce en centros p¨²blicos de la Comunidad de Madrid desde hace 17 a?os, relata de forma muy gr¨¢fica el da?o que supone para un menor llevar un tel¨¦fono m¨®vil encima las 24 horas. Uno de sus alumnos de sexto de primaria le ense?¨® un v¨ªdeo en el que se ve¨ªa c¨®mo le amputaban dos piernas a un perro y c¨®mo este echaba a andar solo con las otras dos patas. ¡°Me dijo entre risas que eso s¨ª era saber mantener el equilibrio. Yo casi me mareo al verlo, pero ¨¦l, igual que muchos de su edad, se ha acostumbrado¡ Luego nos sorprenden las agresiones de hijos a padres o las violaciones en grupo¡±, reflexiona la docente, que desde que subi¨® la petici¨®n a internet ha recibido cientos de e-mails con casos concretos que reportan otros profesores, orientadores, pedagogos y hasta agentes de comisar¨ªas locales. Tambi¨¦n testimonios como el de Marta Bentura: ¡°Tengo un hijo de 13 a?os sin m¨®vil y es el ¨²nico de su clase que no lo tiene. Aun as¨ª, es muy adicto a las pantallas en cuanto te descuidas. Su adicci¨®n comenz¨® cuando a los 10 a?os le dieron iPad en el cole para estudiar. Fue un antes y un despu¨¦s (para mal)¡±.
En la petici¨®n, que registraron en el Congreso el 5 de noviembre ¡ªcomo todav¨ªa no han conseguido 500.000 firmas, no han podido registrarlo como Iniciativa Legislativa Popular¡ª, se?alan como motivo de peso para fijar la prohibici¨®n hasta los 16 que es la edad en que finaliza la ense?anza secundaria obligatoria. Seg¨²n los expertos, en ese momento se produce un cambio madurativo dentro de la etapa adolescente. Adem¨¢s, consideran que la prohibici¨®n no debe circunscribirse ¨²nicamente a los centros educativos ¡ªen algunas regiones, como Galicia, el uso est¨¢ limitado desde 2015¨D, sino que debe ser ¡°total¡±.
En Espa?a, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), siete de cada 10 menores de entre 10 y 15 a?os tienen m¨®vil. La edad de primer acceso se situ?a ya en los siete an?os e internet es utilizado por el 95,1% de los escolares que tienen entre 10 y 15 an?os.
La otra impulsora de la propuesta, Natalia Jim¨¦nez (47 a?os), es tambi¨¦n profesora, de secundaria, en un centro de Barcelona. ¡°Los especialistas nos hablan de adicci¨®n, de un aumento de los intentos de suicidio, de acceso temprano al porno o de falta de concentraci¨®n en el aula¡ esto empieza a ser un problema de salud p¨²blica y por eso pedimos la intervenci¨®n del Estado, igual que sucedi¨® con la prohibici¨®n del consumo de alcohol en menores¡±, explica. En los ¨²ltimos a?os ¡ªlleva casi 20 ejerciendo la docencia¡ª, ha visto por primera vez una creciente incapacidad de concentraci¨®n por parte de los alumnos, que necesitan ¡°instrucciones muy cortas¡±, y, si no las tienen, ¡°desconectan muy r¨¢pido¡±. El informe GEM 2023 de la Unesco establece que el tiempo medio que tarda un alumno en recuperar la atenci¨®n despu¨¦s de recibir una notificaci¨®n ronda los 20 minutos. ¡°Vemos que los enunciados de las actividades o de los ejercicios de los ex¨¢menes no los entienden porque no los leen hasta el final, no entienden la importancia de leer las instrucciones. A eso se suma que llegan a clase muy cansados porque se meten en la cama con el m¨®vil, y el acoso escolar por canales privados de chat o redes sociales se ha disparado¡±, cuenta.
Ambas docentes, que creen que ¡°lo m¨¢s gordo¡± sucede cuando los chicos est¨¢n fuera de los centros educativos, han visto que los chavales saben desde edades tempranas c¨®mo saltarse las aplicaciones de control parental y, en el caso de Madrid, incluso el programa cortafuegos instalado por la consejer¨ªa en los ordenadores y tabletas de los centros. Sobre esta cuesti¨®n, la OCU alert¨® la semana pasada de la ¡°falta de obst¨¢culos¡± que est¨¢n permitiendo a los menores desinstalar esas herramientas de sus tel¨¦fonos m¨®viles, sobre todo las dise?adas para dispositivos con sistema operativo iOS (de Apple), seg¨²n pudieron comprobar en un an¨¢lisis de las 10 apps de control parental m¨¢s descargadas en Espa?a.
Seg¨²n el ¨²ltimo informe GEM de la Unesco, desde 2010 se ha duplicado el tiempo diario que los adolescentes pasan conectados en Espa?a, Francia e Italia: los que tienen entre 15 y 16 a?os dedican dos horas y media, mientras que los menores de entre 12 y 14 a?os destinan tres horas y 12 minutos. ¡°Una revisi¨®n de 89 estudios sobre pantallas en diferentes pa¨ªses sugiere que son los estudiantes de primaria los m¨¢s afectados por ese incremento, y se ha visto que afecta negativamente a la alimentaci¨®n, el sue?o, la salud mental y la ocular¡±, apunta Laura Stipanovic, experta de la Unesco. El documento se?ala que un consumo superior a dos horas al d¨ªa est¨¢ relacionado con la aparici¨®n de s¨ªntomas depresivos, peor rendimiento acad¨¦mico, y mayor sedentarismo.
Para el abogado especializado en derecho digital Borja Adsuara, la prohibici¨®n no es la soluci¨®n. ¡°No se puede hacer un paralelismo con la venta de alcohol o tabaco hasta los 18 a?os, en este caso lo que es adictivo no es el m¨®vil, sino las redes sociales, el problema no es el dispositivo en s¨ª, y prohibi¨¦ndolo estamos asumiendo que no se puede hacer un buen uso¡±, expone. Una alternativa ser¨ªa, seg¨²n este experto, modificar el reglamento espa?ol de protecci¨®n de datos y elevar de 14 a 16 la edad para que un menor pueda dar sus datos para un servicio online sin el consentimiento de sus padres ¡ªsalvo contenidos con regulaci¨®n propia, como el juego electr¨®nico o el visionado de porno, donde la edad m¨ªnima son 18 a?os¡ª. Eso permite en la actualidad que un menor de 14 a?os ya pueda acceder y registrarse en redes sociales. El reglamento europeo de protecci¨®n de datos permite a cada estado fijar el m¨ªnimo entre los 13 y los 16 a?os.
Los grupos parlamentarios, contrarios a la prohibici¨®n
Para la portavoz de Educaci¨®n del grupo socialista en el Congreso Luz, Mart¨ªnez Seijo ¡ªuna de las diputadas que junto al PP, Vox, EH Bildu y Junts recibi¨® el martes a la docente¡ª, el hecho de prohibir la tenencia y el uso de los m¨®viles a menores de 16 a?os supondr¨ªa ¡°extralimitar la funci¨®n del Estado¡±, ya que ¡°el marco constitucional contempla la potestad de los padres de elegir c¨®mo educar a sus hijos¡±. ¡°El alcohol est¨¢ prohibido hasta los 18 a?os porque se considera perjudicial, pero la evidencia cient¨ªfica sobre los efectos de la tecnolog¨ªa en la salud de los menores est¨¢ todav¨ªa muy verde para dar ese paso¡±, indica. ¡°Hay que estudiar el uso pernicioso y la adicci¨®n que genera el m¨®vil, pero no podemos cerrar las puertas a los avances de la tecnolog¨ªa. Adem¨¢s, si lo prohibimos, siempre podr¨¢n usar el m¨®vil de sus padres o el ordenador de casa. Son las familias las que tienen que promover un uso responsable¡±.
Desde el PP, tampoco son partidarios de prohibir. ¡°Hay que educarlos y hacerlos corresponsables, la prevenci¨®n da mejores resultados¡ tenemos que conseguir que las familias sean conscientes de los riesgos que supone la tecnolog¨ªa para sus hijos, ah¨ª tenemos una labor importante¡±, apunta Noelia N¨²?ez, vicesecretaria de Movilizaci¨®n y Reto Digital del partido.
Para la diputada de EH Bildu Isabel Pozueta, el c¨®digo penal no puede ser la respuesta a los nuevos retos de la sociedad. ¡°Una medida tan punitiva no va a solucionar el problema, ?qu¨¦ vamos a hacer, poner polic¨ªas en la calle y denunciar y multar a las familias? Apostemos por m¨¢s educaci¨®n y concienciaci¨®n¡±. Pozueta, que asegura que desde su partido no tienen una postura concreta al respecto, considera que se trata de una realidad ¡°que cuenta con muchas aristas¡±; entre ellas, la falta de conciliaci¨®n. ¡°Igual que la televisi¨®n fue la cuidadora de muchos menores mientras sus padres trabajaban, ahora lo son estas nuevas pantallas¡ hay muchos adultos que son analfabetos digitales y necesitan formaci¨®n¡±, indica.
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