C¨®mo afectan las redes sociales al cerebro joven: ¡°Las m¨¦tricas de aprobaci¨®n constante son un hecho sin precedentes en nuestra especie¡±

Aitana Talens, de 20 a?os, no quiere hacer una revoluci¨®n contra las tecnol¨®gicas. No est¨¢ furiosa con Meta ¨Dempresa matriz de Instagram¨D por no haber reaccionado pese a conocer desde hace a?os el impacto de su algoritmo sobre la estabilidad emocional de los menores, especialmente de las chicas. Lo de Aitana es puro pragmatismo: se ha desactivado su cuenta de Instagram porque sent¨ªa que sus planes estaban condicionados, que si hac¨ªa algo y no lo sub¨ªa a la red era como si no lo hubiera hecho. ¡°Mi autoestima estaba tocada, ah¨ª hay mucha presi¨®n, te comparas y no me gustaba c¨®mo me estaba afectando¡±. Se descarg¨® la aplicaci¨®n a los 15 a?os, y ya pasados los 19 empez¨® a ver que le creaba la necesidad de hacer ¡°mil cosas¡±, se sent¨ªa manipulada. ¡°Buscas una constante validaci¨®n social, pierdes el norte de lo que es importante... en mis ¨²ltimos viajes ve¨ªa a mis amigos todo el rato haciendo fotos y viendo cu¨¢l publicar, ?en serio vamos a los sitios por ver qui¨¦n sube la mejor foto? Es dif¨ªcil bajarse de esa inercia, pero yo no quiero vivir as¨ª¡±.

El malestar de los j¨®venes y la posible relaci¨®n con el uso de la tecnolog¨ªa llevan una d¨¦cada en el punto de mira de acad¨¦micos y sanitarios. El debate cient¨ªfico sobre si la correlaci¨®n entre los crecientes problemas de salud mental y el uso de las redes sociales es de causa-efecto todav¨ªa no se ha resuelto, hace falta m¨¢s investigaci¨®n. Estados Unidos lleva la delantera en esa b¨²squeda de respuestas, y tambi¨¦n en la exigencia de rendici¨®n de cuentas a las plataformas.

El hecho m¨¢s reciente es la demanda presentada el pasado octubre por los fiscales generales de 41 estados contra Meta ¨Dque abarca Facebook, Instagram, WhatsApp o Messenger¨D por desarrollar productos dise?ados conscientemente para enganchar a ni?os, pese a declarar la compa?¨ªa que sus redes sociales son seguras para los menores. ¡°El scroll infinito, el contenido ef¨ªmero, la reproducci¨®n autom¨¢tica, la cuantificaci¨®n y visualizaci¨®n de los Me gusta y las alertas perturbadoras, todas ellas utilizadas de forma injusta y/o desmedida para extraer tiempo y atenci¨®n adicionales de usuarios j¨®venes cuyos cerebros en desarrollo no estaban preparados para resistir estas t¨¢cticas manipuladoras¡±, describe la demanda como motivos de peso.

En el campo de la investigaci¨®n, Mitch Prenstein, miembro de la Asociaci¨®n Americana de Psicolog¨ªa y coautor de uno de los estudios m¨¢s recientes sobre el impacto de las redes sociales en los menores a trav¨¦s de pruebas con esc¨¢ner cerebral, reconoce que ¡°todav¨ªa no se sabe qu¨¦ implicaciones hay entre el uso de la tecnolog¨ªa y el desarrollo del cerebro¡±, pero s¨ª deja claro que hay evidencia de que los menores de 12 a?os que revisan de forma habitual sus notificaciones muestran una hipersensibilidad a las reacciones de sus iguales. ¡°La regi¨®n del cerebro que parece activarse cuando se utilizan las redes sociales est¨¢ llena de receptores de dopamina y oxitocina. Las funciones como Me gusta y los nuevos seguidores activan esa regi¨®n¡±, cuenta en declaraciones a este peri¨®dico.

El pasado mayo, la principal autoridad sanitaria en el gabinete del Gobierno de Joe Biden, el doctor Vivek Murthy, recomend¨® restringir el uso de las redes sociales a los adolescentes y detall¨® en un informe su preocupaci¨®n por los posibles efectos del abuso digital en el desarrollo cerebral de los menores.

Sandra G¨®mez, una madrile?a de 20 a?os que este curso est¨¢ de intercambio universitario en San Francisco (EE UU), es una de esas j¨®venes que inhabilita temporalmente su cuenta de Instagram por periodos de tres o cuatro meses. ¡°Si la gente te busca en la lupa no te encuentra, si te han etiquetado en alguna foto desaparece esa informaci¨®n, as¨ª como los comentarios que has publicado... es una forma de desintoxicarte¡±, cuenta. Instagram le genera problemas emocionales. ¡°Si entras en mi perfil parezco una persona super feliz, con muchos amigos, nadie pensar¨ªa que tengo diagnosticada depresi¨®n y trastorno de ansiedad cr¨®nico... Me vienen olas de tristeza, lo veo todo negro, y mi perfil est¨¢ super colorido, todo precioso, fotos muy bonitas... Siento que estoy enga?ando al mundo y entonces la deshabilito¡±.

Adem¨¢s de consumir mucho de su tiempo ¨Den ex¨¢menes ha llegado a dedicarle sin querer nueve horas diarias a la red social¨D, le ha llevado a compararse de forma t¨®xica con los dem¨¢s. ¡°No est¨¢s satisfecho con tu vida, no valoras lo que tienes y quieres lo que tienen los dem¨¢s, es absurdo¡±. Otro de los efectos es el ¡°s¨ªndrome de la productividad¡±, estar en casa tirada en el sof¨¢, ver fotos de lo que hacen otros, y sentir que deber¨ªas estar en la calle, que est¨¢s desaprovechando tu vida. Cuando un usuario intenta deshabilitarse Instagram, aparecen varias pesta?as, Meta quiere conocer el motivo: ?necesitas un respiro?, ?motivos personales?, se lee entre otras opciones. ¡°Nunca te la quitas del todo¡±, reconoce Sandra.

Incapaces de autorregularse

El investigador Mitch Prenstein, que intervino el pasado febrero ante el Senado de Estados Unidos para exponer los peligros online a los que est¨¢n expuestos los menores, reclam¨® m¨¢s financiaci¨®n para analizar el impacto de las redes sociales en la salud mental de los adolescentes ¨Drecientemente, el Congreso de EE UU destin¨® 15 millones de d¨®lares, pero en opini¨®n del psic¨®logo se necesitan un m¨ªnimo de 100¨D y nuevas regulaciones que permitan a investigadores independientes acceder a datos para entender c¨®mo funcionan los algoritmos. ¡°Las interacciones durante la etapa adolescente con iguales no son ¨²nicamente para la diversi¨®n, afectan significativamente al desarrollo cognitivo, a trav¨¦s de ellas aprenden c¨®digos y reglas sociales, normas y expectativas, desarrollan su sentido moral y en la medida en que estos comportamientos son reforzados o corregidos, esto influye en el desarrollo de su comportamiento en la etapa adulta¡±, explic¨® el investigador de la Universidad de Carolina del Norte ante el Senado, tras recalcar que esas experiencias con la tecnolog¨ªa de por medio pueden cambiar el desarrollo de sus estructuras cerebrales, e incluso c¨®mo su sistema nervioso responde al estr¨¦s.

¡°Recibir feedback de forma constante, los comentarios, las m¨¦tricas de aprobaci¨®n, y la posibilidad de poder estar conectado con otros las 24 horas es un hecho sin precedentes en nuestra especie¡±, explica Prenstein, que remarca que ¡°los adolescentes est¨¢n especialmente motivados a buscar recompensas sociales, y todav¨ªa no son 100% capaces de autorregularse¡±. ¡°La investigaci¨®n sugiere que las redes sociales pueden explotar esta vulnerabilidad biol¨®gica entre los j¨®venes¡±, expuso ante el Senado.

Sobre los efectos en la salud mental ¨Den 2021 casi un tercio de las adolescentes en Estados Unidos pensaron en suicidarse, un aumento de casi el 60% en 10 a?os, seg¨²n los Centros para el Control de Enfermedades de EE UU¨D, Prenstein se?ala que ya hay evidencia cient¨ªfica de que en las horas posteriores al uso de las redes, los adolescentes reportan un aumento del sentimiento de soledad. ¡°Las relaciones entre los j¨®venes basadas en el apoyo emocional, transparencia, estima, o confianza son beneficiosas, pero esas no son precisamente las funciones que promueven las plataformas, que ensalzan el anonimato, la despersonalizaci¨®n, y el inter¨¦s por las m¨¦tricas propias en lugar de las relaciones con terceros¡±.

Necesidad de desconexi¨®n

En Espa?a, desde el Ministerio de Sanidad consideran que ¡°las consecuencias a nivel psicol¨®gico y conductual que el uso problem¨¢tico de internet provoca en los m¨¢s j¨®venes, demandan una respuesta eficaz¡±, pero admiten que ¡°uno de los grandes retos¡± es el de ¡°disponer de datos¡±. De momento, hay disponibles las respuestas de menores entre 12 y 18 a?os a si hacen un uso ¡°problem¨¢tico¡± de Internet: el 18% de las chicas de 12 y 13 a?os encuestadas aseguraron que s¨ª, frente al 11% de los chicos. En el caso de los que tienen entre 14 y 18, el 25,9% de ellas dijo que s¨ª, un 20,5% en el caso de los chicos.

Mar¨ªa Salmer¨®n, del grupo de salud digital de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa, cuenta que en Espa?a hay pocos pediatras y psiquiatras dedicados a medir el impacto de la tecnolog¨ªa en la salud de los menores. ¡°No es un tema rentable y la preocupaci¨®n surgi¨® hace unos cinco a?os, claramente hacen falta recursos y l¨ªneas claras de investigaci¨®n¡±. En consulta ¨Della trabaja en la Cl¨ªnica Ruber Internacional de Madrid¨D cada vez est¨¢n viendo en ni?os de menor edad patolog¨ªas relacionadas con el consumo de contenidos online. ¡°Hablamos de autolesiones, de consumo de porno, o de compras compulsivas online... ahora que ya tenemos claro que hay una vinculaci¨®n se est¨¢ empezando a investigar a escala internacional cuestiones como la visualizaci¨®n de v¨ªdeos de autolesiones en bucle, o el abuso de las redes sociales y el aumento de la depresi¨®n¡±.

Alicia Banderas, psic¨®loga sanitaria y autora de Habla con ellos de pantallas y redes sociales (Lunwerg) tiene como referente un estudio de 2017 de la Royal Society for Public Health de Reino Unido en el que se reconoc¨ªa que el efecto exacto que las redes sociales tienen en la salud mental, en el bienestar emocional y fisiol¨®gico de los j¨®venes no est¨¢ claro y gran parte de la evidencia disponible es contradictoria. En ese mismo documento, s¨ª se refer¨ªan algunos efectos observados en consulta, como el aumento de los sentimientos de ansiedad y depresi¨®n ¨Den los ¨²ltimos 25 a?os se ha incrementado un 70% entre los j¨®venes brit¨¢nicos¨D y des¨®rdenes del sue?o.

La mayor¨ªa de sus pacientes son chicas, que sufren por la sobreexposici¨®n en redes sociales. ¡°Todos los casos tienen una caracter¨ªstica com¨²n, son personas con una necesidad o carencia de base, adolescentes con propensi¨®n a la ansiedad desde la infancia... en todas ellas, las redes tienen un efecto multiplicador de muchos s¨ªntomas y trastornos, de emociones que ya tra¨ªan consigo¡±, explica la psic¨®loga. En todas ellas ve aflorar sentimientos nocivos como la envidia, el odio, el resentimiento... Instagram les lleva a devaluar su vida, que jam¨¢s estar¨¢ a la altura de las publicaciones de los dem¨¢s. El patr¨®n es similar: suben una foto, no se sienten a gusto con alguna parte de su cuerpo y aparece una crisis de ansiedad, con palpitaci¨®n y hasta llanto. ¡°Algunas sufren trastorno dism¨®rfico corporal que les lleva a una b¨²squeda de la perfecci¨®n, siempre inalcanzable, pueden empezar con su nariz y luego van cambiando el foco¡±.

Un estudio reciente de la Fundaci¨®n FAD Juventud ¨Dnacida en 1986 para prevenir el consumo de drogas entre los j¨®venes y actualmente centrada en la investigaci¨®n sociol¨®gica de su forma de vida y h¨¢bitos¨D, se?ala que la mayor¨ªa de j¨®venes entre 15 y 29 a?os reconoce que, en el ¨²ltimo a?o, alguna vez ha sentido saturaci¨®n o hartazgo por el uso de Internet o redes sociales hasta el punto de necesitar ¡°desconectarse¡±. De este informe se desprende un dato curioso: los m¨¢s j¨®venes (15-19) son los que menos saturados se sienten. ¡°Parece que en esta etapa cada vez muestran m¨¢s tolerancia a pasar tiempo en redes sociales, del 23,6% en 2015 para el tramo 16-20 a?os, al 37,9% actual para los de 15-19¡å, indica Beatriz Mart¨ªn, directora general de FAD. Sus datos confirman que son las chicas las que reportan haber pasado ¡°demasiado tiempo¡± en las redes sociales. Un 23% refieri¨® ansiedad constante por recibir likes para autoafirmarse.

¡°En nuestros estudios vemos un impacto de los filtros sobre la autoestima, el atractivo f¨ªsico se confunde con la val¨ªa personal... No se necesita un an¨¢lisis cient¨ªfico-m¨¦dico o neurol¨®gico para entender que hay unos efectos psicosociales, ya los tenemos aqu¨ª¡±, zanja Mart¨ªn.