Las universidades forman contra reloj a expertos en IA para que dejen de quedarse sin cubrir el 50% de los empleos que se ofertan
Se calcula que hasta 2030 pervivir¨¢ la brecha entre oferta y demanda de perfiles en ciencia de datos e inteligencia artificial
Una de cada cuatro ofertas de trabajo para perfiles universitarios de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n en Espa?a est¨¢ ligada a la Inteligencia Artificial (IA) y a la ciencia de datos, y un estudio encargado por IndesIA ¨Duna asociaci¨®n nacida para impulsar su uso en empresas y pymes¨D pone de manifiesto la enorme brecha formativa que existe entre los profesionales expertos y las necesidades del mercado. Hasta 5.000 ofertas qued...
Una de cada cuatro ofertas de trabajo para perfiles universitarios de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n en Espa?a est¨¢ ligada a la Inteligencia Artificial (IA) y a la ciencia de datos, y un estudio encargado por IndesIA ¨Duna asociaci¨®n nacida para impulsar su uso en empresas y pymes¨D pone de manifiesto la enorme brecha formativa que existe entre los profesionales expertos y las necesidades del mercado. Hasta 5.000 ofertas quedaron sin cubrir en 2023: el 15% de las de ciencias de datos y, lo m¨¢s preocupante, el 50% de las de IA. La falta de talento especializado podr¨ªa estar costando hasta 14.500 millones de euros al a?o, seg¨²n el mismo estudio, el equivalente al 1,3% del Producto Interior Bruto (PIB).
Las universidades tienen que correr para que Espa?a no se quede atr¨¢s, pero no resulta f¨¢cil porque la maquinaria administrativa para poner en marcha un grado o un m¨¢ster no es r¨¢pida ¨Despecialmente en la p¨²blica¨D y no hay tantos expertos dispuestos a dedicarse a la ense?anza (un 6,78% dedica su tiempo a la investigaci¨®n y la docencia). IndesIA estim¨® que en 2024 iba a crecer el n¨²mero de profesionales en un 5,5%. Actualmente, se forman a 6.000 profesionales cada a?o y la asociaci¨®n calcula que hasta 2030 no se ajustar¨¢ la oferta y la demanda, al cerrarse la brecha un 3% cada a?o. Un estudio de Comillas ICADE revela que el 75% de los proyectos de transformaci¨®n digital e inteligencia artificial en las empresas fracasa por la resistencia de los empleados.
En este sector de la IA y los datos casi siete de cada diez son hombres, el 45% trabaja con sede en Madrid ¨Dlas compa?¨ªas se localizan en grandes ciudades¨D y de media cada 1,7 a?os cambian de empresa, porque las opciones son innumerables. La alumna Ana Pe?alver, secretaria de RITSI (Reuni¨®n de Estudiantes de Ingenier¨ªas T¨¦cnicas en Inform¨¢tica), explica que muchas empresas permiten el teletrabajo: ¡°Trabajamos por proyectos y fechas de entrega y eso hace que no tengas un horario de oficina. Hacerlo desde casa tiene mucho sentido¡±. La base media de cotizaci¨®n a los cuatro a?os de titularse es 34.191 euros, aunque el 40% supera los 36.000.
¡°Ahora est¨¢n surgiendo muchos grados, pero hasta que estas personas est¨¦n en condiciones de asumir puestos como un arquitecto de datos ¨Dque requiere cierta experiencia¨Dquedan unos a?os¡±, explica Nuria ?valos, directora general de IndesIA. ¡°Los puestos que ahora no se cubren son para experimentados, personas que se puedan incorporar y hacer una transformaci¨®n digital en una empresa¡±. Pe?alver, delegada de la escuela de Inform¨¢tica en la Universidad de Murcia, relata que los titulados cambian de empleo sobre todo al principio hasta dar con uno que les guste y, ante la falta de candidatos, muchas empresas ofrecen a los inform¨¢ticos otro puesto si no est¨¢n contentos con su ocupaci¨®n.
Treinta y tres universidades de las m¨¢s de 90 que hay Espa?a ofertan una de las carreras de Ingenier¨ªa de Datos o de Ingenier¨ªa Artificial y otras muchas lo tienen planeado. Al menos cinco grados se inaugurar¨¢n en los pr¨®ximos dos a?os. Es el caso de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia (UPV), que tras tres a?os de tr¨¢mites ofrecer¨¢ el curso que viene Inteligencia Artificial. ¡°Es bastante tedioso¡±, admite la directora de la escuela de Inform¨¢tica, Silvia Terrasa. ¡°Y luego no sale la primera promoci¨®n hasta cuatro a?os despu¨¦s¡±, prosigue, dando idea de la tardanza, desesperante para muchas empresas. Muchas becas en su grado de Ciencia de Datos se quedan vacantes porque no pueden asumir la demanda del mercado. Muchos becarios prosiguen tras la beca en la compa?¨ªa ya contratados, pero pronto saltan a otra.
A diferencia de ingenier¨ªas deficitarias en alumnos, son muchos los que quieren entrar en Ciencia de Datos en la UPV. Ofertan 120 plazas y casi 300 se quedan fuera. ¡°No tenemos profesorado para abrir m¨¢s grupos¡±, explica Terrasa, que es presidenta de la conferencia de decanos de Inform¨¢tica. Le alegra contar que el 35% son alumnas, y tambi¨¦n en otras universidades como la Polit¨¦cnica de Catalu?a.
Mientras, en las aulas de Inform¨¢tica ellas son apenas un 18%. El n¨²mero de mujeres se derrumb¨® en toda Espa?a en el momento en el que se incluy¨® el grado en la categor¨ªa de ingenier¨ªas. Pe?alver sostiene que tiene que ver con ¡°la imagen de friki¡± que se asocia a los inform¨¢ticos y no a la IA. ¡°Es un campo muy extenso e interesante¡±. Ella, que est¨¢ en cuarto curso de Inform¨¢tica en la rama de computaci¨®n, ha trabajado durante seis meses en la fundaci¨®n de la Universidad Rovira i Virgili desarrollando una aplicaci¨®n para ayudar a las embarazadas a dejar de fumar. En el futuro quiere trabajar en el uso de la IA para ayudar a escolares con problemas de aprendizaje y poblaci¨®n mayor poco ducha con la tecnolog¨ªa.
El mundo de la empresa ha empezado a orientar a la universidad respecto al perfil que necesita, ¡°porque lo que est¨¢ viendo es que a los que llegan hay que darles una formaci¨®n adicional¡±. As¨ª que IndesIA ha hecho una gu¨ªa con los 12 perfiles necesarios en las compa?¨ªas y el itinerario formativo b¨¢sico que a su juicio deben de tener. Tambi¨¦n comparten con las universidades los contenidos que tendr¨ªan que incluirse, por ejemplo, en un curso de cuatro horas para directivos.
Es un perfil escaso e IndesIA quiere captar ese joven para la industria tradicional, no solo para las grandes multinacionales o plataformas, que es el sue?o de la mayor¨ªa de los que se han matriculado en estas carreras t¨¦cnicas. As¨ª que la asociaci¨®n, junto a las universidades, organiza hackathons en los que los j¨®venes tienen que enfrentarse a retos atractivos (organizaci¨®n, transici¨®n energ¨¦tica, rob¨®tica, automatizaci¨®n...) con soluciones de inteligencia artificial, ¡°la chicha para cualquier ingeniero¡±, describe ?valos; o la asociaci¨®n ayuda a los alumnos como mentores en la redacci¨®n del trabajo de fin de grado (TFG).
A falta de expertos, los sueldos cada vez son m¨¢s altos. ¡°Hay empresas que no pueden cubrirlos¡±, reconoce Terrasa. Pocas piden el t¨ªtulo para trabajar y eso provoca en muchas ocasiones que a los alumnos se demoren en la defensa del trabajo de fin de grado (TFG).
Las compa?¨ªas est¨¢n aprovechando los conocimientos de profesionales de IT (sistemas de informaci¨®n) m¨¢s tradicionales. ¡°Se reciclan en un a?o, no hace falta hacer un m¨¢ster. Suelen ser dentro de las propias empresas¡±, prosigue ?valos, economista de formaci¨®n. Los ingenieros de datos se reclutan ahora entre los inform¨¢ticos (43%) y los telecos (13%), mientras que entre los que interpretan los datos (cient¨ªficos de datos) predominan los matem¨¢ticos (28%) y los f¨ªsicos (15%). Al tiempo que quienes dise?an y gestionan la arquitectura de los datos (arquitectos de datos) vuelven a ser mayor¨ªa los inform¨¢ticos (45%), seguidos por titulados en Administraci¨®n de Empresas (11%). En torno al 30% ha hecho un posgrado, salvo en el caso de los data scientists que llegan al 60%.
Cada vez las universidades est¨¢n recurriendo m¨¢s a las empresas en busca de profesores. ¡°Y cada vez estas est¨¢n m¨¢s abiertas a que sus empleados den clases. Saben que enriquece y que es una manera de ver perfiles que te interesan y traerlos como becarios durante las pr¨¢cticas... Sobre la base de que hay perfiles escasos y mucha competencia¡±, se felicita ?valos. Pe?alver, que como delegada conoce bien lo que pasa en su universidad, relata que este inicio de curso hubo grupos en primero sin profesores por la gran dificultad para relevar a los jubilados.