Viaje en el 'Hesp¨¦rides'

Esta es la tercera escala que hace aqu¨ª en lo que va de campa?a ant¨¢rtica 2000-2001, desde que lleg¨® el pasado 27 de noviembre. Pese a ello est¨¢ reluciente, y destaca en el puerto su casco naranja y la superestructura blanca, pero una inspecci¨®n un poco m¨¢s atenta desvela las heridas cosechadas en m¨¢s de dos meses navegando entre los hielos: abolladuras y rasponazos en la proa son las huellas de los icebergs que encuentra inevitablemente por esos mares. Hasta medio metro de hielo (hielo joven, puntualizan los especialistas, porque el hielo viejo, el agua s¨®lida que ha sufrido sucesivos procesos de congelaci¨®n, es m¨¢s duro).

Carlos Cord¨®n, comandante del Hesp¨¦rides, comenta a bordo que este a?o la meteorolog¨ªa est¨¢ siendo especialmente en comparaci¨®n con otras temporadas, y eso que aqu¨ª es verano. M¨¢s nieve, m¨¢s ventiscas, m¨¢s fr¨ªo, m¨¢s precipitaciones han complicado las tareas del buque y de las dos bases espa?olas ant¨¢rticas donde est¨¢n ahora mismo viviendo y trabajando 32 personas, de ellas nueve cient¨ªficos. Dentro de cuatro d¨ªas les haremos una visita. Y el mal tiempo incordia incluso para desarrollar las actividades que se considerar¨ªan rutinarias a bordo en otras condiciones, por ejemplo pintar y desincrustar el ¨®xido del barco, porque si el metal est¨¢ mojado no agarra la pintura.

Por la proa del buque cient¨ªfico espa?ol est¨¢ atracado un viejo pesquero chino, con bandera de conveniencia argentina, el Tai-an, herrumbroso y oxidado. Lleva tiempo aqu¨ª amarrado. Por la popa hay otro pesquero este japon¨¦s. Durante todo el d¨ªa ha estado abarloado a su costado un barco que esta llen¨¢ndole los tanques de combustible.

En el otro lado del muelle est¨¢ amarrado un buque tur¨ªstico ruso de color blanco, unos 200 adinerados excursionistas alojar¨¢n cuando zarpe. Esta ma?ana estaba otro barco ruso, tambi¨¦n blanco. Los veteranos del Hesp¨¦rides lo conocen: antes era un buque cient¨ªfico, ahora se dedica tambi¨¦n a llevar turistas a echar un vistazo al sexto continente del planeta, la in¨®spita, dif¨ªcil y legendaria Ant¨¢rtida. No est¨¢n los tiempos en Rusia para financiar con holgura campa?as de investigaci¨®n en este continente remoto y un centenar de turistas dejan buenos d¨®lares. Zarp¨® a primera hora de la tarde.

Un precioso velero holand¨¦s de tres palos entr¨® esta ma?ana en puerto cargado de turistas. Y hace un par de d¨ªas, dos gigantescos transatl¨¢nticos de lujo recalaron en Ushuaia, una peque?a ciudad que vive principalmente de este excursionismo privilegiado. La controvertida cuesti¨®n del turismo ant¨¢rtico, por el peligro que puede suponer para el continente blanco reservado para la ciencia, est¨¢ en boca de todos por estas latitudes.

El Hesper¨ªdes zarpar¨¢ ma?ana. Tal vez veamos a los buques rusos de turistas por all¨¢, por los mares que rodean la pen¨ªnsula ant¨¢rtica. A bordo del buque espa?ol van 58 tripulantes de la Armada, que partieron de Cartagena (Murcia) el pasado mes de octubre, y una treintena de civiles. Siete de ellos son los expertos de la Uni¨®n de Gesti¨®n de Buques Oceanogr¨¢ficos e Instalaciones Polares (Consejo Superior de Investigaciones cient¨ªficas) y el resto periodistas.

Al ocaso (las 20 horas), como todos los dias, se cumple a bordo del Hesp¨¦rides la ceremonia de arriado de bandera. Es el ocaso oficial porque se mantiene la luz en este verano austral hasta las 22.30.