El jefe de la inspecci¨®n Fiscal insta a Cardenal a desconvocar la junta de fiscales
Juan Jos¨¦ Mart¨ªnez Zato apoya la comparecencia de Vargas en la junta y advierte de que su celebraci¨®n contribuir¨ªa al desprestigio del fiscal general
En su escrito de tres folios, Mart¨ªnez Zato se?ala a Cardenal que como "pol¨ªtico y desde su responsabilidad pol¨ªtica y como jefe directo de la Fiscal¨ªa del Tribunal Supremo, tiene sobradas facultades para, a la vista del proyecto de informe de Bartolom¨¦ Vargas y del elaborado por Jos¨¦ Aranda, decidir lo que estime conveniente, sin que sea necesaria la celebraci¨®n de la Junta de Fiscales de Sala". De este modo se dejar¨ªa a la Fiscal¨ªa, en su opini¨®n, "libre de batallas pol¨ªticas".
Zato se?ala que, en relaci¨®n al caso Ercros, se han dado un c¨²mulo de circunstancias y acontecimientos "un tanto extra?os" desde hace un a?o, "en lo que puede calificarse de aut¨¦ntico serial o culebr¨®n que parece no tener fin y que en nada est¨¢ beneficiando al prestigio del Ministerio Fiscal, que en los ¨²ltimos tiempos est¨¢ bajo m¨ªnimos, lo que es doloroso reconocer".
En caso de que se mantenga la Junta de Fiscales de Sala del pr¨®ximo d¨ªa 10, el jefe de la Inspecci¨®n Fiscal reclama que se retire del orden del d¨ªa el 'contrainforme' elaborado por la Secretar¨ªa T¨¦cnica de la Fiscal¨ªa General, que no encuentra ning¨²n indicio para imputar a Piqu¨¦, ya que "ha sido elaborado con el fin de destruir la labor, tras tres a?os de investigaci¨®n y estudio de quince mil folios, por parte de Bartolom¨¦ Vargas".
Asimismo, Zato insiste en que participe en la reuni¨®n de la Junta el fiscal Vargas, de quien destaca su "honradez, integridad, honestidad e intachable trayectoria profesional".
Precedente
Como parte de la batalla epistolar que mantienen los fiscales, el inspector jefe contesta a Cardenal, que, en respuesta a un escrito suyo anterior, estableci¨® que no cab¨ªa la comparecencia de Vargas por, entre otros motivos, no existir ning¨²n precedente de asistencia a la Junta de Fiscales de Sala de un fiscal que no forme parte de la misma, que hay un precedente, en la persona de un fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (Luis Jordana de Pozas) que asisti¨® a una Junta en calidad de especialista en materia de delito fiscal.
Seg¨²n Zato, el art¨ªculo 14 del Estatuto no se refiere a la posibilidad de que asistan a la Junta de Fiscales de Sala otros fiscales, pero tampoco lo prohibe, "y ha de velarse en todo caso por aquello que sea m¨¢s positivo y ¨²til para la instituci¨®n que V.E. preside".
Para el inspector jefe, "la Junta de Fiscales de Sala del Tribunal Supremo no puede ser concebida como herm¨¦tica y cerrada, como si fuera la reuni¨®n del claustro de unos monjes de clausura, aislados no s¨®lo del mundo exterior, sino como algo inaccesible para el resto de los fiscales que a nuestro Ministerio pertenecen".
El escrito a?ade que el Ministerio Fiscal "es uno", y de la misma forma que nada impedir¨ªa que el fiscal general, si lo estimase conveniente, asistiera a un juicio de faltas en un Juzgado de Paz, "nada impide que un miembro del Ministerio Fiscal asista a la Junta de Fiscales de Sala".
Respecto a la alegaci¨®n de Cardenal, para rechazar la presencia de Vargas en la Junta -aparte de por no ser miembro de la misma-, de que Zato nunca hab¨ªa pedido antes que participase alg¨²n otro fiscal en las reuniones, Zato se ampara en el c¨²mulo de circunstancias extra?as que han rodeado a este caso.
Zato explica que el ambiente creado en la instituci¨®n sobre este asunto "no es el m¨¢s favorable", a lo que entiende que ha contribuido el informe de la Secretar¨ªa T¨¦cnica. Tambi¨¦n se muestra extra?ado de que, entre la documentaci¨®n facilitada para la reuni¨®n a la Junta de Fiscales de Sala, figuren las declaraciones de imputados posteriores al nombramiento de Piqu¨¦ como ministro, o la comparecencia de ¨¦ste en el Congreso para explicar su gesti¨®n en Ercros, "cuya validez judicial es nula".
De celebrarse la Junta, el inspector jefe pide que sus miembros s¨®lo dispongan del informe de Vargas, favorable a la imputaci¨®n de Piqu¨¦, y del punto de vista discrepante de su jefe de Secci¨®n, Jos¨¦ Aranda, que no encuentra indicios suficientes para sostener la imputaci¨®n.
Desprestigio
Zato insiste en que "no existe en estos momentos el sosiego necesario para abordar una cuesti¨®n tan delicada y dif¨ªcil" en la Junta de Fiscales de Sala, ya que cualquiera de sus pronunciamientos no beneficiar¨ªa al Ministerio Fiscal.
"Si los fiscales de Sala decidieran -se?ala Zato- que debe prosperar el proyecto de informe de Bartolom¨¦ Vargas, nos guste o no -y desde luego a m¨ª no me agrada-, la imagen p¨²blica de V.E. (el fiscal general del Estado) resultar¨ªa da?ada, y, si, por el contrario, se decidiera por V.E. el mantenimiento del informe elaborado al parecer por la Secretar¨ªa T¨¦cnica que V.E. dirige, se producir¨ªa un aut¨¦ntico enfrentamiento con los fiscales del Tribunal Supremo".
A esta ¨²ltima posibilidad, Zato dice que se opondr¨¢ con todas sus fuerzas, "velando por la Instituci¨®n, que est¨¢ por encima de nosotros, de la Junta de Fiscales de Sala y de la trascendencia que pueda tener cualquier asunto haya o no en el mismo aforados y ostenten o no los mismos cargos de importante relevancia".
Zato descarta que la decisi¨®n en este asunto pueda ser el archivo del caso en lo relativo a Piqu¨¦, porque en este momento procesal ser¨ªa inexplicable, "por no decir escandaloso".
Si se decidiese continuar con la investigaci¨®n, Zato pide que no vuelva a producirse un debate ante la opini¨®n p¨²blica que tenga por protagonista al fiscal Vargas, "por no merecer ello un fiscal tan digno y ejemplar como ¨¦l". Si no se considera por segunda vez correcta su actuaci¨®n, el inspector reclama su relevo inmediato, al entender que no puede estar cuestion¨¢ndose permanentemente su actuaci¨®n tras tres a?os de investigaci¨®n. "Merece mejor suerte", apostilla Zato.
Para el inspector jefe, si, por el contrario, "se argumenta, como yo espero y deseo, la plena confianza que en ¨¦l se deposita por la Fiscal¨ªa General del Estado, debe dej¨¢rsele actuar libremente, en contacto continuo con V.E. como jefe directo que es de la Fiscal¨ªa del Tribunal Supremo". Zato se?ala que hace todas estas consideraciones "con la intenci¨®n de contribuir al prestigio del Ministerio Fiscal espa?ol en el interior y en el exterior del pa¨ªs".
Respuesta a Villarejo
Por su parte, Jes¨²s Cardenal, ha contestado hoy a la misiva enviada ayer por el fiscal jefe Anticorrupci¨®n. Seg¨²n Cardenal, la convocatoria de la Junta de Fiscales de Sala para estudiar la imputaci¨®n del ministro Josep Piqu¨¦ responde "estrictamente" a las previsiones estatutarias y a la interpretaci¨®n que de ese marco jur¨ªdico ha realizado el Consejo Fiscal, que el a?o pasado censur¨® al fiscal general por no consultar a la Junta de Fiscales de Sala el mismo asunto.
Cardenal ha respondido as¨ª, por escrito, a la carta que le envi¨® ayer el fiscal jefe Anticorrupci¨®n, Carlos Jim¨¦nez Villarejo, donde mostraba su criterio contrario a convocar la Junta de Fiscales de Sala, al estimar que no se ajustaba al art¨ªculo 17 del Estatuto del Ministerio Fiscal.
Cardenal explica que "en su condici¨®n de miembro de la Junta de Fiscales de Sala, usted conoce el art¨ªculo 14.2 del Estatuto, que al describir las funciones que corresponden a la Junta se?ala que asiste al fiscal general en relaci¨®n con cualesquiera materias 'que el fiscal general estime procedente someter a su conocimiento y estudio'".
En consecuencia, dice el escrito de Cardenal, no existe ninguna cuesti¨®n sustra¨ªda al debate de la Junta de Fiscales de Sala, "antes al contrario es voluntad del legislador que esa junta, sin restricci¨®n ni l¨ªmite, asuma el importante cometido de asesoramiento que le ha sido atribuido".
Cardenal no cree que se vaya a producir una desautorizaci¨®n por parte de la Junta de Fiscales a los fiscales de Secci¨®n, ya que "la ordenaci¨®n de los ¨®rganos del Ministerio Fiscal no se inspira en un criterio de doble instancia."
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