ETA mata a un guardia civil y hiere a otros cuatro en un atentado cerca de Leitza
Una bomba trampa colocada en una pancarta hizo explosi¨®n cuando los agentes iban a inspeccionarla
Un cabo de la Guardia Civil, Juan Carlos Beiro Montes, ha muerto y otros cuatro agentes han resultado heridos hacia las 12.50 de hoy por la explosi¨®n de un artefacto colocado por ETA en la carretera que une las localidades de Berasategi, en Guip¨²zcoa, y Leitza, en Navarra, apenas a cien metros del l¨ªmite entre ambas provincias. La deflagraci¨®n se ha producido cuando los guardias inspeccionaban una pancarta alusiva a la banda terrorista.
Beiro, un sargento y otros dos agentes integraban una patrulla que circulaba por la autov¨ªa A-15 (de Leizar¨¢n) cuando observaron el cartel, con el lema Gora ETA. GC bertan hiltz (Viva ETA, aqu¨ª muere un guardia civil), situado al borde de la carretera NA-1320 y se desviaron para retirarlo. Los dos mandos y uno de los guardias se bajaron del veh¨ªculo y, antes de que pudieran acercarse, el artefacto hizo explosi¨®n.
Se sospecha, aunque no se tiene la certeza, que los terroristas activaron la bomba, compuesta por unos 12 kilos de explosivo, mediante un mando a distancia y posteriormente huyeron.
A consecuencia de la deflagraci¨®n Beiro, sufri¨® un "traumatismo abdominal con salida de masa intestinal". Conducido en una UVI medicalizada al hospital Nuestra Se?ora de Aranzazu falleci¨® antes de llegar a la capital guipuzcoana cuando la ambulancia se encontraba a la altura de la localidad de Tolosa. El agente, de 32 a?os era natural de Langreo (Asturias), estaba casado y ten¨ªa dos hijs de corta edad.
El sargento y comandante del puesto de Leiza, Miguel de los Reyes Mart¨ªnez Morata, de 35 a?os, fue ingresado tambi¨¦n en el hospital donostiarra, donde se encuentra con pron¨®stico reservado, con heridas en las extremidades inferiores y en el abdomen. No tiene heridas internas pero no se descarta que tengan que amput¨¢rsele algunos dedos.
Se da la circunstacia de que Mart¨ªnez Morata, natural de Yeste (Toledo), ha formado parte del grupo de desactivaci¨®n de explosivos de la Guardia Civil. Los otros guardias que iban en el veh¨ªculo han sido atendidos en el mismo lugar de los hechos y sus heridas no revisten gravedad, aunque est¨¢ previsto que se les realicen pruebas m¨¦dicas en un centro de Navarra. Un quinto agente, que estaba de paisano y que se acerc¨® a ver la patrulla, tambi¨¦n result¨® herido leve.
Un m¨¦todo ya empleado
ETA ya atent¨® con la misma t¨¢ctica contra la Ertzaintza el pasado 20 de noviembre. Una bomba oculta en una pancarta en la que se pod¨ªa leer Polic¨ªa asesina. ETA m¨¢talos hizo explosi¨®n en el Parque Etxebarria de Bilbao cuando dos agentes se dispon¨ªan a retirarla. Ambos resultaron heridos, uno de ellos grave.
Ambas acciones terroristas guardan paralelismos con varios atentados perpetrados en 1976. En aquella ¨¦poca el cebo para atraer a los agentes eran ikurri?as (banderas vascas, entonces prohibidas). El primero de estos atentados tuvo lugar en Ordicia el 17 de enero y en ¨¦l perdi¨® la vida el guardia civil Manuel Vergara, alcanzado por la explosi¨®n de la bomba que se activ¨® al intentar quitar la bandera.
La experiencia de ese primer atentado permiti¨® evitar otras acciones terroristas similares que se produjeron ese mismo a?o. Sin embargo, el 5 de diciembre otro agente, Miguel Gordo Garc¨ªa, result¨® muerto en Baracaldo al sufrir una descarga el¨¦ctrica cuando pretend¨ªa retirar una ikurri?a de un poste.
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