Texto ¨ªntegro del comunicado de ?Basta ya!

Desde hace m¨¢s de un cuarto de siglo, el Pa¨ªs Vasco soporta una plaga terrorista ins¨®lita en la Uni¨®n Europea, que ha producido m¨¢s de ochocientas v¨ªctimas mortales y miles de heridos, secuestrados, extorsionados, etc. El objetivo de la banda terrorista ETA es imponer un estado independiente, formado por las tres provincias de la Comunidad Aut¨®noma Vasca, Navarra y la regi¨®n vasco francesa.

Este proyecto delirante, que pretende crear de la nada un estado que nunca existi¨® a partir de pedazos arrancados a estados democr¨¢ticos vigentes y en contra de la voluntad de la mayor¨ªa de sus ciudadanos, es algo as¨ª como un Frankenstein pol¨ªtico en la Europa contempor¨¢nea: y como el otro monstruo, desdichadamente, deja su camino sembrado de cad¨¢veres.

En el Pa¨ªs Vasco espa?ol, que goza de mayor autonom¨ªa pol¨ªtica y fiscal que cualquier otra regi¨®n europea, gobiernan desde hace d¨¦cadas los partidos nacionalistas. Los ciudadanos no nacionalistas y sus representantes, en cambio, viven entre atentados y amenazas que hacen imposible la libre expresi¨®n de sus ideas pol¨ªticas. El nacionalismo gobernante da por sentado que son intrusos imperialistas que no merecen realmente el nombre de vascos: para ellos, s¨®lo son aut¨¦nticos vascos los nacionalistas.

Miles de ciudadanos vascos no nacionalistas han tenido que optar por marcharse del pa¨ªs: profesores, periodistas, empresarios, representantes pol¨ªticos y gente de toda otra condici¨®n que no quieren verse obligados a guardar silencio o a renunciar a su ideolog¨ªa.

Gracias a esta limpieza ¨¦tnica, la hegemon¨ªa del nacionalismo se ve cada vez m¨¢s consolidada. Y la ¨²nica oferta de paz que los nacionalistas gobernantes hacen al resto de la poblaci¨®n consiste en exigirles que acepten sin rechistar tal hegemon¨ªa uniformizadora, como precio al final de la violencia que ellos se encargar¨¢n de pactar con ETA.

Nosotros nos negamos a aceptar ese planteamiento de nacionalismo obligatorio o sentencia de muerte.

Reivindicamos un Pa¨ªs Vasco plural en el que tengan los mismos derechos nacionalistas y no nacionalistas, el cual no existir¨¢ hasta que ETA sea pol¨ªtica y socialmente derrotada.

Aceptamos sin problemas los v¨ªnculos culturales que emparentan a los vascos de Espa?a y Francia, pero nos negamos a sustantivarlos en un m¨ªtico sujeto pol¨ªtico que exija el despedazamiento de dos estados democr¨¢ticos realmente existentes.

Exigimos como objetivo prioritario que cesa la violencia terrorista y por tanto apoyamos las iniciativas legales y pol¨ªticas destinadas a poner fin a su impunidad social.

No queremos que el dinero de nuestros impuestos sea destinado indirectamente a financiar las armas con las que nos matan o amenazan. Exigimos de nuestros gobiernos, tanto estatales como auton¨®micos, plena protecci¨®n y reconocimiento no s¨®lo de nuestras personas sino tambi¨¦n de nuestros proyectos de convivencia.

Nos negamos a que por la v¨ªa de los hechos consumados los terroristas obtengan una recompensa pol¨ªtica por sus cr¨ªmenes. Y reivindicamos la ciudadan¨ªa constitucional desligada de imposiciones ¨¦tnicas, dentro de la cual puedan desarrollarse una vez conseguida y asentada la paz- todas las propuestas democr¨¢ticas de futuro".