Viena encandila a Ana Palacio con su nost¨¢lgico baile imperial
Los pol¨ªticos copan el famoso Baile de la ?pera
Viena volvi¨® a encandilar anoche a pol¨ªticos, empresarios y estrellas que acudieron al Baile de la ?pera, uno de los eventos sociales m¨¢s conocidos del mundo, con reminiscencias hist¨®ricas que recuerdan la ya lejana ¨¦poca imperial a la que se remonta su origen. ?A que no adivinan qu¨¦ espa?ola se code¨® con tanto famoso al son del vals? Ana Palacio.
Es lo que tiene ser ministra, que por la ma?ana est¨¢s en Viena con el director de la Agencia Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (AIEA), Mohamed ElBaradei, y por la noche te vistes de gala para asistir a un baile. Y no cualquier baile, sino al de Sis¨ª y el emperador Francisco Jos¨¦. Aunque s¨®lo los m¨¢s j¨®venes aguantaron el tipo hasta el amanecer, los m¨¢s de 5.000 asistentes a la velada bailaron a los compases de los valses de los hermanos Strauss hasta bien entrada la madrugada.
Como exige la etiqueta, los caballeros acudieron a la cita de riguroso frac y las damas de largo, este a?o en los colores de rojo y lila propuestos por la organizaci¨®n, colores tambi¨¦n de las m¨¢s de 60.000 flores que adornaron el interior del edificio. Sin embargo, la ministra prefiri¨® un traje verde de inspiraci¨®n china y con bordados, absolutamente conjuntado con abrigo y bolso. Sin duda, la ministra se sinti¨® muy arropada, ya que esta edici¨®n estuvo especialmente concurrida por estadistas y pol¨ªticos de todo el mundo, como el primer ministro de Croacia, Ivo Sanader, invitado del canciller austr¨ªaco, Wolfgang Sch¨¹ssel.
La noche de Andie MacDowell
Tambi¨¦n se pudo ver al presidente de Polonia, Aleksander Kwasnievski, y su esposa, como invitados del m¨¢ximo mandatario austr¨ªaco, Thomas Klestil. M¨¢s apretados estuvieron los hu¨¦spedes de la ministra austr¨ªaca de Exteriores y candidata a la Presidencia de la naci¨®n en los comicios del pr¨®ximo abril, Benita Ferrero-Waldner. Junto a Ana Palacio, que cerraba su estancia oficial en Viena, la jefa de la diplomacia austr¨ªaca comparti¨® las estrecheces del palco con sus colegas de Croacia, Miomir Zuzul; Letonia, Sandra Kalniete; Bulgaria, Solomon Passi; Argelia, Abdelaziz Beljadem, y Andorra, Juli Minoves-Triquell.
Sin embargo, entre las caras m¨¢s conocidas por el p¨²blico se encontraban la del Kaiser Franz Beckenbauer, como representante de la nobleza deportiva, y la de la actriz estadounidense Andie MacDowell, obviamente la m¨¢s acosada por los fot¨®grafos. Como todos los a?os, el lleno fue absoluto y eso que los palcos, reservados a perpetuidad, se alquilan por la friolera de 18.000 euros y las entradas individuales, sin derecho a silla -con lo que duelen los tacones-, se venden por 300 euros. Siguiendo la tradici¨®n, la velada arranc¨® con el desfile en el despejado patio de butacas de 200 parejas de debutantes, v¨¢stagos de las familias de la alta sociedad vienesa que son presentados en sociedad.
Con coreograf¨ªa de Renato Zanella y m¨²sica de Carmen de Bizet, el ballet de la ?pera fue el encargado de escenificar las primeras danzas sobre el parqu¨¦, a lo que sigui¨® una canci¨®n de Franz Lehar interpretada por la joven diva rusa Anna Netrebko, cuyo fichaje se disputan los principales teatros musicales del mundo. El esperado grito de Alles Walzer (Todos a bailar vals) a cargo del maestro de ceremonias, que abre oficialmente el baile e invita a los asistentes a salir al parqu¨¦, se produjo despu¨¦s de que las parejas de debutantes, con las adolescentes vestidas de blanco y con peque?as coronas de cristal, danzasen a los sones del famoso Danubio Azul. Al igual que todos los a?os, la ?pera vienesa se vio asediada por una protesta contra el lujo desenfrenado, durante la que la polic¨ªa efectu¨® seis detenciones.
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